La crema de jamón curado es un bocado exquisito, perfecto para untar en tostadas, rellenar volovanes o simplemente disfrutar a cucharadas. Su sabor intenso y su textura suave la convierten en un acompañamiento ideal para aperitivos y entrantes. Esta receta es sorprendentemente fácil y rápida de preparar, transformando ingredientes sencillos en una delicia gourmet.

Ingredientes Necesarios

  • 150 gramos de jamón curado (de buena calidad, preferiblemente ibérico o serrano)
  • 200 ml de nata líquida para cocinar (con al menos 30% de materia grasa)
  • 50 gramos de queso crema (tipo Philadelphia)
  • 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
  • Pimienta negra recién molida (al gusto)
  • Opcional: Un chorrito de vino blanco seco o jerez fino
  • Opcional: Un diente de ajo pequeño (muy picado)

Preparación Paso a Paso

  1. Preparación del Jamón: Corta el jamón curado en trozos pequeños. Esto facilitará su procesamiento en la batidora o robot de cocina. Si tienes jamón en lonchas, simplemente córtalas en tiras y luego en cuadrados.
  2. Sofrito (Opcional): Si deseas intensificar el sabor, calienta el aceite de oliva en una sartén pequeña. Añade el ajo picado (si lo usas) y sofríe a fuego bajo hasta que esté ligeramente dorado y fragante. Ten cuidado de no quemarlo, ya que amargaría la crema. Incorpora el jamón troceado y sofríe durante un par de minutos, removiendo constantemente.
  3. Mezcla de Ingredientes: En el vaso de la batidora o robot de cocina, combina el jamón (sofrito o sin sofreír), la nata líquida, el queso crema y el vino blanco o jerez (si lo usas).
  4. Triturado: Tritura todos los ingredientes hasta obtener una crema suave y homogénea. Es importante que no queden trozos grandes de jamón. Si la crema queda demasiado espesa, puedes añadir un poco más de nata líquida hasta conseguir la consistencia deseada.
  5. Sazonar: Prueba la crema y sazona con pimienta negra recién molida al gusto. Normalmente no es necesario añadir sal, ya que el jamón curado ya es bastante salado. Sin embargo, si crees que le falta, añade una pizca con moderación.
  6. Enfriar: Vierte la crema en un recipiente y cubre con film transparente, asegurándote de que el film toque la superficie de la crema para evitar que se forme una costra; Refrigera durante al menos 30 minutos para que la crema se enfríe y los sabores se mezclen y desarrollen completamente. Idealmente, déjala enfriar durante un par de horas para una mejor consistencia y sabor.
  7. Servir: Sirve la crema de jamón curado fría o a temperatura ambiente. Puedes acompañarla con tostadas de pan, picos de pan, crudités de verduras, o utilizarla como relleno para volovanes, tartaletas o sándwiches.

Consejos y Trucos para una Crema de Jamón Perfecta

  • Calidad del Jamón: La calidad del jamón es fundamental para el resultado final. Utiliza un jamón curado de buena calidad, preferiblemente ibérico o serrano, para un sabor más intenso y auténtico. Un jamón de baja calidad resultará en una crema con un sabor menos pronunciado y posiblemente demasiado salado.
  • Textura: Para una textura más suave, puedes pasar la crema por un colador fino después de triturarla. Esto eliminará cualquier trozo pequeño de jamón que haya quedado sin triturar.
  • Variaciones: Experimenta con diferentes ingredientes para personalizar tu crema de jamón. Puedes añadir un poco de cebollino picado, perejil fresco, o incluso unas gotas de salsa Worcestershire para darle un toque más complejo. También puedes sustituir parte de la nata líquida por leche evaporada para una versión más ligera.
  • Conservación: La crema de jamón curado se conserva bien en el frigorífico durante 3-4 días, en un recipiente hermético. Es importante consumirla dentro de este plazo para garantizar su frescura y sabor.
  • Presentación: Para una presentación más elegante, puedes decorar la crema con unos trocitos de jamón crujiente, un hilo de aceite de oliva virgen extra, o unas hojas de perejil fresco.
  • Para principiantes: Si eres principiante en la cocina, no te preocupes. Esta receta es muy sencilla y no requiere habilidades culinarias avanzadas. Sigue las instrucciones paso a paso y no tengas miedo de experimentar con los ingredientes.
  • Para profesionales: Los chefs profesionales pueden elevar esta crema a un nivel superior utilizando técnicas más avanzadas. Por ejemplo, pueden infusionar la nata con hierbas aromáticas antes de mezclarla con el jamón, o utilizar un sifón de espuma para crear una crema más ligera y aireada.

