Las croquetas de jamón y queso son un clásico de la cocina española, apreciadas por su cremosidad interior y su crujiente exterior. Esta receta te guiará paso a paso para que puedas prepararlas en casa de forma sencilla y obtener un resultado delicioso. Desde la selección de los ingredientes hasta los trucos para un rebozado perfecto, cubriremos todos los aspectos importantes.

Ingredientes

  • 100g de jamón serrano (o ibérico, para un sabor más intenso) picado finamente
  • 100g de queso (gruyere, manchego semicurado, emmental o una mezcla de ellos) rallado o picado finamente
  • 75g de mantequilla
  • 100g de harina de trigo
  • 750ml de leche entera (o una mezcla de leche y nata para mayor cremosidad)
  • 1/2 cebolla pequeña picada finamente (opcional, pero aporta sabor)
  • Nuez moscada rallada
  • Sal y pimienta negra recién molida
  • 3 huevos batidos
  • Pan rallado (preferiblemente panko para un rebozado más crujiente)
  • Aceite de oliva virgen extra para freír

Preparación: Paso a Paso

1. Preparación del Relleno (la bechamel)

  1. Sofríe la cebolla (opcional): En una cacerola a fuego medio, derrite la mantequilla. Si usas cebolla, sofríela hasta que esté transparente y suave, aproximadamente 5 minutos. Esto añade una capa de sabor sutil pero importante.
  2. Añade la harina: Incorpora la harina a la cacerola y remueve constantemente con una varilla durante 2-3 minutos para cocinarla. Este paso es crucial para evitar el sabor a harina cruda en la bechamel. La mezcla debe tener un color ligeramente dorado.
  3. Vierte la leche gradualmente: Retira la cacerola del fuego momentáneamente y comienza a verter la leche poco a poco, removiendo vigorosamente con la varilla para evitar que se formen grumos. Al principio, parecerá que la mezcla no se integra, pero continúa removiendo hasta obtener una pasta homogénea. Una vez integrada la primera parte de la leche, vuelve a poner la cacerola a fuego medio y continúa añadiendo la leche restante de la misma manera.
  4. Cocina la bechamel: Cocina la bechamel a fuego medio-bajo, removiendo constantemente con la varilla, hasta que espese y se despegue de las paredes de la cacerola. Esto puede tardar entre 15 y 20 minutos. La paciencia es clave. Una bechamel bien cocida es fundamental para unas croquetas cremosas.
  5. Incorpora el jamón y el queso: Retira la cacerola del fuego y añade el jamón picado y el queso rallado o picado. Remueve bien para que se integren de manera uniforme en la bechamel.
  6. Sazona: Sazona con nuez moscada rallada, sal y pimienta negra recién molida al gusto. Ten en cuenta que el jamón y el queso ya aportan sal, así que prueba la bechamel antes de añadir más sal.
  7. Enfría la masa: Vierte la masa de las croquetas en un recipiente rectangular o cuadrado previamente engrasado con un poco de mantequilla o aceite. Extiende la masa uniformemente y cúbrela con film transparente, asegurándote de que el film toque la superficie de la masa para evitar que se forme una costra. Deja enfriar a temperatura ambiente durante unos minutos y luego refrigera durante al menos 4 horas, o preferiblemente toda la noche. Este paso es esencial para que la masa se endurezca lo suficiente como para poder formar las croquetas.

2. Formado y Rebozado de las Croquetas

  1. Prepara los ingredientes para el rebozado: Bate los huevos en un bol y coloca el pan rallado en otro. Ten a mano un plato o bandeja donde ir colocando las croquetas rebozadas.
  2. Forma las croquetas: Saca la masa de las croquetas del frigorífico. Con la ayuda de dos cucharas o con las manos ligeramente enharinadas, toma porciones de masa y dales forma de croqueta. Puedes hacerlas redondas, ovaladas o alargadas, según tu preferencia.
  3. Reboza las croquetas: Pasa cada croqueta primero por el huevo batido, asegurándote de que quede bien cubierta. Luego, pásala por el pan rallado, presionando ligeramente para que el pan se adhiera bien. Si quieres un rebozado más grueso y crujiente, puedes repetir el proceso de huevo y pan rallado.

3. Fritura de las Croquetas

  1. Calienta el aceite: En una sartén honda o freidora, calienta abundante aceite de oliva virgen extra a fuego medio-alto (aproximadamente 180ºC). Es importante que el aceite esté bien caliente para que las croquetas se doren rápidamente y no absorban demasiado aceite. Puedes comprobar la temperatura del aceite echando un trocito de pan; si se dora rápidamente, el aceite está listo.
  2. Fríe las croquetas: Fríe las croquetas en tandas pequeñas, sin amontonarlas en la sartén, para que no baje la temperatura del aceite. Cocina las croquetas durante unos 2-3 minutos por cada lado, hasta que estén doradas y crujientes.
  3. Escurre el exceso de aceite: Retira las croquetas de la sartén con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
  4. Sirve inmediatamente: Sirve las croquetas de jamón y queso calientes, solas o acompañadas de una ensalada fresca.

