Las espinacas rehogadas con jamón son un plato clásico de la cocina española, apreciado por su sencillez, sabor y valor nutricional. Esta receta, transmitida de generación en generación, es una forma excelente de incorporar verduras a nuestra dieta de manera deliciosa. Más allá de la simple combinación de ingredientes, se trata de un plato que evoca recuerdos y confort, a menudo asociado con la cocina casera y familiar. Exploraremos en detalle cómo preparar esta receta, desde la selección de los ingredientes hasta los trucos para conseguir un plato perfecto.

Ingredientes

  • 500g de espinacas frescas (o congeladas)
  • 150g de jamón serrano en taquitos
  • 2 dientes de ajo
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta negra (opcional)
  • Un poquito de pimentón dulce (opcional)

Consideraciones sobre los Ingredientes: La calidad de los ingredientes influye directamente en el sabor final del plato. Elegir espinacas frescas con hojas tersas y de un color verde intenso garantizará una mejor textura y sabor. El jamón serrano, preferiblemente de buena calidad, aportará un toque salado y umami característico. Si se utilizan espinacas congeladas, es importante descongelarlas completamente y eliminar el exceso de agua antes de cocinarlas.

Preparación Paso a Paso

  1. Preparación de las Espinacas: Si utilizas espinacas frescas, lávalas cuidadosamente bajo agua fría para eliminar cualquier resto de tierra. Sécalas bien. Si son muy grandes, córtalas en trozos más pequeños. Si usas espinacas congeladas, descongélalas y escúrrelas bien.
  2. Preparación del Ajo: Pela los dientes de ajo y pícalos finamente. El ajo es fundamental para aromatizar el aceite y darle un toque de sabor característico al plato.
  3. Rehogado del Ajo y el Jamón: En una sartén grande, calienta un buen chorro de aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Añade el ajo picado y sofríelo durante unos segundos, hasta que empiece a dorarse ligeramente. Ten cuidado de no quemarlo, ya que amargaría el plato. Añade los taquitos de jamón y rehógalos durante unos minutos, hasta que estén ligeramente dorados y hayan liberado su aroma.
  4. Añadir las Espinacas: Incorpora las espinacas a la sartén. Si son frescas, añádelas poco a poco, ya que ocupan mucho espacio al principio. Remueve constantemente para que se cocinen de manera uniforme. Si son congeladas, añádelas de golpe.
  5. Cocinar las Espinacas: Cocina las espinacas a fuego medio, removiendo de vez en cuando, hasta que estén tiernas. Esto suele tardar unos 5-10 minutos para las espinacas frescas y un poco menos para las congeladas. Las espinacas frescas reducirán considerablemente su volumen a medida que se cocinan.
  6. Sazonar y Servir: Sazona con sal y pimienta negra al gusto. Ten en cuenta que el jamón ya aporta sal, así que es posible que no necesites añadir mucha más. Si quieres, puedes añadir una pizca de pimentón dulce para darle un toque de color y sabor. Sirve las espinacas rehogadas con jamón calientes.

Detalles Cruciales en la Preparación: La clave para unas espinacas rehogadas perfectas reside en no sobrecocinarlas. Deben quedar tiernas pero con cierta textura. El punto de sal es fundamental; es preferible añadir poca sal al principio y rectificar al final. El aceite de oliva virgen extra es esencial para aportar un sabor rico y saludable al plato. Además, el orden en que se añaden los ingredientes es importante: primero el ajo para aromatizar el aceite, luego el jamón para que libere su sabor, y finalmente las espinacas para que se cocinen en el aceite aromatizado.

Trucos y Consejos

  • Variaciones: Puedes añadir otros ingredientes a las espinacas rehogadas con jamón, como pasas, piñones, huevos cocidos picados o incluso un poco de bechamel.
  • Para los Niños: Si a los niños no les gustan mucho las espinacas, puedes triturarlas después de cocinarlas para hacer una crema o puré.
  • Conservación: Las espinacas rehogadas con jamón se pueden guardar en la nevera durante un par de días. Para recalentarlas, puedes hacerlo en la sartén o en el microondas.
  • Espinacas Congeladas: Asegúrate de eliminar toda el agua posible de las espinacas congeladas después de descongelarlas. Puedes hacerlo presionándolas con las manos o utilizando un paño de cocina limpio.
  • Un Toque Crujiente: Para añadir un toque crujiente, puedes espolvorear unas almendras laminadas tostadas por encima antes de servir.
  • Intensificar el Sabor: Un chorrito de vinagre de Jerez al final de la cocción puede realzar los sabores del plato.

Valor Nutricional

Las espinacas rehogadas con jamón son un plato muy nutritivo. Las espinacas son ricas en vitaminas (A, C, K), minerales (hierro, calcio, magnesio) y antioxidantes. El jamón aporta proteínas y grasas saludables. Este plato es una excelente fuente de fibra, que contribuye a la salud digestiva. Sin embargo, es importante tener en cuenta el contenido de sodio del jamón, especialmente para personas con hipertensión. Se puede equilibrar la receta utilizando jamón bajo en sal o reduciendo la cantidad utilizada.

Origen y Tradición

Las espinacas rehogadas con jamón tienen sus raíces en la cocina tradicional española, donde los ingredientes sencillos y de temporada se combinan para crear platos sabrosos y nutritivos. La combinación de espinacas y jamón es un clásico que se encuentra en muchas regiones de España, aunque cada una puede tener su propia variante. Este plato es un ejemplo de cómo la cocina española aprovecha al máximo los productos locales y crea recetas que se han transmitido de generación en generación.

Más Allá de la Receta: Una Reflexión

La receta de espinacas rehogadas con jamón es más que una simple lista de ingredientes y pasos. Es una conexión con nuestras raíces, una forma de honrar la tradición culinaria y un recordatorio de la importancia de la comida casera. Es un plato que se disfruta en familia, que se comparte con amigos y que evoca recuerdos de la infancia. En un mundo cada vez más acelerado y tecnológico, tomarse el tiempo para preparar una receta tradicional como esta es una forma de reconectar con lo esencial y disfrutar de los placeres simples de la vida.

Adaptaciones Modernas

Si bien la receta tradicional es deliciosa, existen adaptaciones modernas que pueden ajustarse a diferentes necesidades dietéticas o preferencias personales. Por ejemplo, se puede sustituir el jamón serrano por jamón ibérico para un sabor más intenso, o utilizar jamón de pavo para una opción más baja en grasa. Para vegetarianos, el jamón puede ser reemplazado por champiñones salteados o tofu ahumado, manteniendo la esencia del plato con un toque diferente. También se pueden añadir especias como nuez moscada o comino para darle un giro exótico al sabor. La clave está en experimentar y encontrar la combinación que mejor se adapte a cada paladar.

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