El solomillo relleno de jamón y queso es un plato clásico que nunca falla. Su combinación de texturas y sabores lo convierte en una opción ideal tanto para una comida familiar como para una cena especial. Esta receta paso a paso te guiará para que prepares un solomillo relleno jugoso, tierno y lleno de sabor, sin importar si eres un principiante o un chef experimentado.

¿Por Qué Elegir Solomillo Relleno?

Antes de sumergirnos en la receta, exploremos brevemente por qué el solomillo relleno es una excelente elección. La respuesta reside en su versatilidad y la capacidad de adaptarse a diferentes gustos. El solomillo, de por sí, es una carne magra y tierna. Al rellenarlo con jamón y queso, se le añade jugosidad, un punto salado y una cremosidad irresistible. Además, permite variaciones infinitas: puedes experimentar con diferentes tipos de queso, jamón, hierbas aromáticas e incluso añadir verduras para personalizarlo a tu gusto.

Ingredientes Necesarios

La calidad de los ingredientes es crucial para el éxito de cualquier plato. Para esta receta, necesitarás:

  • 1 solomillo de cerdo (aproximadamente 800g ⎼ 1 kg): Busca una pieza de carne fresca y de buena calidad. Un solomillo más grueso facilita el proceso de rellenado y mantiene la jugosidad durante la cocción.
  • 150g de jamón serrano (en lonchas finas): El jamón serrano aporta un sabor intenso y salado que complementa a la perfección la suavidad del solomillo. Considera también el jamón ibérico para una experiencia aún más gourmet.
  • 150g de queso (en lonchas): Puedes utilizar queso havarti, emmental, gouda o incluso mozzarella. La elección del queso dependerá de tus preferencias personales. Un queso que funda bien es ideal.
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra: Utiliza un buen aceite de oliva para sellar el solomillo y añadir sabor.
  • Sal y pimienta negra recién molida: Para sazonar la carne al gusto.
  • Opcional: Hierbas aromáticas frescas (romero, tomillo, salvia): Para darle un toque extra de sabor y aroma al solomillo.
  • Opcional: 1 cebolla pequeña: Para el sofrito de base, si se desea.
  • Opcional: 1 diente de ajo: Para el sofrito de base, si se desea.
  • Opcional: Un chorrito de vino blanco seco: Para desglasar la sartén después de sellar el solomillo.

Preparación Paso a Paso

Paso 1: Preparación del Solomillo

  1. Limpiar el solomillo: Retira cualquier membrana o grasa superficial que pueda tener el solomillo. Esto ayudará a que la carne quede más tierna y se cocine de manera uniforme.
  2. Abrir el solomillo: Coloca el solomillo sobre una tabla de cortar. Con un cuchillo afilado, realiza un corte longitudinal a lo largo del solomillo, sin llegar a separarlo por completo. Ábrelo como si fuera un libro. Si es necesario, puedes hacer otro corte en perpendicular al primero para crear una superficie más amplia para el relleno.
  3. Aplanar el solomillo (opcional): Para asegurar que el solomillo tenga un grosor uniforme y se cocine de manera pareja, puedes cubrirlo con papel film y golpearlo suavemente con un mazo de cocina hasta aplanarlo ligeramente. Ten cuidado de no romper la carne.
  4. Sazonar el solomillo: Salpimienta el solomillo por dentro y por fuera. Si utilizas hierbas aromáticas frescas, espolvoréalas sobre la superficie interior del solomillo.

Paso 2: Rellenar el Solomillo

  1. Colocar el jamón: Cubre la superficie interior del solomillo con lonchas de jamón serrano, asegurándote de que se superpongan ligeramente para cubrir toda la superficie.
  2. Añadir el queso: Cubre el jamón con lonchas de queso. Asegúrate de que el queso cubra toda la superficie del jamón. Si utilizas queso rallado, espolvoréalo uniformemente sobre el jamón.
  3. Cerrar el solomillo: Cierra el solomillo, doblando una mitad sobre la otra. Asegúrate de que el relleno quede bien contenido dentro del solomillo.
  4. Sujetar el solomillo: Utiliza hilo de cocina para atar el solomillo a intervalos regulares (aproximadamente cada 3-4 cm). Esto ayudará a mantener el solomillo cerrado durante la cocción y evitará que el relleno se escape. También puedes utilizar palillos de dientes para sujetar el solomillo, pero asegúrate de retirarlos antes de servir.

