Los sacramentos rellenos de jamón y queso son un clásico de la panadería argentina, perfectos para disfrutar como aperitivo, merienda o incluso como parte de una comida. Su masa suave y ligeramente dulce, combinada con el sabor salado del jamón y el queso derretido, los convierte en una opción irresistible para grandes y chicos. En esta guía completa, te enseñaremos a preparar sacramentos rellenos de jamón y queso caseros, paso a paso, desde cero. Cubriremos todos los aspectos, desde la elección de los ingredientes hasta los trucos para lograr una masa perfecta y un relleno jugoso. Además, exploraremos algunas variaciones y consejos para adaptar la receta a tus gustos y necesidades.
Antes de sumergirnos en la receta, es importante entender qué son exactamente los sacramentos. Se trata de una masa similar a la de las medialunas, pero con una forma característica y un relleno salado. Tradicionalmente, se rellenan con jamón y queso, pero existen variantes con otros ingredientes como pollo, verduras o incluso rellenos agridulces. Su nombre, "sacramento", tiene un origen incierto, pero se cree que podría estar relacionado con alguna tradición religiosa o con la forma de bendición que se les da al hornearlos.
Para preparar unos deliciosos sacramentos rellenos de jamón y queso, necesitarás los siguientes ingredientes:
En un bowl grande, disolver la levadura fresca en la leche tibia con una cucharadita de azúcar. Dejar reposar por unos 5-10 minutos hasta que se forme una espuma en la superficie. Esto indica que la levadura está activa.
Agregar la harina, el azúcar y la sal al bowl con la levadura activada. Mezclar con una cuchara de madera o espátula hasta integrar todos los ingredientes.
Incorporar la manteca pomada y amasar con las manos sobre una superficie enharinada durante unos 10-15 minutos, hasta obtener una masa lisa y elástica. Si la masa está muy pegajosa, agregar un poco más de harina, pero sin excederse para no endurecerla.
Formar un bollo con la masa, colocarlo en un bowl limpio, cubrirlo con un paño húmedo y dejarlo reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que duplique su volumen. El tiempo de levado puede variar según la temperatura ambiente.
Una vez que la masa haya levado, desgasificarla (presionarla suavemente para eliminar el aire) y estirarla sobre una superficie enharinada formando un rectángulo de aproximadamente 30x40 cm.
Cortar el rectángulo en cuadrados de aproximadamente 10x10 cm. La cantidad de cuadrados dependerá del tamaño del rectángulo y del tamaño deseado de los sacramentos.
Colocar una feta de jamón y una feta de queso en el centro de cada cuadrado.
Doblar los cuadrados en forma de triángulo, sellando bien los bordes para evitar que el relleno se escape durante la cocción. Puedes usar un tenedor para presionar los bordes y asegurarte de que queden bien sellados.
Colocar los sacramentos rellenos en una bandeja para horno previamente engrasada o cubierta con papel de hornear, dejando espacio entre ellos para que puedan crecer.
Cubrir los sacramentos con un paño húmedo y dejarlos reposar durante unos 20-30 minutos para que leven por segunda vez.
Precalentar el horno a 180°C (horno medio).
Pintar los sacramentos con huevo batido para darles un color dorado y brillante.
Hornear durante unos 15-20 minutos, o hasta que estén dorados. El tiempo de cocción puede variar según el horno, así que estate atento para que no se quemen.
Retirar los sacramentos del horno y dejarlos enfriar sobre una rejilla antes de servir.
La calidad de los ingredientes importa: Utiliza ingredientes frescos y de buena calidad para obtener el mejor sabor y textura. Especialmente, elige un buen jamón y un queso que se derrita bien.
No te excedas con la harina: Agregar demasiada harina puede endurecer la masa. Añade harina gradualmente hasta obtener la consistencia deseada.
Respeta los tiempos de levado: Los tiempos de levado son cruciales para que la masa crezca y se vuelva esponjosa. No apresures el proceso y déjala levar en un lugar cálido.
Sella bien los bordes: Asegúrate de sellar bien los bordes de los sacramentos para evitar que el relleno se escape durante la cocción.
Experimenta con el relleno: Si bien el relleno clásico es de jamón y queso, puedes experimentar con otros ingredientes como pollo, verduras, aceitunas, tomate seco, etc.
Congela los sacramentos: Si preparas una gran cantidad de sacramentos, puedes congelarlos una vez horneados. Para descongelarlos, déjalos a temperatura ambiente durante unas horas o caliéntalos en el horno a baja temperatura.
Variaciones para principiantes: Para simplificar la receta, puedes utilizar masa de hojaldre comprada en lugar de preparar la masa casera. El resultado no será exactamente el mismo, pero será una opción más rápida y fácil.
Variaciones para profesionales: Si tienes experiencia en panadería, puedes experimentar con diferentes tipos de harina (harina integral, harina de centeno), agregar especias a la masa (orégano, pimentón), o utilizar diferentes técnicas de amasado para obtener una masa aún más sofisticada;
Esta receta se puede adaptar para satisfacer las necesidades de diferentes audiencias:
Para principiantes: Simplifica la receta utilizando masa de hojaldre comprada y un relleno básico de jamón y queso. Enfócate en seguir los pasos básicos y no te preocupes por los detalles técnicos.
Para profesionales: Experimenta con diferentes tipos de harina, especias y técnicas de amasado para crear una versión gourmet de los sacramentos. Investiga sobre las propiedades de diferentes ingredientes y cómo afectan la textura y el sabor de la masa.
Para personas con restricciones alimentarias: Adapta la receta para que sea apta para celíacos (utilizando harina sin gluten), veganos (utilizando leche vegetal y un relleno vegano) o personas con alergias (evitando los ingredientes alergénicos).
Es importante evitar algunos clichés y conceptos erróneos comunes al hablar de sacramentos rellenos de jamón y queso:
No todos los sacramentos son iguales: La receta y el sabor de los sacramentos pueden variar según la panadería o la región. No asumas que todos los sacramentos son idénticos.
No son un producto de panadería industrial: Si bien existen versiones industriales de los sacramentos, la receta casera es mucho más sabrosa y saludable. Evita comparar los sacramentos caseros con los industriales.
No son solo para el desayuno: Si bien son populares para el desayuno, los sacramentos rellenos de jamón y queso se pueden disfrutar en cualquier momento del día.
Preparar sacramentos rellenos de jamón y queso caseros puede parecer un desafío al principio, pero con esta guía completa y detallada, estarás listo para crear un bocado delicioso y satisfactorio. Recuerda seguir los pasos cuidadosamente, utilizar ingredientes de buena calidad y experimentar con diferentes rellenos y variaciones para adaptar la receta a tus gustos personales. ¡Disfruta de tus sacramentos caseros!