Los canelones de carne rustida son un plato clásico de la cocina tradicional, especialmente popular en celebraciones y comidas familiares․ Esta receta, transmitida de generación en generación, ofrece un sabor profundo y reconfortante․ A continuación, te guiaremos paso a paso para que puedas preparar este delicioso plato en casa, desde la elección de los ingredientes hasta el montaje final;

Ingredientes Necesarios

La clave de unos buenos canelones reside en la calidad de los ingredientes․ Aquí tienes la lista detallada:

  • Para el Rustido:
    • 1 kg de carne para rustir (preferiblemente ternera, aguja o morcillo)
    • 1 cebolla grande
    • 2 zanahorias medianas
    • 2 tomates maduros
    • 2 dientes de ajo
    • 1 vaso de vino tinto
    • Aceite de oliva virgen extra
    • Sal y pimienta al gusto
    • Hierbas aromáticas (laurel, tomillo)
  • Para la Bechamel:
    • 1 litro de leche entera
    • 100 g de mantequilla
    • 100 g de harina
    • Nuez moscada
    • Sal y pimienta blanca
  • Para el Relleno y Montaje:
    • 24 placas de canelones (precocidas)
    • Queso rallado (parmesano, grana padano o emmental)
    • Aceite de oliva virgen extra

Nota: La cantidad de queso rallado es a gusto del consumidor․ También se puede agregar un poco de paté de hígado al relleno para intensificar el sabor․

Preparación del Rustido: El Corazón del Plato

El rustido es la base de sabor de nuestros canelones․ Requiere tiempo y mimo, pero el resultado merece la pena․

  1. Preparación de la Carne: Salpimentar la carne generosamente․ Cortarla en trozos grandes para facilitar el dorado․
  2. Sofreír la Carne: En una olla grande o cazuela, calentar un buen chorro de aceite de oliva a fuego medio-alto․ Dorar la carne por todos los lados hasta que esté bien sellada․ Retirar la carne y reservar․
  3. Preparación de las Verduras: En la misma olla, añadir la cebolla picada en brunoise (cubos pequeños) y las zanahorias en rodajas․ Sofreír a fuego medio hasta que estén blandas y transparentes (unos 10-15 minutos)․
  4. Añadir Ajo y Tomate: Incorporar los dientes de ajo picados finamente y sofreír durante un minuto, teniendo cuidado de que no se quemen․ Añadir los tomates rallados o picados en cubos pequeños․ Cocinar hasta que el tomate pierda el agua y se concentre el sabor (unos 15-20 minutos)․
  5. Desglasar con Vino: Verter el vaso de vino tinto en la olla y raspar el fondo para despegar los jugos caramelizados․ Dejar que el alcohol se evapore durante unos minutos․
  6. Cocción Lenta y Prolongada: Volver a introducir la carne en la olla․ Añadir las hierbas aromáticas (laurel, tomillo)․ Cubrir la carne con agua o caldo de carne (opcional)․ Llevar a ebullición, luego reducir el fuego a bajo, tapar la olla y cocinar a fuego lento durante al menos 2-3 horas, o hasta que la carne esté muy tierna y se deshaga fácilmente․ Remover ocasionalmente y añadir más líquido si es necesario para evitar que se seque․
  7. Enfriar y Desmenuzar: Una vez que la carne esté cocida, retirarla de la olla y dejarla enfriar un poco․ Desmenuzarla con las manos o con dos tenedores․ Reservar el jugo de cocción․
  8. Triturar la Salsa: Retirar las hierbas aromáticas del jugo de cocción․ Triturar la salsa con una batidora hasta obtener una crema fina y homogénea․ Si la salsa está demasiado líquida, reducirla a fuego lento hasta obtener la consistencia deseada․

Preparación de la Bechamel Casera

Una bechamel suave y cremosa es esencial para unos canelones perfectos․ Evita las bechamel de brick, ¡la diferencia es notable!

  1. Fundir la Mantequilla: En una cacerola, fundir la mantequilla a fuego medio․
  2. Añadir la Harina: Incorporar la harina de golpe y remover enérgicamente con una varilla para evitar que se formen grumos․ Cocinar durante 2-3 minutos, removiendo constantemente, hasta obtener un roux (una pasta de harina y mantequilla cocida)․
  3. Añadir la Leche Caliente: Verter la leche caliente poco a poco, removiendo constantemente con la varilla para evitar que se formen grumos․ Es importante que la leche esté caliente para que la bechamel quede suave y sin grumos․
  4. Cocinar y Sazonar: Cocinar la bechamel a fuego medio-bajo, removiendo constantemente, hasta que espese y tenga la consistencia deseada (unos 10-15 minutos)․ Sazonar con sal, pimienta blanca y nuez moscada al gusto․
  5. Textura Perfecta: La bechamel debe ser suave, cremosa y sin grumos․ Si quedan grumos, se puede pasar por un colador fino․

