Esta receta de espárragos verdes gratinados con jamón y queso es un plato sencillo, rápido y sumamente sabroso, ideal para cualquier ocasión. Combina la frescura y el sutil amargor de los espárragos con la salinidad del jamón y la cremosidad del queso fundido, creando una explosión de sabores que deleitará a todos en la mesa. Desde un aperitivo elegante hasta una guarnición reconfortante, esta preparación se adapta a la perfección a tus necesidades culinarias. A continuación, te guiaremos paso a paso para que prepares este exquisito plato sin complicaciones.

Ingredientes

  • 500 gramos de espárragos verdes frescos
  • 150 gramos de jamón serrano o jamón cocido (en lonchas o taquitos)
  • 150 gramos de queso rallado (gruyere, emmental, parmesano, o una mezcla de tus favoritos)
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 25 gramos de mantequilla (opcional, para un extra de sabor y cremosidad)
  • Sal y pimienta negra recién molida al gusto
  • Nuez moscada (opcional, una pizca)

Consideraciones sobre los Ingredientes:

  • Espárragos: La frescura es clave. Busca espárragos firmes, con puntas cerradas y un color verde vibrante. Evita los que estén blandos o arrugados. Los espárragos más gruesos suelen ser más carnosos y sabrosos.
  • Jamón: El jamón serrano aporta un sabor más intenso y salado, mientras que el jamón cocido es más suave. Puedes usar cualquier tipo de jamón, incluso sobras de otras comidas, siempre y cuando esté en buen estado.
  • Queso: La elección del queso es muy personal. El gruyere y el emmental funden muy bien y tienen un sabor suave que complementa los espárragos y el jamón. El parmesano añade un toque salado y un aroma intenso. Experimenta con diferentes combinaciones para encontrar tu favorita. El queso manchego curado rallado también funciona muy bien.
  • Aceite de Oliva: Utiliza un aceite de oliva virgen extra de buena calidad para realzar el sabor del plato.
  • Mantequilla: Si decides usar mantequilla, añade un toque extra de riqueza y cremosidad. Puedes omitirla si prefieres una opción más ligera.
  • Sal, Pimienta y Nuez Moscada: Ajusta las cantidades al gusto. Ten en cuenta que el jamón ya es salado, así que es posible que necesites menos sal de la que normalmente usarías. La nuez moscada añade un toque cálido y aromático que combina muy bien con los espárragos y el queso.

Preparación

  1. Preparar los Espárragos: Lava cuidadosamente los espárragos bajo agua fría. Corta o quiebra la parte inferior del tallo, que suele ser fibrosa y dura. Puedes doblar el espárrago cerca de la base; se romperá naturalmente donde empieza la parte tierna. Si los espárragos son muy gruesos, puedes pelar ligeramente la parte inferior del tallo con un pelador de verduras.
  2. Blanquear los Espárragos (Opcional): Para asegurar que los espárragos estén tiernos pero no blandos, puedes blanquearlos brevemente. Hierve una olla con agua salada. Sumerge los espárragos en el agua hirviendo durante 2-3 minutos. Retíralos con una espumadera y sumérgelos inmediatamente en un recipiente con agua helada para detener la cocción. Escúrrelos bien. Este paso es opcional, pero ayuda a mantener el color verde vibrante de los espárragos y asegura una cocción uniforme. Si prefieres una textura más crujiente, omite este paso y simplemente asegúrate de que los espárragos estén cortados en trozos más pequeños.
  3. Precalentar el Horno: Precalienta el horno a 200°C (400°F).
  4. Preparar la Fuente para Hornear: Engrasa ligeramente una fuente para hornear con aceite de oliva o mantequilla.
  5. Montar el Plato: Coloca los espárragos en la fuente para hornear. Distribuye el jamón sobre los espárragos. Espolvorea el queso rallado generosamente por encima. Si vas a usar mantequilla, distribuye pequeños trozos sobre el queso. Salpimienta al gusto y espolvorea una pizca de nuez moscada (opcional).
  6. Gratinar: Hornea durante 10-15 minutos, o hasta que el queso esté derretido, burbujeante y ligeramente dorado. Si deseas un gratinado más intenso, puedes encender el grill del horno durante los últimos minutos, pero vigila de cerca para que el queso no se queme.
  7. Servir: Retira del horno y deja reposar durante unos minutos antes de servir. Puedes decorar con perejil fresco picado o unas hojas de albahaca para darle un toque de color y frescura.

Consejos y Variaciones

  • Variaciones de Queso: Experimenta con diferentes tipos de queso. El queso de cabra aporta un sabor ácido y cremoso, mientras que el queso azul añade un toque intenso y salado. Una mezcla de mozzarella y provolone también funciona muy bien.
  • Añadir Verduras: Puedes añadir otras verduras a la preparación, como champiñones laminados, pimientos rojos en julianas o cebolla picada. Sofríe las verduras antes de añadirlas a la fuente para hornear.
  • Salsa Bechamel: Para un plato más rico y cremoso, puedes añadir una salsa bechamel casera o comprada. Vierte la salsa sobre los espárragos y el jamón antes de espolvorear el queso.
  • Huevo Poché: Para un plato más completo, puedes añadir un huevo poché a cada porción antes de servir. La yema líquida se mezclará con el queso fundido y los espárragos, creando una salsa deliciosa.
  • Gratinar en Porciones Individuales: Puedes preparar este plato en ramequines individuales para una presentación más elegante.
  • Adaptación para Vegetarianos: Para una opción vegetariana, omite el jamón y añade otras verduras, como tomates cherry cortados por la mitad o alcachofas en conserva. Puedes usar queso vegetariano para asegurarte de que no contiene cuajo animal.
  • Especias: Además de la nuez moscada, puedes experimentar con otras especias, como el pimentón dulce o picante, el orégano seco o el tomillo.
  • Textura Crujiente: Para añadir una textura crujiente, puedes espolvorear pan rallado sobre el queso antes de gratinar. Mezcla el pan rallado con un poco de aceite de oliva y hierbas provenzales para un sabor extra.

Maridaje

Este plato marida muy bien con vinos blancos secos y frescos, como un Sauvignon Blanc, un Albariño o un Pinot Grigio. La acidez del vino contrasta con la riqueza del queso y el jamón, y sus notas frutales complementan el sabor de los espárragos. También puedes maridarlo con una cerveza rubia ligera y refrescante.

Consideraciones Nutricionales

Los espárragos son una excelente fuente de vitaminas (especialmente vitamina K, folato y vitamina C) y minerales (como potasio y cobre). También son bajos en calorías y ricos en fibra, lo que los convierte en una opción saludable; El jamón aporta proteínas y sodio, mientras que el queso es una fuente de calcio y grasa. Para una opción más saludable, puedes usar jamón bajo en sodio y queso con menos grasa. Controla la cantidad de sal que añades al plato, ya que el jamón ya es salado.

Conclusión

Los espárragos verdes gratinados con jamón y queso son una receta versátil y deliciosa que puedes adaptar a tus gustos y necesidades. Con ingredientes sencillos y una preparación rápida, este plato es perfecto para cualquier ocasión. Atrévete a experimentar con diferentes ingredientes y variaciones para crear tu propia versión de este clásico plato.

¡Buen provecho!

tags: #Jamon #Queso

Información sobre el tema: