El jamón cocido al horno casero es una alternativa deliciosa y saludable al jamón procesado que encontramos comúnmente en los supermercados. Prepararlo en casa te permite controlar los ingredientes, reducir los aditivos y disfrutar de un sabor mucho más auténtico y satisfactorio. Esta guía paso a paso te mostrará cómo crear tu propio jamón cocido al horno, desde la selección de la pieza de carne hasta el resultado final, listo para disfrutar en sándwiches, ensaladas o como parte de una tabla de embutidos.

¿Por Qué Hacer Jamón Cocido Casero?

Antes de sumergirnos en la receta, es importante entender las ventajas de hacer jamón cocido en casa:

  • Control de ingredientes: Eliminas conservantes, nitratos y nitritos artificiales, azúcares añadidos y otros aditivos innecesarios.
  • Sabor superior: El jamón casero tiene un sabor más fresco, natural y profundo que las opciones comerciales.
  • Personalización: Puedes ajustar los sabores y especias a tu gusto personal.
  • Más saludable: Al reducir los aditivos y controlar la cantidad de sal, puedes crear una opción más saludable.
  • Costo: A menudo, preparar jamón en casa resulta más económico que comprar jamón de alta calidad en la tienda.

Ingredientes Necesarios

La clave para un jamón cocido delicioso reside en la calidad de los ingredientes. Asegúrate de seleccionar una buena pieza de carne y especias frescas.

  • Pieza de carne: Un trozo de pernil de cerdo (aproximadamente 2-3 kg) con o sin hueso. La elección dependerá de tu preferencia y de la facilidad para el corte. Si es la primera vez, una pieza sin hueso puede ser más manejable.
  • Sal: Sal común (preferiblemente sin yodar) y sal de curación (sal de Praga #1 o sal nitritada, esencial para la seguridad alimentaria y el color rosado característico del jamón).Es crucial usar sal de curación correctamente y en las cantidades recomendadas para evitar el crecimiento de bacterias dañinas.
  • Azúcar: Azúcar moreno o blanca, para equilibrar los sabores y ayudar en el proceso de curación.
  • Especias: Pimienta negra en grano, bayas de enebro, semillas de cilantro, hojas de laurel, ajo en polvo o fresco (picado finamente), pimentón dulce o picante (opcional). La combinación de especias es donde puedes realmente personalizar tu jamón.
  • Líquido de curación: Agua filtrada o caldo de verduras bajo en sodio.
  • Opcional: Miel, jarabe de arce, vino blanco seco, hierbas frescas (tomillo, romero).

Equipo Necesario

Contar con el equipo adecuado facilitará el proceso y garantizará un resultado óptimo.

  • Olla grande: Para hervir la pieza de carne en el líquido de curación.
  • Bolsa de curación o recipiente hermético: Para la curación en la nevera.
  • Termómetro de carne: Indispensable para controlar la temperatura interna del jamón durante la cocción.
  • Horno: Para la cocción final.
  • Rejilla de horno: Para permitir que el aire circule alrededor del jamón durante la cocción.
  • Papel de aluminio: Para envolver el jamón durante parte de la cocción.
  • Cuerda de cocina: Para atar el jamón si es necesario (especialmente si es sin hueso).

Paso a Paso: La Receta Detallada

1. Preparación de la Salmuera (Curación Húmeda)

La salmuera es una solución salina que penetra en la carne, ayudando a conservarla, sazonarla y mejorar su textura. Es fundamental para el éxito del jamón cocido.

  1. Cálculo de la salmuera: La cantidad de salmuera necesaria dependerá del tamaño de la pieza de carne. Como regla general, necesitas suficiente líquido para cubrir completamente la carne en el recipiente de curación. Un buen punto de partida es calcular aproximadamente el 20-25% del peso de la carne en líquido (por ejemplo, para 2 kg de carne, necesitarás entre 400-500 ml de salmuera).
  2. Mezcla de ingredientes secos: En un recipiente, mezcla la sal común, la sal de curación, el azúcar y las especias. Las cantidades específicas dependerán de tu gusto. Una receta base podría ser:
    • Sal común: 2-3% del peso de la carne (por ejemplo, 40-60 g para 2 kg de carne).
    • Sal de curación (Praga #1): Sigue las instrucciones del fabricante, generalmente alrededor de 0.25% del peso de la carne (por ejemplo, 5 g para 2 kg de carne).No excedas esta cantidad.
    • Azúcar moreno: 1-2% del peso de la carne (por ejemplo, 20-40 g para 2 kg de carne).
    • Pimienta negra en grano: 1 cucharada.
    • Bayas de enebro: 1 cucharadita.
    • Semillas de cilantro: 1 cucharadita.
    • Hojas de laurel: 2-3.
    • Ajo en polvo o picado: 1-2 dientes.
    • Pimentón dulce o picante (opcional): 1 cucharadita.
  3. Preparación del líquido: Calienta una pequeña cantidad del agua o caldo (aproximadamente 1 taza) en una olla. Agrega la mezcla de ingredientes secos y revuelve hasta que se disuelvan completamente.
  4. Enfriamiento de la salmuera: Retira la olla del fuego y agrega el resto del agua o caldo frío. Es fundamental que la salmuera esté completamente fría antes de agregar la carne para evitar el crecimiento de bacterias.

2. Curado de la Carne

El curado es el proceso mediante el cual la salmuera penetra en la carne, conservándola y dándole su sabor característico.

