Las croquetas de jamón son un clásico de la gastronomía española, un bocado crujiente por fuera y cremoso por dentro que evoca recuerdos de infancia y reuniones familiares. Aunque pueden parecer intimidantes, preparar croquetas caseras es sorprendentemente sencillo y gratificante. Esta guía completa te llevará paso a paso a través del proceso, desde la selección de los ingredientes hasta los trucos para lograr la perfección. Prepárate para deleitar a tus seres queridos con esta delicia artesanal.

Ingredientes Necesarios

La calidad de los ingredientes es fundamental para el éxito de las croquetas. Aquí tienes una lista detallada:

  • Jamón Ibérico o Serrano: 200 gramos, preferiblemente cortado en taquitos pequeños. La calidad del jamón influye directamente en el sabor final. Si buscas un sabor más intenso, opta por jamón ibérico. Para una opción más económica, el jamón serrano es una excelente alternativa. Asegúrate de retirar cualquier exceso de grasa dura, ya que puede afectar la textura de la bechamel.
  • Leche Entera: 1 litro. La leche entera aporta la cremosidad necesaria a la bechamel. Aunque se pueden usar otras leches, la entera es la más recomendada para un resultado óptimo. Si eres intolerante a la lactosa, puedes usar leche sin lactosa.
  • Harina de Trigo: 100 gramos. La harina es el agente espesante de la bechamel. Utiliza harina de trigo común, preferiblemente tamizada para evitar grumos.
  • Mantequilla: 80 gramos. La mantequilla añade sabor y riqueza a la bechamel. Puedes sustituirla por aceite de oliva, pero el resultado será ligeramente diferente.
  • Cebolla: 1/2 cebolla mediana, picada finamente. La cebolla aporta un toque aromático a la bechamel. Pícala lo más finamente posible para que se integre bien en la masa.
  • Aceite de Oliva Virgen Extra: 2 cucharadas. El aceite de oliva se utiliza para sofreír la cebolla y el jamón. Utiliza un aceite de buena calidad para realzar el sabor.
  • Nuez Moscada: Una pizca. La nuez moscada es un condimento clásico en la bechamel. Añade una pizca para realzar el sabor.
  • Sal y Pimienta Negra: Al gusto. Ajusta la sal y la pimienta según tu preferencia. Recuerda que el jamón ya es salado, así que ten cuidado al sazonar.
  • Huevo: 2 huevos batidos. El huevo batido se utiliza para rebozar las croquetas.
  • Pan Rallado: Cantidad necesaria para rebozar. El pan rallado aporta la textura crujiente a las croquetas. Puedes usar pan rallado fino o grueso, según tu preferencia. También puedes usar panko para un resultado extra crujiente.

Preparación de la Bechamel: El Corazón de la Croqueta

La bechamel es la base de las croquetas y su correcta preparación es crucial para el éxito de la receta. Sigue estos pasos con atención:

  1. Sofríe la Cebolla: En una sartén grande o cacerola a fuego medio, derrite la mantequilla junto con el aceite de oliva. Añade la cebolla picada y sofríe hasta que esté transparente y ligeramente dorada. Esto suele tardar unos 5-7 minutos. Remueve ocasionalmente para evitar que se queme; La cebolla debe estar bien pochada para que no se note en la textura final de la bechamel.
  2. Añade el Jamón: Incorpora los taquitos de jamón a la sartén y sofríe durante un par de minutos, hasta que estén ligeramente dorados y hayan liberado su aroma. No los cocines demasiado para evitar que se sequen.
  3. Incorpora la Harina: Retira la sartén del fuego y añade la harina tamizada de golpe. Remueve enérgicamente con una varilla o espátula para integrar la harina con la grasa y el jamón. Este paso es crucial para evitar que se formen grumos. Cocina la harina durante un par de minutos, removiendo constantemente, para que se tueste ligeramente y pierda el sabor a crudo. Esto formará el "roux", la base de la bechamel.
  4. Añade la Leche Caliente: Vuelve a poner la sartén a fuego medio y comienza a añadir la leche caliente poco a poco, sin dejar de remover con la varilla. A medida que la leche se vaya incorporando, la mezcla se irá espesando. Es importante añadir la leche caliente para evitar que se formen grumos. Si se forman grumos, puedes usar una batidora de mano para suavizar la mezcla, pero es mejor evitarlos desde el principio con una buena técnica.
  5. Cocina la Bechamel: Continúa cocinando la bechamel a fuego bajo, removiendo constantemente, durante al menos 20-25 minutos. La bechamel estará lista cuando tenga una textura suave y cremosa, y se despegue fácilmente de las paredes de la sartén. Es importante cocinar la bechamel el tiempo suficiente para que la harina se cocine por completo y no quede sabor a harina cruda. Asegúrate de remover bien el fondo de la sartén para evitar que se pegue.
  6. Sazona: Retira la sartén del fuego y sazona la bechamel con sal, pimienta negra y nuez moscada al gusto. Recuerda que el jamón ya es salado, así que ten cuidado al sazonar. Prueba la bechamel y ajusta el sazón según tu preferencia.
  7. Enfría la Masa: Vierte la bechamel en una fuente o recipiente amplio, cúbrela con film transparente (asegurándote de que el film toque la superficie de la bechamel para evitar que se forme una costra) y déjala enfriar completamente a temperatura ambiente. Luego, refrigera la masa durante al menos 4 horas, o preferiblemente durante toda la noche. Este paso es crucial para que la masa se endurezca y sea más fácil de manejar. Si la masa está demasiado blanda, las croquetas se desharán al freír.

