La pizza de jamón casera es un clásico que nunca falla. Es una opción perfecta para una cena rápida, una reunión con amigos o simplemente para disfrutar de un delicioso plato hecho en casa. Esta receta te guiará paso a paso para que prepares una pizza de jamón exquisita, con una masa crujiente y un sabor irresistible. Además, exploraremos variaciones, trucos y consejos para personalizar tu pizza al máximo.
Ingredientes
Para la Masa:
- 300g de harina de trigo (idealmente de fuerza)
- 200ml de agua tibia
- 15g de levadura fresca (o 5g de levadura seca)
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharada de aceite de oliva
Para la Salsa:
- 400g de tomate triturado
- 1 diente de ajo picado
- 1 cucharadita de orégano seco
- 1/2 cucharadita de azúcar (opcional, para reducir la acidez)
- Sal y pimienta al gusto
- 2 cucharadas de aceite de oliva
Para el Relleno:
- 200g de queso mozzarella rallado
- 150g de jamón cocido en lonchas
- Opcional: aceitunas negras, champiñones laminados, pimiento rojo en tiras.
Preparación
1. Preparación de la Masa:
- Activar la Levadura: En un bol pequeño, disuelve la levadura en el agua tibia. Añade una cucharadita de azúcar (esto ayuda a activar la levadura). Deja reposar durante unos 5-10 minutos, hasta que veas que se forma una espuma en la superficie. Es crucial que el agua no esté demasiado caliente, ya que podría matar la levadura.
- Mezclar los Ingredientes Secos: En un bol grande, mezcla la harina y la sal. Crea un hueco en el centro.
- Añadir los Ingredientes Líquidos: Vierte la mezcla de levadura en el hueco de la harina. Añade también el aceite de oliva.
- Amasar: Comienza a mezclar los ingredientes con una cuchara de madera o con las manos. Cuando la masa empiece a formarse, trasládala a una superficie enharinada. Amasa durante unos 10-15 minutos, hasta que la masa esté suave, elástica y no se pegue a las manos. Si la masa está demasiado pegajosa, añade un poco más de harina, una cucharada a la vez. Si está demasiado seca, añade un poco de agua, una cucharadita a la vez. Amasar correctamente es fundamental para obtener una masa con la textura adecuada. La clave está en ser paciente y constante.
- Primer Levado: Forma una bola con la masa y colócala en un bol ligeramente engrasado con aceite de oliva. Cubre el bol con un paño húmedo o papel film y deja que la masa repose en un lugar cálido durante al menos 1 hora, o hasta que haya duplicado su tamaño. El tiempo de levado puede variar dependiendo de la temperatura ambiente. En un día frío, puede tardar más tiempo.
2. Preparación de la Salsa:
- Sofreír el Ajo: En una sartén, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Añade el ajo picado y sofríe durante unos segundos, hasta que esté fragante. Ten cuidado de no quemar el ajo, ya que amargaría la salsa.
- Añadir el Tomate: Vierte el tomate triturado en la sartén. Añade el orégano, el azúcar (si lo usas), la sal y la pimienta.
- Cocinar a Fuego Lento: Reduce el fuego a bajo y cocina la salsa durante unos 15-20 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que la salsa se haya espesado ligeramente. Esto permite que los sabores se mezclen y se desarrollen.
- Enfriar: Deja que la salsa se enfríe mientras preparas la masa.
3. Montaje y Horneado de la Pizza:
- Precalentar el Horno: Precalienta el horno a la máxima temperatura posible (generalmente entre 220°C y 250°C). Si tienes una piedra para pizza, colócala en el horno mientras se precalienta. La piedra para pizza ayuda a que la base de la pizza quede más crujiente.
- Extender la Masa: Una vez que la masa haya levado, desgasifícala suavemente (presiona la masa para liberar el aire). Divide la masa en dos si quieres hacer dos pizzas más pequeñas. Estira la masa con un rodillo o con las manos sobre una superficie enharinada hasta obtener la forma y el grosor deseados. Si usas un rodillo, ten cuidado de no presionar demasiado la masa, ya que esto puede hacer que quede dura.
