Las espinacas con bechamel, jamón y huevo es un plato que evoca recuerdos de infancia, de comidas caseras y de sabores sencillos pero deliciosos. Es una receta versátil, que puede servir como plato principal ligero, como acompañamiento sustancioso o incluso como una tapa elegante. En este artículo, exploraremos la receta desde sus fundamentos hasta sus variaciones más sofisticadas, analizando cada componente y ofreciendo consejos para lograr un resultado perfecto.

Origen e Historia del Plato

Aunque la combinación específica de espinacas, bechamel, jamón y huevo no tiene una historia documentada precisa, cada uno de estos ingredientes tiene una larga trayectoria culinaria. Las espinacas, originarias de Persia, llegaron a Europa en la Edad Media. La bechamel, una salsa blanca a base de leche, mantequilla y harina, se atribuye a Louis de Béchamel, mayordomo del rey Luis XIV de Francia, aunque su origen es incierto. El jamón curado ha sido un alimento básico en la dieta mediterránea durante siglos, y el huevo, por supuesto, es uno de los ingredientes más universales y antiguos de la gastronomía.

La popularidad del plato probablemente surge de la facilidad de acceso a los ingredientes, su valor nutricional y su agradable sabor. Es una forma de hacer que las espinacas, a menudo rechazadas por los niños, sean más atractivas y apetecibles.

Ingredientes Necesarios

  • Espinacas: 500 gramos (frescas o congeladas)
  • Jamón: 150 gramos (en taquitos o lonchas gruesas)
  • Huevos: 4 unidades
  • Mantequilla: 50 gramos
  • Harina: 50 gramos
  • Leche: 500 ml (entera o semi-desnatada)
  • Nuez moscada: Una pizca
  • Sal: Al gusto
  • Pimienta negra: Al gusto
  • Aceite de oliva virgen extra: Un chorrito

Elaboración Paso a Paso

1. Preparación de las Espinacas

Espinacas Frescas: Lava cuidadosamente las espinacas frescas bajo agua corriente para eliminar cualquier resto de tierra. Si los tallos son muy gruesos, retíralos. Escalda las espinacas en agua hirviendo con sal durante un par de minutos, hasta que estén tiernas. Escúrrelas bien y pícalas groseramente. Exprime el exceso de agua con las manos o con un paño limpio para evitar que el plato quede aguado.

Espinacas Congeladas: Si utilizas espinacas congeladas, descongélalas completamente y escúrrelas bien para eliminar el exceso de agua. También puedes cocinarlas directamente en una sartén hasta que se evapore el agua.

2. Preparación de la Bechamel

La bechamel es la clave para un plato de espinacas cremoso y delicioso. Sigue estos pasos para asegurar un resultado perfecto:

  1. En una cacerola mediana, derrite la mantequilla a fuego medio.
  2. Añade la harina y remueve constantemente con una varilla durante un par de minutos, hasta que se forme un roux dorado. Es importante cocinar bien la harina para evitar que la salsa tenga sabor a crudo.
  3. Retira la cacerola del fuego y añade la leche tibia poco a poco, removiendo constantemente con la varilla para evitar que se formen grumos. Este paso es crucial para obtener una bechamel suave y homogénea.
  4. Vuelve a poner la cacerola al fuego medio y cocina la salsa, removiendo constantemente, hasta que espese y tenga la consistencia deseada. La bechamel estará lista cuando nape la cuchara.
  5. Retira la cacerola del fuego y sazona la bechamel con sal, pimienta negra y una pizca de nuez moscada. Ajusta la sazón al gusto.

3. Cocinado del Jamón

En una sartén, calienta un chorrito de aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Añade el jamón en taquitos o lonchas cortadas en trozos y sofríelo durante un par de minutos, hasta que esté ligeramente dorado y crujiente. Retira el jamón de la sartén y resérvalo.