Montaje de los Canelones

Una vez que tenemos el rustido y la bechamel listos, es hora de montar los canelones․ Este es el momento de la verdad․

  1. Preparación de las Placas: Si utilizas placas de canelones precocidas, sigue las instrucciones del fabricante․ Generalmente, se remojan en agua caliente durante unos minutos para ablandarlas․ Si utilizas placas de canelones secas, hiérvelas durante el tiempo indicado en el paquete․ Extender las placas sobre un paño limpio para que se sequen un poco․
  2. Rellenar los Canelones: Colocar una cucharada generosa de rustido desmenuzado en cada placa de canelón․ Enrollar la placa con cuidado para formar el canelón․
  3. Colocar los Canelones: Cubrir el fondo de una fuente para horno con una fina capa de bechamel; Colocar los canelones rellenos en la fuente, uno al lado del otro․
  4. Cubrir con Bechamel y Queso: Cubrir los canelones con el resto de la bechamel, asegurándose de que queden bien cubiertos․ Espolvorear con abundante queso rallado․
  5. Gratinar en el Horno: Precalentar el horno a 180°C․ Hornear los canelones durante unos 20-25 minutos, o hasta que estén dorados y burbujeantes․ Si el queso se dora demasiado rápido, cubrir la fuente con papel de aluminio․
  6. Reposo y Servir: Dejar reposar los canelones durante unos minutos antes de servir․ Esto permite que los sabores se asienten y que la bechamel se espese un poco․ Servir calientes․

Trucos y Consejos para unos Canelones Perfectos

  • Calidad de la Carne: Utiliza carne de buena calidad para el rustido․ La aguja o el morcillo son ideales porque tienen grasa intramuscular que le da sabor y jugosidad al plato․
  • Tiempo de Cocción: No escatimes en el tiempo de cocción del rustido․ Cuanto más tiempo se cocine a fuego lento, más tierno y sabroso será․
  • Sabor Intenso: Añade un poco de paté de hígado al rustido para intensificar el sabor․
  • Bechamel sin Grumos: Asegúrate de que la leche esté caliente al añadirla a la harina y remueve constantemente con una varilla para evitar que se formen grumos․
  • Variedad de Quesos: Utiliza una mezcla de quesos rallados para darle más sabor a los canelones․ Parmesano, grana padano, emmental o incluso un poco de queso manchego curado son buenas opciones․
  • Congelar: Los canelones se pueden congelar una vez montados y horneados․ Descongelar en el refrigerador durante la noche y calentar en el horno antes de servir․
  • Para los más pequeños: Se puede triturar una parte del rustido para que los niños pequeños puedan comerlo más fácilmente․
  • Acompañamiento: Sirve los canelones con una ensalada fresca para equilibrar el plato․

Variaciones de la Receta

Aunque la receta tradicional es deliciosa, puedes adaptarla a tus gustos y necesidades․ Aquí tienes algunas variaciones:

  • Canelones Vegetarianos: Rellena los canelones con espinacas, ricotta y nueces․
  • Canelones de Pollo: Sustituye la carne de ternera por pollo rustido․
  • Canelones de Pescado: Rellena los canelones con bacalao desmigado y sofrito con cebolla y tomate․
  • Canelones con Setas: Añade setas salteadas al rustido para darle un toque terroso․
  • Canelones sin Gluten: Utiliza placas de canelones sin gluten y harina sin gluten para la bechamel․
  • Canelones Veganos: Sustituye la carne por soja texturizada hidratada y utiliza leche vegetal y margarina vegetal para la bechamel․

Conclusión

Los canelones de carne rustida son un plato que evoca recuerdos de infancia y celebraciones familiares․ Con esta receta paso a paso y los trucos y consejos que te hemos dado, podrás preparar unos canelones deliciosos y sorprender a tus invitados․ ¡Anímate a probar esta receta tradicional y disfruta de un plato lleno de sabor y tradición!

La belleza de esta receta reside en su capacidad de adaptación y en el cariño que se le dedica durante su preparación․ No se trata solo de seguir una serie de pasos, sino de impregnar el plato con la esencia de la cocina casera y el amor por la buena comida․ Cada familia tiene su propia versión, sus pequeños secretos que se transmiten de generación en generación․ Así que, no tengas miedo de experimentar y de añadir tu toque personal a esta receta clásica․

En definitiva, los canelones de carne rustida son mucho más que un plato; son un símbolo de unión, de celebración y de tradición․ Son una invitación a compartir momentos especiales alrededor de la mesa, disfrutando de la compañía de nuestros seres queridos y del placer de la buena comida․

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