Las empanadillas de jamón y queso son un clásico atemporal‚ un bocado sencillo pero irresistible que evoca recuerdos de infancia y celebraciones familiares․ Su versatilidad las convierte en la opción perfecta para un aperitivo rápido‚ una cena informal o incluso un picnic al aire libre․ Esta receta te guiará paso a paso para lograr unas empanadillas caseras crujientes por fuera y jugosas por dentro‚ con un sabor inigualable que supera con creces a las versiones industriales․

Ingredientes Necesarios

  • Obleas para empanadillas: 12 unidades (puedes comprarlas ya hechas o preparar la masa casera‚ como se explica más adelante)․
  • Jamón cocido: 150 gramos‚ cortado en dados pequeños o lonchas finas․ La calidad del jamón influye significativamente en el sabor final․
  • Queso: 150 gramos‚ una mezcla de queso rallado que funda bien‚ como mozzarella‚ cheddar‚ emmental o gruyere․ Experimentar con diferentes quesos puede añadir matices interesantes․
  • Huevo: 1 unidad‚ para pincelar las empanadillas antes de hornear o freír y darles un acabado dorado y brillante․
  • Aceite de oliva o mantequilla: Para freír (opcional) o para pincelar la masa casera․
  • Opcional: Hierbas provenzales‚ orégano‚ pimienta negra‚ nuez moscada‚ un toque de ajo en polvo o cebolla en polvo para realzar el sabor del relleno․

Preparación Paso a Paso

1․ Preparación del Relleno

El secreto de unas buenas empanadillas reside en un relleno sabroso y equilibrado․ Comienza cortando el jamón cocido en dados pequeños o tiras finas․ Ralla los quesos elegidos y mézclalos en un bol․ Añade el jamón al bol con el queso rallado․ En este punto‚ puedes incorporar las especias que desees (hierbas provenzales‚ orégano‚ pimienta‚ etc․) para darle un toque personal al relleno․ Mezcla bien todos los ingredientes hasta que estén homogéneamente distribuidos․

2․ Rellenado de las Obleas

Extiende las obleas para empanadillas sobre una superficie limpia y seca․ Coloca una cucharada generosa del relleno en el centro de cada oblea‚ evitando sobrecargarla para facilitar el sellado․ Humedece ligeramente los bordes de la oblea con agua o huevo batido․ Dobla la oblea por la mitad‚ formando una media luna‚ y presiona los bordes con los dedos para sellarla herméticamente․ Asegúrate de que no queden huecos para evitar que el relleno se escape durante la cocción․

3․ Sellado de las Empanadillas

Para un sellado más seguro y estético‚ puedes utilizar un tenedor para presionar los bordes de la empanadilla․ Esto creará un diseño acanalado que‚ además de ser atractivo‚ reforzará el cierre․ Otra opción es hacer un repulgue‚ una técnica tradicional que consiste en doblar y torcer los bordes de la masa para crear un cierre decorativo y a prueba de fugas․ Practicar el repulgue requiere un poco de paciencia‚ pero el resultado final merece la pena․

4․ Horneado o Fritura

Horneado: Precalienta el horno a 180°C (350°F)․ Coloca las empanadillas en una bandeja para hornear cubierta con papel de hornear․ Pincela la superficie de cada empanadilla con huevo batido para lograr un acabado dorado y brillante․ Hornea durante 15-20 minutos‚ o hasta que estén doradas y crujientes․ El tiempo de horneado puede variar según el horno‚ así que vigila las empanadillas para evitar que se quemen․

Fritura: Calienta abundante aceite en una sartén profunda a fuego medio․ Fríe las empanadillas en lotes pequeños‚ evitando sobrecargar la sartén․ Cocina durante 2-3 minutos por cada lado‚ o hasta que estén doradas y crujientes․ Retira las empanadillas de la sartén y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite․ Sirve inmediatamente․

Masa Casera para Empanadillas (Opcional)

Si prefieres hacer la masa casera‚ aquí tienes una receta sencilla:

  • Harina de trigo: 250 gramos
  • Agua: 125 ml
  • Aceite de oliva: 50 ml
  • Sal: Una pizca

Instrucciones:

  1. Mezcla la harina y la sal en un bol․
  2. Añade el agua y el aceite de oliva y amasa hasta obtener una masa homogénea y elástica․
  3. Deja reposar la masa durante al menos 30 minutos․
  4. Extiende la masa con un rodillo hasta obtener una lámina fina․
  5. Corta círculos con un cortador de galletas o un vaso․
  6. Rellena y sella las empanadillas como se indica anteriormente․

Variaciones y Consejos

  • Queso: Experimenta con diferentes tipos de queso para variar el sabor de las empanadillas․ El queso azul‚ el queso de cabra o el queso manchego pueden añadir un toque sofisticado․
  • Jamón: Utiliza jamón serrano en lugar de jamón cocido para un sabor más intenso․
  • Vegetales: Añade verduras a las empanadillas para hacerlas más nutritivas․ Cebolla caramelizada‚ pimiento rojo asado o espinacas salteadas son excelentes opciones․
  • Especias: No tengas miedo de experimentar con diferentes especias y hierbas aromáticas․ El pimentón dulce‚ el comino o el curry pueden transformar el sabor de las empanadillas․
  • Salsas: Sirve las empanadillas con tu salsa favorita․ Salsa de tomate casera‚ mayonesa‚ alioli o una salsa picante son excelentes acompañamientos․
  • Congelar: Las empanadillas se pueden congelar antes de hornear o freír․ Colócalas en una bandeja para hornear y congélalas individualmente․ Una vez congeladas‚ transfiérelas a una bolsa de congelación․ Para cocinarlas‚ no es necesario descongelarlas previamente; simplemente añade unos minutos al tiempo de cocción․

Origen y Evolución de las Empanadillas

La empanadilla‚ tal como la conocemos hoy‚ tiene raíces profundas que se remontan a la antigua Persia․ Los primeros registros de preparaciones similares datan del siglo X‚ donde se elaboraban masas rellenas de carne que se cocinaban en hornos de barro․ Estas recetas viajaron a través de las rutas comerciales y se extendieron por el Mediterráneo‚ llegando a la península ibérica con la invasión árabe․ En España‚ la empanadilla evolucionó‚ incorporando ingredientes locales como el jamón‚ el queso y diferentes especias‚ adaptándose a los gustos y recursos de cada región․ Durante la colonización española‚ la empanadilla se introdujo en América Latina‚ donde también experimentó transformaciones‚ dando lugar a una amplia variedad de rellenos y técnicas de cocción que varían de un país a otro․

La clave de la popularidad de la empanadilla radica en su versatilidad․ Su tamaño compacto y su fácil manipulación la convierten en un alimento ideal para llevar y consumir en cualquier lugar․ Además‚ la posibilidad de rellenarla con una infinidad de ingredientes la hace adaptable a todos los gustos y presupuestos․ Desde las humildes empanadillas de jamón y queso hasta las elaboradas versiones gourmet con rellenos sofisticados‚ este bocado universal sigue conquistando paladares en todo el mundo․

Conclusión

Preparar empanadillas de jamón y queso caseras es una tarea sencilla y gratificante que te permitirá disfrutar de un bocado delicioso y saludable․ Con esta receta‚ podrás sorprender a tus amigos y familiares con unas empanadillas crujientes por fuera y jugosas por dentro‚ con un sabor inigualable que evoca recuerdos de infancia y celebraciones familiares․ No dudes en experimentar con diferentes ingredientes y especias para personalizar tus empanadillas y crear tu propia versión única․

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