Consejos y Trucos para unas Croquetas Perfectas

  • La calidad de los ingredientes importa: Utiliza jamón y queso de buena calidad para obtener un sabor superior. El jamón ibérico, aunque más caro, eleva significativamente el sabor de las croquetas.
  • Controla la temperatura del aceite: Mantener la temperatura del aceite constante es crucial para evitar que las croquetas se quemen por fuera y queden frías por dentro, o que absorban demasiado aceite.
  • No sobrecargues la sartén: Freír demasiadas croquetas a la vez reduce la temperatura del aceite y hace que las croquetas queden grasientas.
  • Experimenta con diferentes quesos: No te limites al gruyere o al manchego. Prueba a usar quesos azules (con moderación) o quesos ahumados para añadir un toque diferente.
  • Congela las croquetas: Si quieres preparar las croquetas con antelación, puedes congelarlas después de rebozarlas. Colócalas en una bandeja separadas entre sí y congélalas. Una vez congeladas, puedes transferirlas a una bolsa hermética. Para freírlas, no es necesario descongelarlas; simplemente fríelas directamente en aceite caliente durante unos minutos más.
  • Añade un toque de vino blanco: Para un sabor más sofisticado, puedes añadir un chorrito de vino blanco seco a la bechamel mientras la estás cocinando.
  • Utiliza caldo de pollo en lugar de leche: Para una versión más sabrosa, puedes sustituir una parte de la leche por caldo de pollo.
  • El reposo es clave: El tiempo de reposo de la masa en el frigorífico es fundamental para que las croquetas tengan la consistencia adecuada. No te saltes este paso.
  • Para evitar que se abran al freír: Asegúrate de que el rebozado sea completo y uniforme, sin dejar huecos. También es importante que el aceite esté a la temperatura correcta.
  • Variantes Vegetarianas: Sustituye el jamón por setas salteadas, espinacas cocidas o pimientos asados para crear deliciosas croquetas vegetarianas. Puedes usar queso de cabra o un queso vegano rallado para mantener la cremosidad.
  • Para los más pequeños: Si preparas las croquetas para niños, puedes hacerlas más pequeñas y utilizar quesos suaves como el queso crema o el queso cheddar. También puedes añadir puré de verduras a la bechamel para aumentar su valor nutricional.

Variantes de la Receta

La receta de croquetas de jamón y queso es muy versátil y se puede adaptar a diferentes gustos y preferencias. Aquí te presentamos algunas variantes:

  • Croquetas de pollo: Sustituye el jamón por pollo asado o cocido desmenuzado.
  • Croquetas de bacalao: Utiliza bacalao desalado y desmigado.
  • Croquetas de setas: Sofríe diferentes tipos de setas (champiñones, boletus, etc.) y añádelas a la bechamel.
  • Croquetas de espinacas: Cuece o saltea espinacas frescas y pícalas finamente.
  • Croquetas de gambas: Saltea gambas peladas y picadas y añádelas a la bechamel.
  • Croquetas de cocido: Aprovecha los restos del cocido para hacer unas deliciosas croquetas.

Conclusión

Las croquetas de jamón y queso son un bocado irresistible que puedes preparar fácilmente en casa con esta receta paso a paso. Con un poco de práctica y paciencia, podrás dominar el arte de la croqueta perfecta y sorprender a tus amigos y familiares con este plato tradicional español. No dudes en experimentar con diferentes ingredientes y sabores para crear tus propias versiones personalizadas. ¡Buen provecho!

Preguntas Frecuentes (FAQ)

  • ¿Puedo usar leche desnatada? Sí, puedes usar leche desnatada, pero las croquetas serán menos cremosas. La leche entera aporta mayor cremosidad y sabor.
  • ¿Puedo usar harina integral? Sí, puedes usar harina integral, pero la bechamel tendrá un sabor más intenso y una textura ligeramente diferente.
  • ¿Cuánto tiempo se conservan las croquetas en el frigorífico? Las croquetas fritas se conservan en el frigorífico durante 2-3 días. Es importante guardarlas en un recipiente hermético.
  • ¿Puedo recalentar las croquetas? Sí, puedes recalentar las croquetas en el horno, en la sartén o en el microondas. Para recalentarlas en el horno, precalienta el horno a 180ºC y hornea las croquetas durante unos 10-15 minutos, hasta que estén calientes y crujientes. Para recalentarlas en la sartén, calienta un poco de aceite y fríe las croquetas durante unos minutos por cada lado. Para recalentarlas en el microondas, calienta las croquetas durante unos segundos, pero ten en cuenta que pueden perder su textura crujiente.
  • ¿Qué tipo de aceite es mejor para freír las croquetas? El aceite de oliva virgen extra es la mejor opción para freír las croquetas, ya que aporta un sabor delicioso y tiene un punto de humeo alto. También puedes usar aceite de girasol, que es más neutro. Evita usar aceites refinados o aceites de semillas de baja calidad.

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