Maridaje Ideal

La crema de jamón curado marida a la perfección con vinos blancos secos y afrutados, como un Albariño, un Verdejo o un Sauvignon Blanc. También combina bien con vinos espumosos, como un Cava o un Prosecco. Para los amantes del vino tinto, un Rioja joven o un Ribera del Duero con poca crianza pueden ser una buena opción. En cuanto a cervezas, una Lager o una Pale Ale ligera y refrescante complementarán el sabor salado del jamón.

Posibles Errores y Soluciones

  • Crema demasiado salada: Si la crema queda demasiado salada, puedes añadir un poco más de queso crema o nata líquida para equilibrar el sabor. También puedes remojar el jamón en leche durante unos minutos antes de utilizarlo para reducir su contenido de sal.
  • Crema demasiado espesa: Si la crema queda demasiado espesa, añade un poco más de nata líquida hasta conseguir la consistencia deseada.
  • Crema con trozos: Si la crema queda con trozos de jamón, tritúrala durante más tiempo o pásala por un colador fino.
  • Crema sin sabor: Si la crema queda sin sabor, asegúrate de utilizar un jamón de buena calidad y sazona con pimienta negra al gusto. También puedes añadir un poco de ajo picado o unas gotas de salsa Worcestershire para intensificar el sabor.

Conclusión

La crema de jamón curado es una receta versátil y deliciosa que puedes preparar en cuestión de minutos. Es perfecta para cualquier ocasión, desde un aperitivo informal hasta una cena elegante. Con esta receta, podrás sorprender a tus invitados con un bocado gourmet y disfrutar del sabor inigualable del jamón curado. ¡Anímate a probarla y descubre tu propia versión!

Profundizando en el Tema: El Jamón Curado y su Influencia en la Crema

Para comprender completamente la exquisitez de la crema de jamón curado, es crucial entender el papel fundamental del jamón curado en sí. No todos los jamones son iguales, y las diferencias en raza, alimentación del cerdo, proceso de curación y tiempo de maduración impactan directamente en el sabor final de la crema.

Tipos de Jamón Curado: Un Abanico de Sabores

Existen principalmente dos grandes categorías de jamón curado: el jamón ibérico y el jamón serrano. Dentro de cada categoría, encontramos subcategorías que definen aún más su calidad y sabor:

  • Jamón Ibérico: Proviene de cerdos de raza ibérica, criados en libertad en la dehesa y alimentados principalmente con bellotas (en el caso del jamón ibérico de bellota). Su carne es rica en grasa infiltrada, lo que le confiere un sabor intenso, complejo y persistente. Se clasifica en:
    • Jamón Ibérico de Bellota: Considerado el rey de los jamones, proviene de cerdos alimentados exclusivamente con bellotas durante la montanera (periodo de engorde en la dehesa).
    • Jamón Ibérico de Cebo de Campo: Proviene de cerdos alimentados con piensos naturales y pastos en la dehesa.
    • Jamón Ibérico de Cebo: Proviene de cerdos alimentados con piensos naturales en granjas.
  • Jamón Serrano: Proviene de cerdos de raza blanca, criados en granjas y alimentados con piensos. Su sabor es menos intenso que el del jamón ibérico, pero sigue siendo muy apreciado. Se clasifica según el tiempo de curación:
    • Jamón Serrano Bodega: Curación mínima de 9 meses.
    • Jamón Serrano Reserva: Curación mínima de 12 meses.
    • Jamón Serrano Gran Reserva: Curación mínima de 15 meses.

