Las croquetas de jamón y queso son un clásico de la gastronomía española‚ apreciadas por su cremosidad interior y su crujiente exterior. Esta receta detallada te guiará a través de cada paso‚ desde la preparación de la bechamel hasta el momento de freírlas‚ asegurando un resultado delicioso y satisfactorio.
Ingredientes
- 100 gramos de jamón serrano (o ibérico) picado finamente
- 50 gramos de queso (manchego‚ emmental‚ gouda‚ o una mezcla) rallado o picado finamente
- 1 litro de leche entera
- 100 gramos de harina de trigo
- 100 gramos de mantequilla
- 1 cebolla pequeña picada finamente (opcional‚ pero recomendable)
- Nuez moscada rallada (una pizca)
- Sal y pimienta blanca al gusto
- 3 huevos
- Pan rallado (preferiblemente panko para un resultado más crujiente)
- Aceite de oliva virgen extra (o aceite de girasol) para freír
Preparación de la Bechamel
La clave para unas croquetas perfectas reside en una bechamel bien hecha. Una bechamel suave‚ cremosa y sin grumos es fundamental para la textura final de la croqueta.
- Preparación inicial: En una olla mediana (preferiblemente de fondo grueso)‚ derrite la mantequilla a fuego medio. Asegúrate de que no se queme. La mantequilla quemada aportará un sabor amargo a la bechamel.
- Sofrito (opcional): Si deseas usar cebolla‚ añádela a la mantequilla derretida y sofríe a fuego lento hasta que esté transparente y blanda. Esto potenciará el sabor de la bechamel. La cebolla debe estar finamente picada para que no interfiera con la textura de la croqueta.
- Incorporación de la harina: Agrega la harina a la olla y cocina‚ removiendo constantemente con una varilla‚ durante 2-3 minutos; Esto es importante para tostar la harina y eliminar el sabor a crudo. La mezcla resultante se llama "roux". El roux debe tener un color dorado pálido.
- Añadir la leche: Retira la olla del fuego momentáneamente y comienza a verter la leche‚ poco a poco‚ mientras sigues removiendo con la varilla. Es crucial verter la leche gradualmente para evitar la formación de grumos. Asegúrate de que cada adición de leche esté completamente incorporada antes de añadir más. Si aparecen grumos‚ puedes usar una batidora de mano para eliminarlos.
- Cocción y sazón: Vuelve a poner la olla a fuego medio-bajo y cocina la bechamel‚ removiendo constantemente‚ hasta que espese y se despegue de las paredes de la olla. Esto puede tardar entre 15 y 20 minutos. Añade sal‚ pimienta blanca y nuez moscada al gusto. La pimienta blanca es preferible a la negra para evitar que se vean puntos oscuros en la bechamel. La nuez moscada realza el sabor de la bechamel.
- Incorporación del jamón y queso: Retira la olla del fuego y añade el jamón y el queso picados. Remueve bien para que se distribuyan uniformemente por toda la bechamel. Prueba la bechamel y ajusta la sal si es necesario. Ten en cuenta que el jamón ya aporta sal‚ así que ten cuidado de no salar demasiado la bechamel.
Enfriamiento de la Masa
Un enfriamiento adecuado es esencial para que la masa de las croquetas tenga la consistencia necesaria para ser moldeada.
- Extender la masa: Vierte la masa de la bechamel en una fuente o bandeja previamente untada con mantequilla (o cubierta con papel film). Extiende la masa de manera uniforme‚ con un grosor de aproximadamente 2-3 centímetros. Esto facilitará el enfriamiento uniforme de la masa.
- Enfriamiento: Cubre la superficie de la masa con film transparente (tocando la masa para evitar que se forme una costra) y deja enfriar completamente a temperatura ambiente. Luego‚ refrigera en la nevera durante al menos 4 horas‚ o preferiblemente durante toda la noche. Una masa bien fría será mucho más fácil de manejar y moldear.
Formado de las Croquetas
El formado de las croquetas requiere paciencia y cuidado para obtener una forma uniforme y evitar que se abran al freírlas.
