Los guisantes con jamón son un plato emblemático de la gastronomía española, apreciado por su sencillez, sabor y versatilidad. Desde las cocinas más humildes hasta los restaurantes de alta cocina, esta receta ha sabido conquistar paladares a lo largo de generaciones. Este artículo te guiará a través de la preparación de este delicioso plato, explorando desde la elección de los ingredientes hasta los trucos para lograr un resultado perfecto. Nos adentraremos en las variantes regionales y las adaptaciones modernas, ofreciendo una visión completa de este clásico culinario.

Ingredientes Necesarios

La calidad de los ingredientes es fundamental para obtener unos guisantes con jamón deliciosos. Aquí te detallamos los ingredientes esenciales:

  • Guisantes: 500 gramos (frescos, congelados o en conserva). La elección del tipo de guisante influirá en el sabor y la textura final del plato.
  • Jamón: 150-200 gramos de jamón serrano o ibérico, cortado en taquitos o virutas. El jamón es el alma de este plato, por lo que es importante elegir uno de buena calidad.
  • Cebolla: 1 cebolla mediana, picada finamente. La cebolla aporta dulzor y base de sabor al sofrito.
  • Ajo: 2 dientes de ajo, picados finamente. El ajo realza el sabor del jamón y los guisantes.
  • Aceite de oliva virgen extra: Cantidad necesaria para sofreír. El aceite de oliva es la grasa ideal para cocinar en la cocina mediterránea.
  • Vino blanco: 50 ml (opcional). Un chorrito de vino blanco puede realzar los sabores del plato.
  • Caldo de pollo o agua: 200 ml. El caldo o agua ayuda a cocinar los guisantes y a crear una salsa ligera.
  • Sal y pimienta negra recién molida: Al gusto. Es importante sazonar con moderación, ya que el jamón ya aporta sal.
  • Perejil fresco picado: Para decorar (opcional). El perejil fresco añade un toque de frescura y color al plato.

Preparación Paso a Paso

La preparación de los guisantes con jamón es sencilla, pero requiere atención a los detalles para lograr un resultado óptimo. Sigue estos pasos:

  1. Preparar los ingredientes: Picar finamente la cebolla y el ajo. Cortar el jamón en taquitos o virutas. Si utilizas guisantes frescos, desgranarlos. Si son congelados, descongelarlos ligeramente. Si son en conserva, escurrirlos bien.
  2. Sofrito: Calentar un poco de aceite de oliva virgen extra en una cazuela o sartén grande a fuego medio. Añadir la cebolla picada y sofreír hasta que esté transparente y tierna, unos 5-7 minutos. Añadir el ajo picado y sofreír durante un minuto más, cuidando que no se queme.
  3. Añadir el jamón: Incorporar el jamón a la cazuela y sofreír durante unos minutos hasta que esté ligeramente dorado y suelte su aroma. Es importante no cocinarlo demasiado para que no se seque.
  4. Incorporar los guisantes: Añadir los guisantes a la cazuela y remover para que se impregnen con los sabores del sofrito y el jamón.
  5. Añadir el líquido: Verter el vino blanco (si se utiliza) y dejar que se evapore el alcohol durante un minuto. Añadir el caldo de pollo o agua, suficiente para cubrir los guisantes casi por completo.
  6. Cocinar a fuego lento: Bajar el fuego a bajo, tapar la cazuela y cocinar a fuego lento durante 10-15 minutos, o hasta que los guisantes estén tiernos. El tiempo de cocción dependerá del tipo de guisante utilizado. Si utilizas guisantes frescos, necesitarán más tiempo de cocción que los congelados o en conserva.
  7. Sazonar: Probar y sazonar con sal y pimienta negra recién molida al gusto. Recuerda que el jamón ya aporta sal, así que añade sal con moderación.
  8. Servir: Servir los guisantes con jamón calientes, espolvoreados con perejil fresco picado (opcional).

Trucos y Consejos para un Resultado Perfecto

Para lograr unos guisantes con jamón realmente excepcionales, ten en cuenta estos trucos y consejos:

  • Calidad del jamón: Utiliza un jamón de buena calidad, preferiblemente serrano o ibérico, para un sabor más intenso y auténtico. El jamón ibérico aporta un sabor y aroma inigualables.
  • Tipo de guisantes: Si utilizas guisantes frescos, elige los que tengan vainas tersas y llenas. Los guisantes congelados son una buena opción si no tienes acceso a guisantes frescos. Los guisantes en conserva son la opción más rápida, pero suelen tener menos sabor y textura.
  • Sofrito lento: Sofríe la cebolla y el ajo a fuego lento para que se caramelicen y liberen su dulzor natural. Un sofrito bien hecho es la base de un plato sabroso.
  • No sobrecocinar los guisantes: Cocina los guisantes hasta que estén tiernos, pero no blandos. Los guisantes sobrecocidos pierden su textura y sabor.
  • Espesar la salsa: Si quieres una salsa más espesa, puedes añadir una cucharadita de harina de trigo al sofrito antes de añadir los guisantes y el líquido. También puedes triturar una pequeña cantidad de guisantes cocidos y añadirlos a la salsa.
  • Variaciones: Experimenta con diferentes ingredientes, como zanahoria picada, pimiento verde picado o un poco de tomate triturado, para darle un toque personal al plato.

Variantes Regionales y Adaptaciones Modernas

Los guisantes con jamón, como muchos platos tradicionales, tienen variantes regionales y adaptaciones modernas que enriquecen su diversidad. Algunas de las más populares son:

  • Guisantes a la catalana: Esta variante incluye butifarra negra, además de jamón.
  • Guisantes con huevo escalfado: Un huevo escalfado sobre los guisantes añade cremosidad y riqueza al plato.
  • Guisantes con menta: Unas hojas de menta fresca picada aportan un toque refrescante al plato.
  • Guisantes veganos: Se puede preparar una versión vegana sustituyendo el jamón por setas salteadas o tofu ahumado.

Beneficios Nutricionales de los Guisantes con Jamón

Además de ser deliciosos, los guisantes con jamón ofrecen una buena cantidad de nutrientes. Los guisantes son una buena fuente de:

  • Fibra: Ayuda a regular el tránsito intestinal y a controlar los niveles de colesterol.
  • Proteínas: Contribuyen a la construcción y reparación de tejidos.
  • Vitaminas: Especialmente vitamina K, vitamina C y vitaminas del grupo B.
  • Minerales: Como hierro, magnesio y potasio.

El jamón, por su parte, aporta proteínas de alta calidad y grasas saludables, aunque también es rico en sodio, por lo que debe consumirse con moderación.

Conclusión

Los guisantes con jamón son un plato sencillo, sabroso y nutritivo que forma parte del patrimonio culinario español. Con esta guía completa, podrás preparar este clásico en casa y disfrutar de su sabor auténtico. Experimenta con diferentes ingredientes y adaptaciones para crear tu propia versión de este plato atemporal.

Este artículo ha sido elaborado con el objetivo de proporcionar una guía completa y detallada sobre la preparación de guisantes con jamón. Se ha tenido en cuenta la precisión de la información y la claridad de las explicaciones. Sin embargo, las preferencias personales pueden variar, por lo que se recomienda adaptar la receta a tus propios gustos y necesidades.

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