4. Montaje del Plato

  1. En la misma sartén donde cocinaste el jamón, añade las espinacas picadas y saltéalas durante un par de minutos para que se calienten y se mezclen con los jugos del jamón.
  2. Añade el jamón a las espinacas y mezcla bien;
  3. Vierte la bechamel sobre las espinacas y el jamón y remueve suavemente para combinar todos los ingredientes.
  4. Cocina los huevos fritos en una sartén aparte con un poco de aceite de oliva. La yema debe quedar líquida para que se mezcle con las espinacas al comer.
  5. Sirve las espinacas con bechamel, jamón y huevo inmediatamente. Coloca un huevo frito sobre cada porción de espinacas.

Variaciones y Adaptaciones

Este plato clásico admite numerosas variaciones y adaptaciones para satisfacer diferentes gustos y necesidades. Aquí te presentamos algunas ideas:

  • Con Queso: Añade queso rallado (parmesano, emmental, gruyere…) a la bechamel o gratina el plato en el horno para obtener una capa crujiente y dorada.
  • Vegetariano: Sustituye el jamón por champiñones salteados, piñones tostados o tofu ahumado.
  • Vegano: Prepara una bechamel vegana con leche vegetal (soja, almendras, avena…) y margarina vegetal. Omite el jamón o sustitúyelo por seitán o tempeh.
  • Con Pollo: Añade pollo desmenuzado o en dados a las espinacas para un plato más sustancioso.
  • Con Pescado: Incorpora bacalao desmigado, gambas salteadas o salmón ahumado para una versión marinera.
  • Con Huevo Poché: Sustituye el huevo frito por un huevo poché para una presentación más elegante y una textura más suave.
  • Con Pan Rallado: Espolvorea pan rallado sobre el plato antes de gratinarlo para obtener una cobertura crujiente.
  • Con Especias: Experimenta con diferentes especias para darle un toque personal al plato. Prueba con pimentón dulce o picante, comino, curry o hierbas provenzales.

Consejos y Trucos

  • Utiliza ingredientes frescos y de buena calidad: El sabor del plato depende en gran medida de la calidad de los ingredientes.
  • Escurre bien las espinacas: El exceso de agua puede arruinar la textura del plato.
  • Cocina la bechamel a fuego lento y remueve constantemente: Esto evitará que se formen grumos y asegurará una salsa suave y cremosa.
  • No te excedas con la nuez moscada: Una pizca es suficiente para realzar el sabor de la bechamel.
  • Sirve el plato inmediatamente: Las espinacas con bechamel, jamón y huevo están más ricas recién hechas.
  • Ajusta la sazón al gusto: Prueba la bechamel y las espinacas antes de servir y añade sal, pimienta o especias si es necesario.
  • Para una presentación más elegante, utiliza aros de emplatar: Esto te permitirá crear porciones individuales con una forma perfecta.
  • Si quieres preparar el plato con antelación, puedes preparar las espinacas con bechamel y el jamón y reservar. Justo antes de servir, calienta la mezcla y añade los huevos fritos o pochados.
  • No tires los tallos de las espinacas: Puedes utilizarlos para preparar caldos, sopas o purés.

Valor Nutricional

Las espinacas con bechamel, jamón y huevo son un plato nutritivo y equilibrado. Las espinacas son una excelente fuente de vitaminas (A, C, K), minerales (hierro, calcio, magnesio) y antioxidantes. El jamón aporta proteínas y grasas saludables. El huevo es una fuente completa de proteínas y contiene vitaminas y minerales esenciales. La bechamel aporta calcio y vitaminas del grupo B.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la bechamel también contiene grasas saturadas y calorías, por lo que se debe consumir con moderación. Puedes optar por utilizar leche desnatada o semi-desnatada y reducir la cantidad de mantequilla para hacer la bechamel más ligera.

Conclusión

Las espinacas con bechamel, jamón y huevo son un plato clásico y reconfortante que nunca pasa de moda. Es una receta sencilla, versátil y nutritiva que se puede adaptar a diferentes gustos y necesidades. Con los consejos y trucos que te hemos proporcionado, podrás preparar este plato en casa y sorprender a tus familiares y amigos con un resultado delicioso y perfecto. ¡Anímate a probarlo!

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