Las croquetas de pollo y jamón caseras son un clásico de la cocina española, apreciadas por su cremosidad interior y su crujiente exterior. Esta receta detallada te guiará a través de cada paso, desde la preparación de los ingredientes hasta la fritura perfecta, para que puedas disfrutar de unas croquetas deliciosas y auténticas.

Ingredientes

  • Para la bechamel:
    • 100 gramos de mantequilla sin sal
    • 120 gramos de harina de trigo
    • 1 litro de leche entera (a temperatura ambiente)
    • Una pizca de nuez moscada recién rallada
    • Sal al gusto
    • Pimienta blanca molida al gusto
  • Para el relleno:
    • 250 gramos de pollo cocido (desmenuzado o picado finamente)
    • 150 gramos de jamón serrano (picado en dados pequeños)
    • 1/2 cebolla mediana (picada finamente)
    • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
    • 1 diente de ajo (opcional, picado finamente)
  • Para el rebozado:
    • Harina de trigo
    • 2-3 huevos batidos
    • Pan rallado (preferiblemente panko para un rebozado más crujiente)
  • Para freír:
    • Aceite de oliva virgen extra (o aceite de girasol, aunque el sabor es menos intenso)

Preparación

1. Preparación del Relleno

  1. Sofríe la cebolla: En una sartén a fuego medio, calienta el aceite de oliva. Añade la cebolla picada y, opcionalmente, el ajo picado. Sofríe hasta que la cebolla esté transparente y ligeramente dorada, aproximadamente 5-7 minutos. Evita que se queme, ya que esto amargaría el sabor del relleno.
  2. Incorpora el jamón y el pollo: Añade el jamón serrano picado a la sartén y sofríe durante un par de minutos hasta que empiece a dorarse ligeramente. Esto realza su sabor. Luego, agrega el pollo cocido desmenuzado o picado. Remueve bien para que se integren todos los ingredientes y se calienten uniformemente. Cocina durante unos 3-5 minutos.
  3. Reserva el relleno: Retira la sartén del fuego y reserva el relleno.

2. Preparación de la Bechamel

  1. Funde la mantequilla: En una cacerola mediana a fuego medio-bajo, derrite la mantequilla. Es importante que la mantequilla no se queme, ya que esto afectaría al sabor de la bechamel.
  2. Añade la harina: Una vez derretida la mantequilla, añade la harina de golpe. Remueve constantemente con una varilla (batidor de alambre) durante unos 2-3 minutos, creando lo que se conoce como un "roux". El objetivo es cocinar la harina para evitar que la bechamel tenga sabor a crudo. La mezcla debe quedar suave y homogénea.
  3. Incorpora la leche gradualmente: Retira la cacerola del fuego por un momento y comienza a añadir la leche poco a poco, removiendo constantemente con la varilla para evitar la formación de grumos. Es crucial ir incorporando la leche en pequeñas cantidades para que se integre correctamente con el roux. Una vez que hayas añadido un poco de leche y la mezcla sea homogénea, puedes volver a poner la cacerola a fuego medio-bajo.
  4. Cocina la bechamel: Continúa añadiendo la leche gradualmente y removiendo constantemente hasta que toda la leche esté incorporada. Cocina la bechamel a fuego medio-bajo, sin dejar de remover, hasta que espese y tenga una consistencia cremosa. Esto puede tardar unos 15-20 minutos. Es importante cocinar la bechamel a fuego lento para evitar que se queme en el fondo de la cacerola.
  5. Sazona y añade el relleno: Una vez que la bechamel tenga la consistencia deseada, sazona con sal, pimienta blanca y nuez moscada al gusto. Añade el relleno de pollo y jamón a la bechamel y remueve bien para que se integren todos los ingredientes. Prueba y ajusta la sazón si es necesario.
  6. Enfría la masa: Vierte la masa de croquetas en una fuente o recipiente poco profundo. Cubre la superficie con papel film, asegurándote de que el papel film esté en contacto directo con la masa para evitar que se forme una costra. Deja enfriar completamente a temperatura ambiente y luego refrigera durante al menos 4 horas, o preferiblemente durante toda la noche. Este paso es fundamental para que la masa se endurezca y sea más fácil de manipular.

3. Formar y Rebozar las Croquetas

  1. Forma las croquetas: Una vez que la masa esté bien fría y firme, puedes empezar a formar las croquetas. Con la ayuda de dos cucharas o una manga pastelera (opcional), toma porciones de masa y dales la forma deseada. Puedes hacerlas redondas, ovaladas o alargadas, según tu preferencia. Si la masa se pega mucho a las manos, puedes humedecerlas ligeramente con agua.
  2. Reboza las croquetas: Prepara tres platos hondos: uno con harina de trigo, otro con los huevos batidos y otro con pan rallado. Pasa cada croqueta primero por la harina, asegurándote de que quede bien cubierta. Luego, sumerge la croqueta en el huevo batido y, por último, cúbrela completamente con el pan rallado. Asegúrate de que el rebozado sea uniforme para que las croquetas queden crujientes por todos lados.
  3. Refrigera las croquetas rebozadas (opcional): Para un rebozado aún más adherente, puedes refrigerar las croquetas rebozadas durante unos 30 minutos antes de freírlas. Esto ayuda a que el rebozado se fije mejor y evita que se desprenda durante la fritura.

