El pollo relleno de jamón y queso al horno es un plato clásico, reconfortante y relativamente sencillo de preparar, ideal tanto para una comida familiar de domingo como para una ocasión especial. Esta receta, que combina la jugosidad del pollo con la salinidad del jamón y la cremosidad del queso, es un éxito asegurado. A continuación, te guiaremos paso a paso para que puedas preparar este delicioso plato en casa.
Deshuesado (opción más profesional): Deshuesar un pollo entero puede parecer intimidante al principio, pero con un poco de práctica, se vuelve más sencillo. Se necesita un cuchillo afilado y paciencia. Comienza separando la piel de la carne con cuidado, trabajando alrededor de las articulaciones para liberar los huesos. Presta especial atención a las alas y los muslos, donde las articulaciones son más complejas. El objetivo es extraer todos los huesos manteniendo la piel intacta. Hay numerosos tutoriales en video disponibles en línea que pueden ser de gran ayuda.
Apertura tipo libro (opción más sencilla): Si el deshuesado te resulta complicado, una alternativa es pedirle al carnicero que te abra el pollo por la pechuga, "tipo libro". Esto significa que la pechuga se corta a lo largo del esternón y se abre hacia los lados, creando una superficie plana sobre la que colocar el relleno. También puedes hacerlo tú mismo con un cuchillo afilado, cortando con cuidado a lo largo del hueso del esternón.
Una vez deshuesado o abierto, extiende el pollo sobre una superficie limpia y seca. Salpimienta generosamente por dentro y por fuera.
Aunque el jamón y el queso son los ingredientes principales, un sofrito puede elevar el relleno a otro nivel. Calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Añade la cebolla picada y sofríe hasta que esté transparente y ligeramente dorada. Agrega el ajo picado y cocina por un minuto más, hasta que desprenda su aroma. Si lo deseas, puedes añadir otras verduras picadas finamente, como pimiento rojo o champiñones, para un relleno más complejo.
Retira el sofrito del fuego y déjalo enfriar un poco. Si usas vino blanco, añádelo a la sartén después de retirar el sofrito y deja que se reduzca a la mitad para intensificar su sabor. Incorpora el vino reducido (si lo usas) al sofrito y mezcla bien. Añade las hierbas provenzales y ajusta la sal y la pimienta al gusto.
Extiende el pollo sobre una superficie plana, con la piel hacia abajo (si está deshuesado) o con la pechuga abierta (si está abierto tipo libro). Cubre la superficie interior del pollo con el sofrito preparado, extendiéndolo uniformemente. A continuación, coloca las lonchas de jamón y queso sobre el sofrito, cubriendo toda la superficie. Si lo deseas, puedes añadir una capa de queso rallado entre las lonchas de jamón y queso para un extra de cremosidad.
Una vez relleno, cierra el pollo con cuidado, intentando que el relleno quede bien contenido. Si el pollo está deshuesado, puedes coser la abertura con hilo de cocina para asegurarte de que el relleno no se salga durante la cocción. Si está abierto tipo libro, simplemente júntalo lo más posible y átalo con hilo de cocina en varios puntos para mantenerlo cerrado.
Precalienta el horno a 180°C (350°F). Coloca el pollo relleno en una bandeja para hornear. Si lo deseas, puedes añadir verduras cortadas en trozos grandes (patatas, zanahorias, cebollas, pimientos) alrededor del pollo para que se cocinen junto con él y absorban sus jugos.
Rocía el pollo con un poco de aceite de oliva. Si usas queso rallado para gratinar, espolvoréalo sobre el pollo en este momento. Hornea el pollo durante aproximadamente 1 hora y 15 minutos a 1 hora y 30 minutos, o hasta que esté dorado y la temperatura interna alcance los 75°C (165°F). El tiempo de cocción dependerá del tamaño del pollo y de la potencia de tu horno.
Durante la cocción, puedes bañar el pollo con sus propios jugos cada 20-30 minutos para mantenerlo jugoso y evitar que se seque. Si ves que se dora demasiado rápido, puedes cubrirlo con papel de aluminio durante la última parte de la cocción.
Una vez cocido, retira el pollo del horno y déjalo reposar durante al menos 10 minutos antes de cortarlo. Esto permitirá que los jugos se redistribuyan y evitará que se seque al cortarlo. Retira el hilo de cocina y corta el pollo en rodajas gruesas. Sirve el pollo relleno de jamón y queso caliente, acompañado de las verduras horneadas (si las has usado) y de tu guarnición favorita. Una ensalada fresca complementa muy bien este plato.
El éxito de esta receta radica en la correcta aplicación de varias técnicas culinarias:
El pollo relleno de jamón y queso al horno es más que una simple receta; es una oportunidad para experimentar en la cocina y crear un plato único y personal. No tengas miedo de modificar la receta, de probar nuevos ingredientes y de adaptar las técnicas a tus gustos y habilidades. Lo más importante es disfrutar del proceso y compartir el resultado con tus seres queridos.
Este plato también es un buen ejemplo de cómo combinar ingredientes sencillos y accesibles para crear una comida deliciosa y nutritiva. Es una opción versátil que se adapta a diferentes ocasiones y que siempre es un éxito garantizado.
Si eres principiante en la cocina, no te preocupes, esta receta es más fácil de lo que parece. Aquí tienes algunos consejos para simplificar la tarea:
Si eres un cocinero experimentado, puedes llevar esta receta a otro nivel con las siguientes ideas:
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