Formando las Croquetas

Una vez que la masa de la bechamel esté fría y firme, es hora de dar forma a las croquetas:

  1. Prepara los Ingredientes para Rebozar: Prepara tres platos hondos: uno con harina, otro con los huevos batidos y otro con el pan rallado. Asegúrate de tener suficiente cantidad de cada ingrediente para rebozar todas las croquetas.
  2. Da Forma a las Croquetas: Con la ayuda de dos cucharas o una manga pastelera, toma porciones de masa y dales forma de croqueta. Puedes hacerlas redondas, ovaladas o alargadas, según tu preferencia. El tamaño ideal es de unos 4-5 cm de largo. Si la masa se pega a las cucharas, puedes humedecerlas ligeramente con agua. También puedes usar guantes de látex para evitar que la masa se pegue a tus manos.
  3. Reboza las Croquetas: Pasa cada croqueta primero por harina, asegurándote de cubrirla completamente. Luego, sumérgela en el huevo batido, escurriendo el exceso. Finalmente, cúbrela con pan rallado, presionando ligeramente para que se adhiera bien. Asegúrate de que la croqueta esté completamente cubierta de pan rallado para evitar que se abra al freír.
  4. Refrigera las Croquetas Rebozadas: Coloca las croquetas rebozadas en una bandeja y refrigéralas durante al menos 30 minutos antes de freírlas. Este paso ayuda a que el rebozado se adhiera mejor y evita que las croquetas se abran al freír.

Friendo las Croquetas

La fritura es el último paso y el más importante para lograr unas croquetas perfectas:

  1. Calienta el Aceite: En una sartén honda o freidora, calienta abundante aceite de oliva o aceite de girasol a fuego medio-alto (aproximadamente 180°C). Es importante que el aceite esté bien caliente para que las croquetas se doren rápidamente y no absorban demasiado aceite. Puedes usar un termómetro de cocina para controlar la temperatura del aceite.
  2. Fríe las Croquetas: Fríe las croquetas en tandas pequeñas, sin sobrecargar la sartén. Fríe las croquetas durante unos 2-3 minutos por cada lado, hasta que estén doradas y crujientes. Remueve las croquetas ocasionalmente para que se doren de manera uniforme.
  3. Escurre el Exceso de Aceite: Retira las croquetas de la sartén con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
  4. Sirve Inmediatamente: Sirve las croquetas calientes y disfruta de su cremosidad y sabor.

Trucos y Consejos para Croquetas Perfectas

Aquí tienes algunos trucos y consejos adicionales para asegurarte de que tus croquetas caseras sean un éxito:

  • La Clave está en la Bechamel: Una bechamel bien hecha es fundamental para unas croquetas deliciosas. Dedica tiempo y atención a este paso.
  • No Te Apresures: El proceso de enfriamiento de la bechamel es crucial. No intentes acelerarlo, ya que la masa debe estar firme para poder formar las croquetas.
  • Prueba la Masa: Antes de formar todas las croquetas, fríe una pequeña muestra para comprobar el sazón y la textura de la masa.
  • Congela las Croquetas: Puedes congelar las croquetas rebozadas antes de freírlas. Para ello, colócalas en una bandeja separadas y congélalas. Una vez congeladas, puedes transferirlas a una bolsa de congelación. Para freírlas, no es necesario descongelarlas, simplemente fríelas directamente en el aceite caliente.
  • Varía los Ingredientes: Experimenta con diferentes ingredientes para darle tu toque personal a las croquetas. Puedes añadir pollo, bacalao, setas o cualquier otro ingrediente que te guste.
  • Rebozado Extra Crujiente: Para un rebozado extra crujiente, puedes usar panko en lugar de pan rallado común. También puedes añadir un poco de queso parmesano rallado al pan rallado;
  • Evita que se Abran al Freír: Asegúrate de que las croquetas estén completamente cubiertas de pan rallado y que la masa esté lo suficientemente fría y firme. También es importante no sobrecargar la sartén al freír las croquetas.
  • Aceite Limpio: Utiliza aceite limpio y cambia el aceite si se ensucia demasiado durante la fritura.
  • Temperatura del Aceite: Mantén la temperatura del aceite constante durante la fritura. Si el aceite está demasiado frío, las croquetas absorberán demasiado aceite. Si el aceite está demasiado caliente, las croquetas se quemarán por fuera y quedarán crudas por dentro.

Conclusión

Hacer croquetas caseras de jamón es una experiencia culinaria gratificante que te permite disfrutar de un plato clásico con un toque personal. Siguiendo estos pasos y consejos, podrás preparar croquetas deliciosas y crujientes que deleitarán a tus amigos y familiares. ¡Anímate a probar esta receta y descubre el placer de las croquetas hechas en casa!

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