En el corazón de la tradición jamonera española, emerge el nombre de David del Valle Jamones, sinónimo de excelencia, dedicación y un profundo respeto por la herencia ibérica. Más que una marca, David del Valle representa un viaje sensorial a través de sabores ancestrales, donde la calidad es el resultado de un meticuloso proceso que abarca desde la crianza del cerdo ibérico hasta la curación lenta y artesanal del jamón. Este artículo explora en profundidad los pilares que sostienen la reputación de David del Valle, desentrañando los secretos de su producción, su compromiso con la sostenibilidad y su visión de futuro en un mercado cada vez más exigente.
La piedra angular de la calidad de David del Valle Jamones reside en la selección y crianza del cerdo ibérico. No todos los cerdos ibéricos son iguales, y David del Valle lo sabe. Por ello, centra su atención en ejemplares de pura raza ibérica o con un alto porcentaje de esta, garantizando así una infiltración de grasa óptima, clave para la jugosidad y el sabor característico del jamón ibérico.
Los cerdos ibéricos de David del Valle se crían en libertad en la dehesa, un ecosistema único en la Península Ibérica. Este entorno natural, con encinas, alcornoques y pastizales, proporciona a los animales una alimentación rica y variada, basada principalmente en bellotas durante la montanera, la época de engorde en otoño e invierno. La bellota, rica en ácido oleico, es fundamental para la calidad de la grasa del cerdo ibérico y, por ende, del jamón.
Si bien la bellota es esencial, la dieta de los cerdos ibéricos de David del Valle se complementa con hierbas, raíces y otros recursos naturales de la dehesa. Esta diversidad alimentaria contribuye a la complejidad y riqueza del sabor del jamón. Además, se presta especial atención al bienestar animal, garantizando que los cerdos vivan en condiciones óptimas, con espacio suficiente para moverse y desarrollar su musculatura de forma natural.
Una vez sacrificados los cerdos, comienza el proceso de elaboración del jamón, un arte que requiere paciencia, experiencia transmitida de generación en generación y un profundo conocimiento de los factores que influyen en la calidad final del producto.
El primer paso es la salazón, donde las piezas se cubren con sal marina durante un período que varía en función del peso y la cantidad de grasa. La sal ayuda a deshidratar la carne, a eliminar microorganismos y a potenciar el sabor. Tras la salazón, las piezas se lavan para eliminar el exceso de sal.
A continuación, las piezas se someten a un proceso de asentamiento, donde la sal se distribuye de manera uniforme por toda la pieza. Después, comienza el secado, una fase crucial en la que el jamón pierde humedad y adquiere su aroma y sabor característicos. El secado se realiza en secaderos naturales, donde la temperatura y la humedad se controlan de forma artesanal, aprovechando las condiciones climáticas de la zona.
La curación es la etapa final del proceso, donde el jamón madura lentamente en bodegas naturales. Durante este tiempo, se producen reacciones enzimáticas que transforman las proteínas y las grasas, dando lugar a la complejidad de aromas y sabores que caracterizan al jamón ibérico de David del Valle. El tiempo de curación varía en función de la calidad del jamón, pudiendo superar los 36 meses en los jamones de bellota 100% ibéricos.
David del Valle ofrece una amplia gama de jamones ibéricos para satisfacer los gustos de cada consumidor. La clasificación se basa principalmente en la raza del cerdo y su alimentación.
El jamón de bellota 100% ibérico, también conocido como "pata negra", es el jamón de mayor calidad. Proviene de cerdos de pura raza ibérica alimentados exclusivamente con bellotas y hierbas durante la montanera. Su sabor es intenso, complejo y persistente, con notas a frutos secos y hierbas aromáticas. Su textura es suave y jugosa, con una infiltración de grasa perfecta.
El jamón de bellota ibérico proviene de cerdos ibéricos (con un porcentaje de raza ibérica inferior al 100%) alimentados con bellotas y hierbas durante la montanera. Su sabor es similar al del jamón de bellota 100% ibérico, aunque ligeramente menos intenso. Su calidad sigue siendo excepcional, con una infiltración de grasa muy buena y una textura jugosa.
