Las croquetas de jamón son un clásico de la gastronomía española, un bocado irresistible que evoca recuerdos de la infancia y reuniones familiares. La receta de Cocinatis para croquetas de jamón destaca por su cremosidad y sabor intenso, convirtiéndolas en un plato estrella para cualquier ocasión. Esta guía paso a paso te llevará a través de la elaboración de estas delicias, desde la selección de los ingredientes hasta el truco final para una fritura perfecta.
En una cazuela de fondo grueso, derretir la mantequilla a fuego medio. Añadir la cebolla picada y sofreír hasta que esté transparente y ligeramente dorada. Es crucial que la cebolla no se queme, ya que amargaría el sabor final de las croquetas. Este sofrito constituye la base aromática de la bechamel.
Agregar la harina a la cazuela y remover constantemente con una varilla durante unos 2-3 minutos. Este proceso, conocido como "roux", es fundamental para evitar que la bechamel tenga sabor a harina cruda. La harina debe tostarse ligeramente, pero sin quemarse. Se debe revolver sin parar para evitar que se pegue al fondo.
Comenzar a añadir la leche caliente poco a poco, removiendo continuamente con la varilla para evitar la formación de grumos. Es importante que la leche esté caliente (no hirviendo) para que se integre mejor con el roux y no se formen grumos. Continuar añadiendo la leche hasta obtener una bechamel lisa y homogénea. La consistencia debe ser espesa, pero lo suficientemente fluida como para poder trabajarse.
Una vez que la bechamel tenga la consistencia deseada, añadir el jamón picado, la nuez moscada, la sal y la pimienta. Remover bien para que el jamón se distribuya uniformemente por toda la bechamel. Probar y rectificar de sal si es necesario, teniendo en cuenta que el jamón ya aporta salinidad. La nuez moscada realza el sabor del jamón y le da un toque aromático especial.
Verter la masa de las croquetas en una fuente o recipiente previamente engrasado con un poco de mantequilla o aceite. Extender la masa uniformemente y cubrirla con film transparente, asegurándose de que el film esté en contacto directo con la superficie de la masa para evitar que se forme una costra. Dejar enfriar completamente a temperatura ambiente y luego refrigerar durante al menos 4 horas, o preferiblemente durante toda la noche. Este enfriamiento es crucial para que la masa adquiera la consistencia necesaria para poder formar las croquetas.
Una vez que la masa esté bien fría y firme, preparar tres platos: uno con harina, otro con huevo batido y otro con pan rallado. Tomar porciones de masa con una cuchara o con las manos (ligeramente humedecidas para que no se pegue la masa) y darles la forma deseada: redonda, ovalada, o alargada. Pasar cada croqueta primero por harina, luego por huevo batido y, finalmente, por pan rallado, asegurándose de que queden bien cubiertas por todos lados. Este rebozado triple garantiza una capa exterior crujiente y evita que las croquetas se abran durante la fritura.
Calentar abundante aceite de oliva virgen extra en una sartén profunda o freidora a fuego medio-alto. Es importante que el aceite esté bien caliente (alrededor de 180°C) para que las croquetas se frían rápidamente y no absorban demasiado aceite. Freír las croquetas en tandas pequeñas, evitando sobrecargar la sartén, hasta que estén doradas por todos lados. Retirar las croquetas con una espumadera y colocarlas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Servir las croquetas de jamón calientes, como aperitivo, tapa o acompañamiento. Se pueden acompañar de una ensalada fresca, una salsa alioli casera o simplemente disfrutarlas solas. Son ideales para reuniones familiares, fiestas o simplemente para darse un capricho.
La bechamel es la clave para unas croquetas cremosas. Para evitar los temidos grumos, es fundamental seguir el proceso al pie de la letra: calentar la leche (sin que hierva), tostar la harina en la mantequilla (sin quemarla) y añadir la leche poco a poco, removiendo constantemente con una varilla. Si a pesar de todo aparecen grumos, se puede pasar la bechamel por un colador fino o utilizar una batidora de mano para eliminar cualquier imperfección.
La consistencia ideal de la bechamel es espesa, pero lo suficientemente fluida como para poder trabajarse. Si la bechamel está demasiado líquida, las croquetas se desharán durante la fritura. Si la bechamel está demasiado espesa, las croquetas quedarán secas y duras; Para ajustar la consistencia, se puede añadir un poco más de leche (si está demasiado espesa) o cocinarla durante unos minutos más (si está demasiado líquida).
La fritura es un proceso complejo que implica la transferencia de calor del aceite a la croqueta. Cuando la croqueta entra en contacto con el aceite caliente, el agua presente en la superficie se evapora rápidamente, creando una capa exterior crujiente. Al mismo tiempo, el calor penetra en el interior de la croqueta, cocinando la bechamel y el jamón. Es importante mantener la temperatura del aceite constante para que la fritura sea uniforme y las croquetas no absorban demasiado aceite.
El tipo de aceite utilizado también influye en el resultado final. El aceite de oliva virgen extra es una buena opción, ya que tiene un sabor neutro y soporta altas temperaturas sin degradarse. Otros aceites vegetales, como el aceite de girasol o el aceite de cacahuete, también son adecuados para la fritura.
La croqueta es un plato con una larga historia y una fuerte presencia en la cultura gastronómica española. Se cree que su origen se remonta a la cocina francesa del siglo XVII, donde se conocía como "croquette". La croqueta llegó a España en el siglo XIX y rápidamente se popularizó, convirtiéndose en uno de los platos más emblemáticos de la cocina española.
Hoy en día, la croqueta se puede encontrar en una gran variedad de formas y sabores. Además de las clásicas croquetas de jamón, existen croquetas de pollo, bacalao, setas, queso y muchos otros ingredientes. La croqueta es un plato versátil que se adapta a todos los gustos y ocasiones.
Las croquetas de jamón Cocinatis son una delicia culinaria que merece la pena probar. Siguiendo esta receta paso a paso y prestando atención a los consejos y trucos, podrás preparar unas croquetas cremosas y deliciosas que sorprenderán a todos tus invitados. ¡Anímate a cocinar y disfruta de este clásico de la gastronomía española!