La empanada de salchichas y cebolla caramelizada es una deliciosa combinación de sabores dulces y salados, con una textura crujiente y un relleno jugoso que la convierte en una opción perfecta para cualquier ocasión. Esta receta casera te guiará paso a paso para que puedas preparar una empanada irresistible en la comodidad de tu hogar.
En un bol grande, combina la harina y la sal. Agrega la mantequilla fría en cubos y, con la ayuda de un tenedor o con las manos (frotando la mantequilla con la harina), desmenuza la mantequilla hasta obtener una textura arenosa. Es importante que la mantequilla esté fría para que la masa quede hojaldrada.
Agrega el agua fría, una cucharada a la vez, mezclando con un tenedor o con las manos hasta que la masa comience a unirse. No agregues demasiada agua, la masa debe quedar firme pero no pegajosa. Forma una bola, envuélvela en papel film y refrigera durante al menos 30 minutos (o hasta 1 hora) para que la masa se relaje y sea más fácil de manipular.
Corta las salchichas en rodajas de aproximadamente 1 cm de grosor. En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto. Agrega las salchichas y cocina hasta que estén doradas por todos lados. Retira las salchichas de la sartén y reserva.
En la misma sartén, agrega las cebollas cortadas en juliana. Cocina a fuego medio, removiendo ocasionalmente, hasta que las cebollas estén blandas y transparentes. Esto tomará aproximadamente 15-20 minutos. Si las cebollas se pegan, puedes agregar un poco de agua o caldo de verduras.
Una vez que las cebollas estén blandas, agrega el azúcar moreno y el vinagre balsámico (si lo usas). Cocina, removiendo constantemente, hasta que las cebollas se caramelicen y adquieran un color dorado oscuro. Esto tomará unos 5-7 minutos adicionales.
Agrega las salchichas doradas a la sartén con las cebollas caramelizadas. Condimenta con sal, pimienta negra y orégano (si lo usas) al gusto. Cocina durante unos minutos más para que los sabores se mezclen.
Retira la sartén del fuego y, si lo deseas, agrega el queso rallado y mezcla hasta que se derrita ligeramente. Deja que el relleno se enfríe un poco antes de armar la empanada.
Precalienta el horno a 180°C (350°F).
En una superficie ligeramente enharinada, extiende la masa con un rodillo hasta obtener un grosor de aproximadamente 3-5 mm. Divide la masa en dos partes, una ligeramente más grande que la otra (para la base y la tapa).
Coloca la porción más grande de masa en una bandeja para horno previamente engrasada o cubierta con papel de hornear; Asegúrate de dejar un poco de masa que sobre por los bordes.
Vierte el relleno sobre la masa, distribuyéndolo de manera uniforme.
Cubre el relleno con la otra porción de masa. Presiona los bordes de ambas capas de masa para sellar la empanada. Puedes utilizar un tenedor para presionar los bordes y crear un sellado más firme.
Con un cuchillo afilado, realiza unos cortes en la parte superior de la empanada para permitir que el vapor escape durante la cocción. Esto evitará que la empanada se rompa.
Barniza la superficie de la empanada con el huevo batido; Esto le dará un color dorado y brillante.