Paso 3: Sellar y Cocinar el Solomillo

  1. Calentar el aceite: Calienta el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto. La sartén debe estar lo suficientemente caliente para sellar la carne rápidamente, pero no tan caliente como para quemar el aceite.
  2. Sellar el solomillo: Coloca el solomillo en la sartén caliente y séllalo por todos los lados hasta que esté dorado. El sellado ayuda a retener la jugosidad de la carne. Este proceso tomará unos 2-3 minutos por lado.
  3. Sofrito (opcional): Si deseas añadir un sofrito, retira el solomillo de la sartén y añade la cebolla picada y el ajo picado a la sartén. Sofríe hasta que estén dorados y blandos.
  4. Desglasar (opcional): Si utilizas un sofrito, puedes desglasar la sartén con un chorrito de vino blanco seco después de sofreír la cebolla y el ajo. Raspa el fondo de la sartén para liberar los sabores caramelizados.
  5. Hornear el solomillo: Precalienta el horno a 180°C (350°F). Coloca el solomillo sellado en una fuente para horno. Si utilizaste sofrito y desglasaste la sartén, puedes verter el sofrito sobre el solomillo.
  6. Tiempo de cocción: Hornea el solomillo durante 20-25 minutos, o hasta que esté cocido a tu gusto. El tiempo de cocción dependerá del grosor del solomillo y de tu preferencia por el punto de cocción. Utiliza un termómetro de cocina para asegurarte de que el solomillo alcance la temperatura interna deseada. Para un punto medio, la temperatura interna debe ser de 63°C (145°F). Para un punto bien hecho, la temperatura interna debe ser de 71°C (160°F).

Paso 4: Reposo y Servir

  1. Reposo: Retira el solomillo del horno y déjalo reposar durante al menos 10 minutos antes de cortarlo. El reposo permite que los jugos se redistribuyan a través de la carne, lo que resulta en un solomillo más jugoso y tierno.
  2. Cortar y servir: Retira el hilo de cocina o los palillos de dientes. Corta el solomillo en rodajas de aproximadamente 1-2 cm de grosor. Sirve el solomillo relleno de jamón y queso caliente, acompañado de tu guarnición favorita.

Guarniciones Sugeridas

El solomillo relleno de jamón y queso combina bien con una variedad de guarniciones. Algunas sugerencias incluyen:

  • Patatas asadas: Clásicas y siempre deliciosas. Puedes asarlas con hierbas aromáticas y ajo para un sabor extra.
  • Puré de patatas: Suave y cremoso, el puré de patatas es un acompañamiento reconfortante.
  • Verduras a la plancha: Espárragos, calabacín, pimientos... las verduras a la plancha añaden un toque fresco y saludable al plato.
  • Ensalada verde: Una ensalada verde con una vinagreta ligera complementa la riqueza del solomillo.
  • Salsa de champiñones: Una salsa cremosa de champiñones eleva el plato a otro nivel.

Consejos Adicionales

  • Variaciones en el relleno: Experimenta con diferentes tipos de queso y jamón. Prueba con queso de cabra, queso azul, jamón ibérico o incluso añadir espinacas salteadas al relleno.
  • Marinado: Para un sabor aún más intenso, puedes marinar el solomillo antes de rellenarlo. Una marinada sencilla de aceite de oliva, ajo picado, hierbas aromáticas y zumo de limón le dará un toque especial.
  • Punto de cocción: Utiliza un termómetro de cocina para asegurarte de que el solomillo alcance el punto de cocción deseado. Recuerda que la temperatura interna continuará aumentando ligeramente durante el reposo.
  • No sobrecocinar: El solomillo es una carne magra que puede secarse fácilmente si se sobrecocina. Presta atención al tiempo de cocción y utiliza un termómetro para evitarlo.

Conclusión

El solomillo relleno de jamón y queso es un plato versátil y delicioso que impresionará a tus invitados. Con esta receta paso a paso y algunos consejos adicionales, estarás listo para preparar un solomillo relleno jugoso, tierno y lleno de sabor. ¡Anímate a probarlo y disfruta de un festín para el paladar!

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