El jamón de cebo de campo ibérico proviene de cerdos ibéricos criados en libertad en la dehesa y alimentados con piensos naturales y hierbas. Su sabor es suave y equilibrado, con notas a cereales y hierbas frescas. Su textura es firme y agradable.
El jamón de cebo ibérico proviene de cerdos ibéricos criados en granjas y alimentados con piensos naturales. Su sabor es suave y agradable, ideal para el consumo diario. Su precio es más asequible que el de los jamones de bellota.
David del Valle Jamones está comprometido con la sostenibilidad y el bienestar animal. La empresa implementa prácticas respetuosas con el medio ambiente en todas las etapas de la producción, desde la cría de los cerdos hasta el envasado del jamón. Además, garantiza que los animales vivan en condiciones óptimas, con acceso a espacio abierto y una alimentación adecuada.
David del Valle reconoce la importancia de la dehesa como ecosistema único y trabaja para protegerla y conservarla. La empresa apoya prácticas agrícolas sostenibles que promueven la biodiversidad y la salud del suelo. Además, colabora con organizaciones ecologistas para promover la conservación de la dehesa.
El bienestar animal es una prioridad para David del Valle. La empresa se asegura de que los cerdos vivan en condiciones óptimas, con espacio suficiente para moverse y desarrollar su musculatura de forma natural. Además, se evita el estrés innecesario durante el transporte y el sacrificio de los animales.
David del Valle Jamones ha sabido combinar la tradición con la innovación para adaptarse a las exigencias del mercado actual. La empresa utiliza tecnología de vanguardia para garantizar la calidad y la seguridad alimentaria de sus productos. Además, ha desarrollado nuevos formatos y presentaciones para facilitar el consumo del jamón ibérico.
David del Valle ha apostado por el comercio online para acercar sus productos a consumidores de todo el mundo. A través de su tienda online, los clientes pueden comprar jamón ibérico de forma fácil y segura, con la garantía de recibir un producto de la máxima calidad.
David del Valle ha desarrollado nuevos formatos y presentaciones para adaptarse a las necesidades del consumidor actual. Además de las piezas enteras, la empresa ofrece jamón loncheado, envasado al vacío y listo para consumir. También ha creado packs regalo para ocasiones especiales.
David del Valle Jamones es mucho más que una marca de jamón ibérico. Es un símbolo de tradición, calidad y compromiso con la sostenibilidad y el bienestar animal. Su dedicación a la excelencia, su respeto por la herencia ibérica y su visión de futuro lo convierten en un referente en el mundo del jamón ibérico. Probar un jamón David del Valle es experimentar un viaje sensorial a través de los sabores de la dehesa, un deleite para los sentidos que perdura en el recuerdo.
Una vez recibido, el jamón ibérico debe conservarse en un lugar fresco y seco, a una temperatura entre 15 y 20 grados Celsius. Lo ideal es colgarlo en un jamonero o guardarlo en un lugar ventilado. Una vez empezado, se recomienda cubrir la parte cortada con un paño de algodón o con su propia grasa para evitar que se seque.
El jamón ibérico debe cortarse con un cuchillo jamonero largo y flexible. Es importante afilar el cuchillo con frecuencia para obtener lonchas finas y uniformes. El corte debe realizarse en dirección a la pezuña, aprovechando al máximo la pieza. Es recomendable empezar por la maza (la parte más jugosa) y continuar por la contramaza y la babilla.
El jamón ibérico es un producto versátil que se puede acompañar con una gran variedad de alimentos y bebidas. Marida perfectamente con pan tostado, aceite de oliva virgen extra, tomate, queso manchego, vino tinto, vino blanco seco, cava y cerveza artesanal.
Puede comprar jamón ibérico David del Valle en su tienda online, en tiendas especializadas en productos gourmet y en algunos grandes almacenes.
La principal diferencia radica en la alimentación del cerdo. Los cerdos de bellota se alimentan principalmente de bellotas y hierbas durante la montanera, mientras que los cerdos de cebo se alimentan con piensos naturales.
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