4. Fritura de las Croquetas

  1. Calienta el aceite: En una sartén honda o freidora, calienta abundante aceite de oliva virgen extra (o aceite de girasol) a fuego medio-alto (aproximadamente 180°C). Es importante que el aceite esté bien caliente para que las croquetas se frían rápidamente y queden crujientes por fuera y cremosas por dentro.
  2. Fríe las croquetas: Fríe las croquetas en tandas, sin sobrecargar la sartén, durante unos 2-3 minutos por cada lado, o hasta que estén doradas y crujientes. Es importante freír las croquetas en tandas pequeñas para que el aceite no pierda temperatura y las croquetas se frían uniformemente.
  3. Escurre el exceso de aceite: Retira las croquetas de la sartén con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Servir

Sirve las croquetas de pollo y jamón caseras calientes, como aperitivo, tapa o plato principal. Puedes acompañarlas con una ensalada fresca, patatas fritas o una salsa de tu elección. Son deliciosas solas o con un poco de mayonesa casera.

Consejos y Variaciones

  • Para una bechamel más ligera: Puedes utilizar leche desnatada en lugar de leche entera.
  • Para un sabor más intenso: Añade un poco de caldo de pollo a la bechamel.
  • Variaciones del relleno: Puedes añadir otros ingredientes al relleno, como champiñones, pimientos o queso rallado.
  • Congelar las croquetas: Puedes congelar las croquetas ya rebozadas. Para ello, colócalas en una bandeja sin que se toquen y congélalas durante unas horas. Una vez congeladas, puedes transferirlas a una bolsa de congelación. Para freírlas, no es necesario descongelarlas; simplemente fríelas directamente en aceite caliente durante unos minutos más.
  • Rebozado sin gluten: Utiliza harina sin gluten y pan rallado sin gluten para hacer croquetas aptas para celíacos.
  • Evitar que se abran al freír: Asegúrate de que el aceite esté bien caliente y de que el rebozado sea uniforme. Si las croquetas se abren durante la fritura, es probable que la masa no esté lo suficientemente fría o que el aceite no esté lo suficientemente caliente.
  • Uso de ingredientes de calidad: La calidad de los ingredientes influye directamente en el sabor final de las croquetas. Utiliza jamón serrano de buena calidad, pollo cocido casero (en lugar de pollo precocinado) y leche entera fresca para obtener un sabor superior. La mantequilla sin sal también es preferible para controlar mejor el nivel de sal en la bechamel.
  • El secreto de la cremosidad perfecta: La clave para unas croquetas cremosas reside en la bechamel. Cocina la bechamel a fuego lento, removiendo constantemente, para que la harina se cocine completamente y la leche se integre sin formar grumos. La consistencia de la bechamel debe ser similar a la de una crema espesa antes de añadir el relleno.
  • Consideraciones sobre la salud: Aunque las croquetas son deliciosas, son un plato frito y, por lo tanto, alto en grasas. Para una opción más saludable, puedes hornear las croquetas en lugar de freírlas. Precalienta el horno a 200°C, coloca las croquetas en una bandeja para hornear y hornéalas durante unos 20-25 minutos, o hasta que estén doradas y crujientes. Recuerda rociarlas con un poco de aceite antes de hornearlas.

Origen Histórico y Cultural

Las croquetas tienen una larga historia que se remonta a la cocina francesa del siglo XVII. Se dice que fueron inventadas por el chef de Luis XIV, y originalmente se hacían con carne picada y otros ingredientes sobrantes. La idea era aprovechar los restos de comida y transformarlos en un plato nuevo y sabroso. Con el tiempo, la receta se extendió por toda Europa y se adaptó a los ingredientes y gustos locales. En España, las croquetas se han convertido en una tapa muy popular, y cada región tiene su propia versión. Las croquetas de pollo y jamón son una de las variantes más comunes y apreciadas.

Conclusión

Preparar croquetas de pollo y jamón caseras requiere un poco de tiempo y paciencia, pero el resultado final vale la pena. Siguiendo esta receta paso a paso, podrás disfrutar de unas croquetas cremosas, crujientes y llenas de sabor, que seguramente impresionarán a tus familiares y amigos. ¡Anímate a probar esta receta y descubre el placer de hacer croquetas caseras!

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