En el corazón de Las Hurdes, una comarca extremeña de belleza agreste y tradiciones ancestrales, se encuentra Embutidos Valentín. Más que una empresa, es un legado familiar que ha sabido conjugar la sabiduría popular con las técnicas más modernas para ofrecer embutidos de calidad excepcional. Cada bocado es una experiencia sensorial que nos transporta a los sabores auténticos de la tierra.
La historia de Embutidos Valentín se remonta a varias generaciones atrás, cuando la familia Valentín comenzó a elaborar embutidos de forma artesanal para el consumo propio y el de sus vecinos. Con el paso del tiempo, la pasión por la calidad y el buen hacer se transmitió de padres a hijos, consolidando un negocio familiar que ha sabido preservar las tradiciones y adaptarse a las exigencias del mercado actual.
Los orígenes humildes de Embutidos Valentín se encuentran en la tradicional matanza casera, un ritual ancestral que reunía a familias y vecinos en torno al cerdo ibérico. De esta práctica, la familia Valentín aprendió los secretos del curado, la importancia de la selección de la materia prima y el valor del tiempo para obtener productos de sabor inigualable. Con el crecimiento del negocio, la producción se ha modernizado, incorporando controles de calidad exhaustivos y certificaciones que garantizan la seguridad alimentaria y el respeto por el medio ambiente.
El secreto del sabor excepcional de los embutidos Valentín reside en la calidad de su materia prima: el cerdo ibérico. Criado en libertad en las dehesas extremeñas, alimentándose de bellotas y pastos naturales, el cerdo ibérico ofrece una carne infiltrada de grasa que le confiere un sabor y una textura únicos.
La dehesa extremeña es un ecosistema singular, caracterizado por la presencia de encinas, alcornoques y pastizales. En este entorno privilegiado, el cerdo ibérico encuentra el alimento necesario para su desarrollo y engorde. La bellota, fruto de la encina y el alcornoque, es rica en ácido oleico, un tipo de grasa saludable que se infiltra en la carne del cerdo, aportándole un sabor y una textura excepcionales.
La elaboración de los embutidos Valentín es un proceso artesanal que requiere paciencia y dedicación. Desde la selección de la carne hasta el curado en secaderos naturales, cada etapa se realiza con el máximo cuidado para garantizar la calidad del producto final.
La selección de la carne es un paso fundamental en la elaboración de los embutidos Valentín. Se eligen las piezas más nobles del cerdo ibérico, como el lomo, el solomillo, el jamón y la paleta. Estas piezas se someten a un proceso de despiece y limpieza para eliminar cualquier resto de grasa o hueso.
Una vez seleccionada la carne, se procede al adobo. Se utiliza una mezcla de especias naturales, como pimentón de la Vera, ajo, orégano y sal, que se combinan con la carne para darle sabor y protegerla de la acción de las bacterias. La proporción de cada especia es un secreto transmitido de generación en generación, que confiere a los embutidos Valentín su sabor característico.
Después del adobo, la carne se embute en tripas naturales, que le dan forma y la protegen durante el proceso de curado. El embutido es un proceso tradicional que requiere habilidad y experiencia para evitar la formación de bolsas de aire y garantizar la correcta distribución de la carne.
El curado es la etapa más importante en la elaboración de los embutidos Valentín. Se realiza en secaderos naturales, donde la temperatura y la humedad se controlan de forma natural. Durante el curado, la carne pierde humedad y se desarrolla su sabor característico; El tiempo de curado varía según el tipo de embutido, pudiendo durar desde unos pocos meses hasta varios años.
Embutidos Valentín ofrece una amplia variedad de embutidos, desde los más tradicionales hasta las creaciones más innovadoras. Cada uno de ellos refleja la pasión por la calidad y el buen hacer que caracteriza a la empresa.
El jamón ibérico es la joya de la corona de Embutidos Valentín. Elaborado con jamones de cerdo ibérico criados en libertad en las dehesas extremeñas, alimentándose de bellotas y pastos naturales, el jamón ibérico Valentín se caracteriza por su sabor intenso y su textura jugosa. Su curación lenta y natural le confiere un aroma inigualable.
La paleta ibérica es una alternativa más asequible al jamón ibérico, pero no por ello menos sabrosa. Elaborada con paletas de cerdo ibérico criados en libertad en las dehesas extremeñas, la paleta ibérica Valentín se caracteriza por su sabor intenso y su textura suave. Su curación lenta y natural le confiere un aroma agradable;
El lomo ibérico es un manjar delicado, elaborado con lomos de cerdo ibérico criados en libertad en las dehesas extremeñas. Su sabor suave y su textura firme lo convierten en un bocado exquisito. Su curación lenta y natural le confiere un aroma sutil.
El chorizo ibérico es un clásico de la gastronomía española, elaborado con carne de cerdo ibérico, pimentón de la Vera, ajo y sal. Su sabor intenso y su textura jugosa lo convierten en un ingrediente imprescindible en cualquier cocina. Embutidos Valentín ofrece diferentes variedades de chorizo ibérico, desde el dulce hasta el picante.
El salchichón ibérico es un embutido versátil, elaborado con carne de cerdo ibérico, pimienta negra, ajo y sal. Su sabor suave y su textura firme lo convierten en un bocado ideal para cualquier ocasión. Embutidos Valentín ofrece diferentes variedades de salchichón ibérico, desde el extra hasta el cular.
El morcón ibérico es un embutido con personalidad, elaborado con carne de cerdo ibérico, pimentón de la Vera, ajo y sal. Su sabor intenso y su textura jugosa lo convierten en un bocado único. Se diferencia del chorizo por su mayor tamaño y por el uso de tripa gruesa.
La sobrasada ibérica es una delicia para untar, elaborada con carne de cerdo ibérico, pimentón de la Vera, ajo, sal y especias. Su sabor intenso y su textura cremosa la convierten en un ingrediente ideal para tapas y bocadillos. Se cura durante varias semanas para desarrollar su sabor característico.
Embutidos Valentín está comprometido con la calidad de sus productos y con la sostenibilidad del medio ambiente. La empresa utiliza métodos de producción respetuosos con el medio ambiente y se preocupa por el bienestar animal.
Embutidos Valentín cuenta con diversas certificaciones de calidad que avalan la seguridad alimentaria y el respeto por el medio ambiente. Estas certificaciones garantizan que los productos Valentín cumplen con los más altos estándares de calidad.
Embutidos Valentín se preocupa por el bienestar animal. Los cerdos ibéricos se crían en libertad en las dehesas extremeñas, donde tienen espacio para moverse y alimentarse de forma natural. La empresa cumple con la normativa europea sobre bienestar animal.
Embutidos Valentín está comprometido con la sostenibilidad medioambiental. La empresa utiliza métodos de producción respetuosos con el medio ambiente y se preocupa por reducir su huella de carbono. Se utilizan energías renovables y se gestionan los residuos de forma responsable.
Embutidos Valentín Las Hurdes es mucho más que una marca de embutidos. Es una historia de pasión, tradición y compromiso con la calidad. Cada bocado es una experiencia sensorial que nos transporta a los sabores auténticos de la tierra y nos recuerda la importancia de preservar las tradiciones y cuidar el medio ambiente. Disfrutar de los embutidos Valentín es disfrutar de un pedazo de la historia y la cultura de Las Hurdes.
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