- Añadir la Salsa: Coloca la masa estirada sobre una bandeja para horno (o sobre la piedra para pizza). Extiende la salsa de tomate de manera uniforme sobre la masa, dejando un borde de aproximadamente 1 cm sin salsa.
- Añadir el Queso: Espolvorea el queso mozzarella rallado sobre la salsa. Asegúrate de cubrir toda la superficie de la pizza.
- Añadir el Jamón: Coloca las lonchas de jamón cocido sobre el queso. Si vas a usar otros ingredientes, como aceitunas o champiñones, añádelos ahora.
- Hornear: Hornea la pizza durante unos 10-15 minutos, o hasta que la masa esté dorada y el queso esté fundido y burbujeante. El tiempo de horneado puede variar dependiendo de tu horno. Vigila la pizza de cerca para que no se queme.
- Servir: Retira la pizza del horno y déjala reposar durante unos minutos antes de cortarla y servirla.
Consejos y Trucos
- Harina de Fuerza: Utilizar harina de fuerza (también conocida como harina de panadería) ayuda a que la masa tenga más elasticidad y quede más crujiente. Esta harina tiene un mayor contenido de gluten.
- Levadura Fresca vs. Seca: Si usas levadura seca, asegúrate de hidratarla en agua tibia antes de añadirla a la harina. La levadura fresca suele dar mejores resultados en sabor y textura.
- Amasado: Un buen amasado es crucial para obtener una masa con la textura adecuada. No te apresures y amasa durante el tiempo recomendado.
- Temperatura del Horno: Hornear la pizza a la máxima temperatura posible ayuda a que la base quede crujiente y los ingredientes se cocinen rápidamente.
- Piedra para Pizza: Usar una piedra para pizza es una excelente manera de obtener una base de pizza más crujiente. Precalienta la piedra en el horno antes de colocar la pizza sobre ella.
- Variaciones: Experimenta con diferentes ingredientes para personalizar tu pizza. Puedes añadir otros quesos, verduras, carnes o hierbas aromáticas.
- Congelar la Masa: Puedes preparar la masa con antelación y congelarla. Para descongelarla, déjala reposar en el refrigerador durante la noche.
- Salsa de Tomate Casera: Aunque usar tomate triturado es práctico, preparar tu propia salsa de tomate casera eleva el sabor de la pizza. Sofríe cebolla, ajo y añade tomate natural pelado y troceado. Cocina a fuego lento hasta que espese.
- Queso de Calidad: La mozzarella fresca (fiore di latte) aporta un sabor y una textura superiores a la mozzarella rallada industrial. Si la usas, escurre bien el exceso de líquido antes de colocarla sobre la pizza.
- Aceite de Oliva de Calidad: Un buen chorro de aceite de oliva virgen extra al final, después de hornear, realza los sabores de la pizza.
Variaciones de la Pizza de Jamón
- Pizza de Jamón y Champiñones: Añade champiñones laminados a la pizza junto con el jamón.
- Pizza de Jamón y Aceitunas: Añade aceitunas negras o verdes a la pizza.
- Pizza de Jamón y Pimiento: Añade pimiento rojo o verde en tiras a la pizza.
- Pizza Hawaiana (Jamón y Piña): Una opción controvertida, pero popular. Añade piña en trozos junto con el jamón.
- Pizza de Jamón Serrano: Sustituye el jamón cocido por jamón serrano para un sabor más intenso. Añade el jamón serrano al final, después de hornear la pizza, para que no se seque demasiado.
Consideraciones Finales
La pizza de jamón casera es una receta versátil y adaptable a tus gustos. No tengas miedo de experimentar con diferentes ingredientes y técnicas para encontrar tu versión perfecta. Lo más importante es disfrutar del proceso de elaboración y compartir tu deliciosa creación con amigos y familiares. Recuerda que la clave para una pizza exitosa reside en la calidad de los ingredientes y en la dedicación que le pongas a cada paso de la preparación. ¡Buen provecho!
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