Esta receta de crema de calabacín y pera con jamón es una exquisita combinación de sabores dulces‚ salados y texturas suaves; Es perfecta como entrante elegante‚ cena ligera o incluso como un primer plato reconfortante en los días más frescos. La dulzura natural de la pera complementa la suavidad del calabacín‚ mientras que el jamón crujiente añade un toque salado y umami que eleva el plato a otro nivel. Esta crema es fácil de preparar y adaptable a diferentes gustos y necesidades dietéticas.
La combinación de frutas y verduras en cremas y sopas no es nueva‚ pero la adición de pera al calabacín ofrece una dimensión de sabor inesperada y deliciosa. La inspiración para esta receta proviene de la búsqueda de platos que equilibren lo saludable con lo sabroso‚ utilizando ingredientes de temporada y técnicas culinarias sencillas. La adición del jamón‚ un clásico de la gastronomía española‚ aporta un contraste textural y gustativo que la convierte en una experiencia culinaria memorable.
Comienza lavando y cortando los calabacines en trozos medianos. No es necesario pelarlos si son jóvenes y tienen la piel fina. Pela y pica la cebolla y los dientes de ajo finamente. Pela las peras‚ retira el corazón y córtalas en trozos similares a los del calabacín. Reserva unos trozos de pera para decorar‚ si lo deseas.
En una olla grande o cazuela‚ calienta el aceite de oliva a fuego medio. Añade la cebolla picada y sofríe hasta que esté transparente y ligeramente dorada‚ aproximadamente 5 minutos. Agrega el ajo picado y cocina por un minuto más‚ teniendo cuidado de que no se queme. Incorpora los trozos de calabacín y pera‚ y rehoga durante unos 5-7 minutos‚ removiendo ocasionalmente para que no se peguen.
Vierte el caldo de pollo o verduras sobre las verduras sofritas. Asegúrate de que el caldo cubra completamente los ingredientes. Lleva la mezcla a ebullición‚ luego reduce el fuego a bajo‚ tapa la olla y cocina a fuego lento durante unos 20-25 minutos‚ o hasta que el calabacín y la pera estén muy tiernos.
Retira la olla del fuego y deja que la crema se enfríe ligeramente. Con una batidora de mano o un robot de cocina‚ tritura la mezcla hasta obtener una crema suave y homogénea. Si utilizas un robot de cocina‚ ten cuidado al triturar líquidos calientes‚ ya que pueden salpicar. Si la crema está demasiado espesa‚ añade un poco más de caldo hasta alcanzar la consistencia deseada.
Vuelve a poner la crema en la olla y caliéntala a fuego bajo. Añade la nata líquida (si la utilizas) y remueve para incorporarla. Prueba la crema y ajusta la sazón con sal y pimienta al gusto. Si prefieres una crema más fina‚ puedes pasarla por un colador de malla fina para eliminar cualquier resto de piel o pulpa.
Mientras la crema se calienta‚ prepara el jamón crujiente. Hay varias formas de hacerlo:
Sirve la crema caliente en cuencos individuales. Decora cada cuenco con trozos de jamón crujiente‚ unos trozos de pera reservada (si la utilizaste) y unas hojas de perejil fresco picado (opcional). Un chorrito de aceite de oliva virgen extra también puede realzar el sabor y la presentación del plato.
Es importante destacar que la información nutricional de esta receta puede variar dependiendo de los ingredientes específicos utilizados y las cantidades consumidas. Una estimación aproximada por porción podría ser la siguiente:
Para una información nutricional más precisa‚ se recomienda utilizar una herramienta de cálculo nutricional y registrar los ingredientes y cantidades exactas utilizadas en la receta.
Es fundamental seguir prácticas seguras de manipulación de alimentos al preparar esta receta. Lava bien todas las verduras y frutas antes de cortarlas. Utiliza tablas de cortar y utensilios diferentes para los alimentos crudos y cocidos para evitar la contaminación cruzada. Asegúrate de que el jamón esté en buen estado y dentro de su fecha de caducidad. Cocina la crema a una temperatura segura para matar cualquier bacteria dañina. Refrigera las sobras inmediatamente y consúmelas en un plazo de 2-3 días.
Esta crema es versátil y se puede adaptar para diferentes audiencias:
Es importante evitar clichés como "la crema de calabacín es aburrida" o "el jamón engorda mucho". Esta receta demuestra que la crema de calabacín puede ser un plato delicioso y sofisticado‚ y que el jamón‚ consumido con moderación‚ puede ser parte de una dieta equilibrada. Otro concepto erróneo común es que las cremas son difíciles de preparar. Esta receta demuestra que es un plato sencillo y rápido de hacer.
Este artículo sigue una estructura que va de lo particular a lo general para facilitar la comprensión y el disfrute de la receta:
La crema de calabacín y pera con jamón es una receta que sorprende por su equilibrio de sabores y su facilidad de preparación; Es una opción saludable‚ deliciosa y versátil que se adapta a diferentes ocasiones y gustos. Anímate a probar esta receta y descubre un nuevo mundo de sabores en tu cocina.
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