Las croquetas, un clásico indiscutible de la gastronomía española, admiten una infinidad de variaciones. En esta ocasión, te presentamos una receta decroquetas de calabacín y jamón, una opción más ligera y saludable que las tradicionales, pero igual de sabrosa. Esta receta es perfecta para aprovechar el calabacín de temporada, introducir verduras en la dieta de los más pequeños, o simplemente disfrutar de un aperitivo o cena diferente.

Ingredientes: Un Equilibrio entre Sabor y Nutrición

La clave de unas buenas croquetas reside en la calidad de los ingredientes. Para esta receta, necesitaremos:

  • Calabacín: 500 gramos. Preferiblemente fresco y firme.
  • Jamón Serrano: 150 gramos. Picado finamente. Un jamón de buena calidad aportará un sabor intenso y característico.
  • Cebolla: 1/2 unidad. Picada finamente.
  • Ajo: 1 diente. Picado o laminado.
  • Harina de Trigo: 80 gramos. Para la bechamel. Se puede usar harina sin gluten para celiacos.
  • Leche Entera: 500 ml. A temperatura ambiente. También se puede usar leche vegetal (almendras, avena) para una opción más ligera o para intolerantes a la lactosa.
  • Mantequilla: 50 gramos. Para la bechamel. Se puede sustituir por aceite de oliva virgen extra para una opción más saludable.
  • Aceite de Oliva Virgen Extra: Cantidad necesaria para sofreír y freír.
  • Huevo: 2 unidades. Para el rebozado.
  • Pan Rallado: Cantidad necesaria para el rebozado. Se puede utilizar pan rallado casero o pan rallado sin gluten.
  • Sal: Al gusto.
  • Pimienta Negra: Al gusto.
  • Nuez Moscada: Una pizca. Opcional, pero aporta un toque aromático muy agradable a la bechamel.
  • Queso Parmesano Rallado: 30 gramos. Opcional, para añadir un extra de sabor a la masa.

Preparación Paso a Paso: Un Proceso Sencillo pero Detallado

La elaboración de estas croquetas consta de varias etapas:

1. Preparación del Calabacín: El Secreto de una Textura Perfecta

  1. Lava y seca bien el calabacín. Puedes pelarlo o dejarle la piel, dependiendo de tu gusto personal. Si lo pelas, la textura final será más suave. Si dejas la piel, aportará más fibra.
  2. Ralla el calabacín con un rallador grueso.
  3. Coloca el calabacín rallado en un colador con un poco de sal. Esto ayudará a extraer el exceso de agua, evitando que las croquetas queden blandas. Déjalo reposar durante al menos 30 minutos.
  4. Exprime bien el calabacín rallado con las manos o con un paño de cocina limpio para eliminar la mayor cantidad de agua posible. Este paso es crucial para la consistencia de la masa.

2. Sofrito Aromático: La Base del Sabor

  1. En una sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva virgen extra a fuego medio.
  2. Añade la cebolla picada y el ajo picado o laminado. Sofríe hasta que estén transparentes y ligeramente dorados, unos 5-7 minutos. Es importante no quemarlos para que no amarguen.
  3. Incorpora el jamón serrano picado y cocina durante un par de minutos, removiendo constantemente, hasta que esté ligeramente crujiente.
  4. Añade el calabacín rallado y escurrido a la sartén. Cocina durante unos 10-15 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que esté tierno y haya perdido la mayor parte de su humedad.
  5. Retira del fuego y reserva.

3. La Bechamel: El Corazón Cremoso de la Croqueta

  1. En una olla mediana, derrite la mantequilla a fuego medio. Si usas aceite de oliva, caliéntalo suavemente.
  2. Añade la harina de trigo y cocina durante 2-3 minutos, removiendo constantemente con unas varillas, hasta obtener un roux dorado. Esto evitará que la bechamel tenga sabor a harina cruda.
  3. Retira la olla del fuego y añade la leche tibia poco a poco, removiendo enérgicamente con las varillas para evitar que se formen grumos.
  4. Vuelve a colocar la olla a fuego medio y cocina, sin dejar de remover, hasta que la bechamel espese y tenga una consistencia cremosa. Esto puede tardar unos 10-15 minutos.
  5. Sazona con sal, pimienta negra y nuez moscada al gusto. Prueba y ajusta la sazón si es necesario.
  6. Añade el queso parmesano rallado (si lo usas) y remueve hasta que se derrita e incorpore completamente a la bechamel.

4. Uniendo los Sabores: La Masa de las Croquetas

  1. Incorpora el sofrito de calabacín y jamón a la bechamel. Remueve bien para que todos los ingredientes se integren de manera uniforme.
  2. Vierte la masa en una fuente o bandeja, extiéndela uniformemente y cúbrela con papel film pegado a la superficie para evitar que se forme una costra.
  3. Deja enfriar completamente a temperatura ambiente y luego refrigera durante al menos 4 horas, o preferiblemente toda la noche, para que la masa se endurezca y sea más fácil de manejar.

5. Formando las Croquetas: El Arte de Darles Forma

  1. Saca la masa del frigorífico.
  2. Prepara tres platos: uno con harina, otro con huevo batido y otro con pan rallado.
  3. Con la ayuda de dos cucharas o con las manos, toma porciones de masa y dales forma de croquetas. Puedes hacerlas redondas, ovaladas o alargadas, según tu preferencia.
  4. Pasa cada croqueta primero por harina, luego por huevo batido y finalmente

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