  1. Inyección de la salmuera (opcional, pero recomendado): Para una curación más rápida y uniforme, puedes inyectar parte de la salmuera directamente en la carne utilizando una jeringa para alimentos. Inyecta la salmuera en varios puntos de la pieza, asegurándote de distribuirla de manera uniforme.
  2. Sumergir la carne: Coloca la pieza de carne en la bolsa de curación o recipiente hermético. Vierte la salmuera sobre la carne, asegurándote de que esté completamente cubierta. Si es necesario, coloca un peso encima de la carne para mantenerla sumergida.
  3. Refrigerar: Cierra bien la bolsa o el recipiente y refrigera durante al menos 5-7 días, o hasta 10 días para piezas más grandes. Dale la vuelta a la carne cada día para asegurar una curación uniforme.

3. Cocción

La cocción es el proceso que transforma la carne curada en el jamón cocido que conocemos.

  1. Enjuague: Retira la carne de la salmuera y enjuágala bien con agua fría para eliminar el exceso de sal.
  2. Hervido (opcional): Algunas recetas incluyen un paso de hervido antes de hornear. Si lo deseas, coloca la carne en una olla grande con agua limpia y hierve a fuego lento durante aproximadamente 1 hora por cada kg de carne. Este paso ayuda a sellar la carne y a retener la humedad.
  3. Preparación para el horneado: Precalienta el horno a 160°C (320°F). Coloca la carne en una rejilla dentro de una bandeja para hornear. Si la pieza es sin hueso, átala con cuerda de cocina para mantener su forma.
  4. Horneado: Cubre la carne con papel de aluminio y hornea durante aproximadamente 2-3 horas, o hasta que la temperatura interna alcance los 68-70°C (155-158°F). Utiliza un termómetro de carne para verificar la temperatura interna en la parte más gruesa de la pieza. Retira el papel de aluminio durante los últimos 30 minutos para dorar la superficie (opcional).
  5. Glaseado (opcional): Si deseas un glaseado dulce, puedes pincelar la superficie del jamón con miel, jarabe de arce o una mezcla de mostaza y azúcar moreno durante los últimos 15-20 minutos de cocción.

4. Enfriamiento y Reposo

El enfriamiento y el reposo son cruciales para que el jamón se asiente y desarrolle su sabor completo.

  1. Reposo: Retira el jamón del horno y déjalo reposar durante al menos 30 minutos antes de cortarlo. Esto permite que los jugos se redistribuyan y que la carne se mantenga más jugosa.
  2. Enfriamiento: Envuelve el jamón en papel de aluminio y refrigera durante al menos 4 horas, o preferiblemente durante toda la noche. Esto facilita el corte y mejora la textura;

5. Corte y Conservación

El corte y la conservación adecuados son esenciales para disfrutar al máximo de tu jamón casero.

  1. Corte: Utiliza un cuchillo afilado para cortar el jamón en lonchas finas. Si la pieza tiene hueso, separa la carne del hueso antes de cortarla.
  2. Conservación: Guarda el jamón cocido en un recipiente hermético en el refrigerador. Se conservará durante aproximadamente 5-7 días. También puedes congelar el jamón en porciones individuales para una conservación más prolongada (hasta 2-3 meses).

Consejos y Trucos para un Jamón Cocido Perfecto

  • Calidad de la carne: Elige una pieza de pernil de cerdo de alta calidad, preferiblemente de una carnicería de confianza. Busca una pieza con un buen marmoleado (grasa intramuscular), ya que esto contribuirá a la jugosidad y al sabor.
  • Sal de curación: Utiliza la cantidad correcta de sal de curación (sal de Praga #1) según las instrucciones del fabricante.No la sustituyas por sal común y no excedas la cantidad recomendada, ya que esto puede ser peligroso para la salud.
  • Temperatura interna: Utiliza un termómetro de carne para asegurarte de que el jamón alcance la temperatura interna correcta (68-70°C / 155-158°F). Cocinarlo en exceso resultará en un jamón seco y duro.
  • Paciencia: El proceso de curación requiere tiempo. No apresures el proceso y permite que la salmuera penetre completamente en la carne.
  • Experimentación: No tengas miedo de experimentar con diferentes especias y sabores. Prueba con diferentes combinaciones de hierbas, especias y glaseados para crear tu propia receta única de jamón cocido.
  • Variaciones: Puedes adaptar esta receta para hacer otros tipos de jamón cocido, como jamón de pavo o jamón de pollo. Simplemente ajusta los tiempos de cocción según el tamaño y el tipo de carne.

Errores Comunes a Evitar

  • Usar demasiada sal: El exceso de sal puede resultar en un jamón demasiado salado. Mide cuidadosamente la cantidad de sal y sigue la receta al pie de la letra.
  • No usar suficiente sal de curación: La sal de curación es esencial para la seguridad alimentaria y el color del jamón. No la omitas ni la sustituyas por sal común.
  • Cocinar el jamón en exceso: Cocinar el jamón en exceso lo secará y lo hará duro. Utiliza un termómetro de carne para controlar la temperatura interna y retíralo del horno cuando alcance los 68-70°C (155-158°F).
  • No dejar reposar el jamón: Dejar reposar el jamón después de la cocción permite que los jugos se redistribuyan y que la carne se mantenga más jugosa. No lo cortes inmediatamente después de sacarlo del horno.
  • Almacenar incorrectamente el jamón: Almacenar el jamón incorrectamente puede provocar que se seque o se estropee. Guárdalo en un recipiente hermético en el refrigerador o congélalo en porciones individuales.

Conclusión

El jamón cocido al horno casero es una experiencia culinaria gratificante que te permite disfrutar de un sabor auténtico y controlar los ingredientes. Con esta receta detallada y estos consejos, podrás crear un jamón delicioso y saludable en tu propia cocina. ¡Anímate a probarlo y sorprende a tus amigos y familiares con esta delicia artesanal!

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