Para la crema de jamón curado, la elección del tipo de jamón dependerá del presupuesto y del sabor deseado. Un jamón ibérico de bellota aportará un sabor inigualable, mientras que un jamón serrano de buena calidad puede ser una opción más económica y igualmente deliciosa.

El Proceso de Curación: Un Arte Milenario

El proceso de curación del jamón es un arte que se ha transmitido de generación en generación. Consiste en una serie de etapas que transforman la pata fresca del cerdo en un producto curado, con un sabor y aroma característicos:

  1. Salazón: La pata se cubre con sal gruesa para deshidratarla y conservarla.
  2. Lavado: Se elimina la sal de la superficie.
  3. Asentamiento: La pata se deja reposar para que la sal se distribuya uniformemente.
  4. Secado: Se somete la pata a un proceso de secado natural o artificial para eliminar la humedad.
  5. Maduración: La pata se deja madurar en bodegas con temperatura y humedad controladas, donde desarrolla su sabor y aroma característicos.

El tiempo de curación varía según el tipo de jamón y el tamaño de la pata. Un jamón ibérico de bellota puede tardar hasta 36 meses en curarse, mientras que un jamón serrano puede estar listo en 9 meses.

El Impacto del Jamón en la Crema: Sabor, Textura y Aroma

El jamón curado aporta a la crema su sabor característico, salado, intenso y con notas a frutos secos y hierbas. La grasa infiltrada del jamón ibérico contribuye a la cremosidad y untuosidad de la crema, mientras que el jamón serrano aporta un sabor más suave y delicado.

El aroma del jamón también es fundamental para la crema. Un jamón curado de buena calidad desprende un aroma intenso y complejo, que se transmite a la crema y la convierte en un bocado irresistible.

Más Allá de la Receta: Experimentación y Creatividad

Una vez dominada la receta básica de la crema de jamón curado, se abre un mundo de posibilidades para la experimentación y la creatividad. Se pueden añadir diferentes ingredientes para personalizar la crema y adaptarla a los gustos de cada uno:

  • Especias: Pimentón dulce o picante, nuez moscada, comino.
  • Hierbas Aromáticas: Romero, tomillo, orégano.
  • Verduras: Pimiento rojo asado, cebolla caramelizada.
  • Quesos: Queso de oveja curado, queso azul.
  • Frutos Secos: Almendras tostadas, nueces.

La clave está en probar diferentes combinaciones y encontrar la que mejor se adapte a nuestros gustos. No hay límites para la creatividad en la cocina, y la crema de jamón curado es un lienzo perfecto para experimentar y crear nuevos sabores.

Consideraciones Finales: Sostenibilidad y Consumo Responsable

Al elegir el jamón curado para nuestra crema, es importante tener en cuenta la sostenibilidad y el consumo responsable. Optar por jamones provenientes de cerdos criados en libertad en la dehesa, alimentados con bellotas y respetando el medio ambiente, contribuye a la conservación de este ecosistema único y a la producción de un producto de alta calidad.

Asimismo, es importante consumir jamón curado con moderación, como parte de una dieta equilibrada y variada. El jamón es un alimento rico en grasas y sodio, por lo que su consumo excesivo puede ser perjudicial para la salud.

En resumen, la crema de jamón curado es un bocado exquisito que combina la sencillez de la receta con la complejidad del sabor del jamón curado. Con esta guía completa, podrás preparar una crema de jamón perfecta y disfrutar de todos sus matices y aromas. ¡Buen provecho!

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