- Preparación: Prepara tres platos hondos. En uno‚ bate los huevos. En otro‚ coloca la harina. En el tercero‚ coloca el pan rallado. Es importante tener los ingredientes listos antes de empezar a formar las croquetas.
- Formar las croquetas: Con la ayuda de dos cucharas o con las manos (ligeramente humedecidas para que la masa no se pegue)‚ toma porciones de la masa y dales forma ovalada o redonda‚ según tu preferencia. Intenta que todas las croquetas tengan un tamaño similar para que se cocinen de manera uniforme. Si la masa está demasiado blanda‚ puedes volver a refrigerarla durante un rato.
- Empanado: Pasa cada croqueta primero por harina (sacudiendo el exceso)‚ luego por huevo batido (asegurándote de que quede bien cubierta) y‚ finalmente‚ por pan rallado (presionando ligeramente para que el pan rallado se adhiera bien). El empanado es fundamental para proteger la croqueta durante la fritura y para darle su textura crujiente. Si quieres un empanado más grueso‚ puedes repetir el proceso de huevo y pan rallado.
- Refrigeración (opcional): Si tienes tiempo‚ puedes refrigerar las croquetas empanadas durante unos 30 minutos antes de freírlas. Esto ayudará a que el empanado se adhiera mejor y evitará que se desprendan durante la fritura.
Fritura de las Croquetas
La fritura es el paso final y crucial para obtener unas croquetas doradas‚ crujientes y deliciosas. La temperatura del aceite es fundamental para un resultado perfecto.
- Preparación del aceite: Calienta abundante aceite de oliva virgen extra (o aceite de girasol) en una sartén honda o freidora a fuego medio-alto (alrededor de 180°C). La cantidad de aceite debe ser suficiente para cubrir completamente las croquetas. Si el aceite no está lo suficientemente caliente‚ las croquetas absorberán demasiado aceite y quedarán grasientas. Si el aceite está demasiado caliente‚ se quemarán por fuera y quedarán frías por dentro.
- Fritura: Fríe las croquetas en tandas‚ sin sobrecargar la sartén‚ durante 2-3 minutos por cada lado‚ o hasta que estén doradas y crujientes. Si fríes demasiadas croquetas a la vez‚ la temperatura del aceite bajará y las croquetas no se cocinarán correctamente. Usa una espumadera para darles la vuelta y para retirarlas del aceite.
- Escurrido: Coloca las croquetas fritas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Esto ayudará a que queden más crujientes.
Servir
Sirve las croquetas de jamón y queso calientes‚ solas o acompañadas de una ensalada fresca o salsa alioli. Son perfectas como aperitivo‚ tapa o incluso como plato principal ligero.
Consejos Adicionales
- Variaciones: Puedes experimentar con diferentes tipos de queso‚ como queso azul‚ queso de cabra o incluso queso ahumado. También puedes añadir otros ingredientes a la bechamel‚ como champiñones salteados‚ espinacas o pollo desmenuzado.
- Congelación: Las croquetas se pueden congelar antes de freírlas. Una vez empanadas‚ colócalas en una bandeja separadas y congélalas. Una vez congeladas‚ puedes transferirlas a una bolsa de congelación. Para freírlas‚ no es necesario descongelarlas; simplemente fríelas directamente en aceite caliente durante un poco más de tiempo.
- Textura de la bechamel: Si la bechamel queda demasiado espesa‚ puedes añadir un poco más de leche. Si queda demasiado líquida‚ puedes cocinarla durante más tiempo‚ removiendo constantemente.
- Panko: El panko es un tipo de pan rallado japonés que proporciona un resultado más crujiente que el pan rallado tradicional. Si lo encuentras‚ te recomiendo usarlo.
- Aceite: Es importante usar un aceite de buena calidad para freír las croquetas. El aceite de oliva virgen extra es una buena opción‚ ya que tiene un punto de humo alto y aporta un sabor agradable. Sin embargo‚ el aceite de girasol también es una opción válida y más económica.
Conclusión
Las croquetas de jamón y queso son un plato delicioso y versátil que puedes adaptar a tus gustos y preferencias. Con esta receta detallada y algunos consejos adicionales‚ podrás preparar unas croquetas perfectas en casa y sorprender a tus familiares y amigos. ¡Buen provecho!
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