Los espárragos trigueros con jamón y queso son una tapa o plato principal sencillo, rápido de preparar y con un sabor exquisito. La combinación del amargor sutil del espárrago, la salinidad del jamón y la cremosidad del queso, lo convierten en una opción irresistible para cualquier ocasión. Esta receta es adaptable a diferentes gustos y niveles de habilidad en la cocina, lo que la hace ideal tanto para principiantes como para cocineros experimentados.
Ingredientes
- 500 gramos de espárragos trigueros frescos
- 150 gramos de jamón serrano (en lonchas finas)
- 100 gramos de queso rallado (Gruyère, Emmental, Manchego o una mezcla)
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta negra recién molida al gusto
- (Opcional) Un diente de ajo picado finamente
- (Opcional) Un chorrito de vino blanco
Preparación
- Preparación de los espárragos: Lava bien los espárragos trigueros bajo agua fría. Sujeta cada espárrago por ambos extremos y dóblalo suavemente. Se romperá por el punto donde comienza la parte más dura y fibrosa. Desecha la parte inferior. También puedes cortar la parte inferior directamente con un cuchillo, aproximadamente 2-3 cm. Si los espárragos son muy gruesos, puedes pelar la parte inferior con un pelador de verduras para eliminar las fibras más duras. Esto asegura una textura más tierna al cocinar.
- Cocción de los espárragos: Hay varias formas de cocinar los espárragos trigueros:
- Hervidos: Hierve una olla con agua salada. Introduce los espárragos y cuécelos durante 3-5 minutos, dependiendo de su grosor, hasta que estén tiernos pero aún crujientes (al dente). Escúrrelos inmediatamente y sumérgelos en agua con hielo para detener la cocción y mantener su color verde brillante. Esto es crucial para evitar que se cocinen en exceso y pierdan su textura y color.
- A la plancha: Calienta una plancha o sartén grande a fuego medio-alto. Rocía los espárragos con aceite de oliva, sal y pimienta. Cocínalos durante 5-7 minutos, dándoles la vuelta ocasionalmente, hasta que estén tiernos y ligeramente dorados. La plancha proporciona un sabor ligeramente ahumado y caramelizado que complementa muy bien el sabor del espárrago.
- Al horno: Precalienta el horno a 200°C. Coloca los espárragos en una bandeja para hornear, rocíalos con aceite de oliva, sal y pimienta. Hornea durante 10-15 minutos, o hasta que estén tiernos. El horneado es una opción más sana, ya que requiere menos aceite.
- Salteados: Calienta aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto. Si usas ajo, sofríelo brevemente (unos 30 segundos) hasta que desprenda su aroma. Añade los espárragos y saltéalos durante 5-7 minutos, removiendo constantemente, hasta que estén tiernos y ligeramente dorados. Un chorrito de vino blanco al final de la cocción realza el sabor.
- Montaje: Una vez cocidos los espárragos, sécalos bien. Envuelve cada espárrago o grupo de espárragos con una loncha de jamón serrano. Puedes cortar las lonchas de jamón por la mitad si son muy grandes.
- Gratinado: Precalienta el horno a 180°C. Coloca los espárragos envueltos en jamón en una bandeja para hornear. Espolvorea generosamente con el queso rallado. Hornea durante 5-10 minutos, o hasta que el queso esté derretido y dorado. Vigila de cerca para que el queso no se queme.
- Servir: Sirve los espárragos trigueros con jamón y queso inmediatamente, calientes. Puedes acompañarlos con una ensalada fresca, una salsa alioli casera o simplemente disfrutar de su sabor por sí solos.
Consejos y Variaciones
- Tipo de queso: La elección del queso es fundamental para el sabor final del plato. El Gruyère y el Emmental aportan un sabor suave y cremoso, mientras que el Manchego ofrece un sabor más intenso y pronunciado. También puedes usar queso parmesano rallado para un toque salado y umami. Una mezcla de quesos también puede ser una excelente opción para equilibrar los sabores.
- Jamón: Si no tienes jamón serrano, puedes usar jamón cocido, prosciutto o incluso bacon en lonchas finas. El jamón ibérico, aunque más caro, aporta un sabor excepcional.
- Vegetariano: Para una versión vegetariana, puedes omitir el jamón y añadir otros ingredientes como champiñones salteados, pimientos asados o tomates cherry. También puedes usar queso de cabra para un sabor más intenso.
- Salsa: Una salsa holandesa o una mayonesa casera con un toque de limón complementan muy bien el sabor de los espárragos.
- Especias: Además de sal y pimienta, puedes añadir otras especias como nuez moscada, pimentón dulce o un poco de chile en polvo para darle un toque picante.
- Presentación: Para una presentación más elegante, puedes servir los espárragos sobre una cama de puré de patatas o calabaza. También puedes decorar con unas hojas de perejil fresco picado o unas gotas de aceite de oliva virgen extra.
Beneficios para la Salud
Los espárragos trigueros son una excelente fuente de vitaminas (A, C, E, K y del grupo B), minerales (potasio, fósforo, hierro), fibra y antioxidantes. Son bajos en calorías y sodio, lo que los convierte en una opción saludable para incluir en tu dieta. El jamón serrano, aunque rico en sodio, aporta proteínas y grasas saludables. El queso, dependiendo del tipo, también puede ser una fuente de calcio y proteínas.
Origen y Curiosidades
El espárrago triguero es una planta silvestre que crece en zonas de matorral y pastizales secos. Su nombre proviene de su similitud con el trigal, el campo de trigo. Se recolecta en primavera, cuando los brotes jóvenes son más tiernos y sabrosos. En España, es un ingrediente muy apreciado en la gastronomía, especialmente en la cocina mediterránea. La combinación de espárragos y jamón es un clásico de la cocina española, y se puede encontrar en multitud de tapas y platos principales.
Conclusión
Los espárragos trigueros con jamón y queso son una receta versátil, deliciosa y fácil de preparar. Su sabor único y sus beneficios para la salud la convierten en una opción ideal para disfrutar en cualquier momento. Anímate a probar esta receta y experimenta con diferentes variaciones para encontrar tu combinación favorita. ¡Buen provecho!
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