La carne guisada es un plato reconfortante, lleno de sabor y tradición, que evoca recuerdos de la cocina de la abuela․ Aunque la olla de presión agiliza el proceso, obtener un guiso tierno y delicioso sin ella es perfectamente posible, e incluso preferible para muchos, ya que permite un control más preciso sobre la cocción y el desarrollo de los sabores․ Este artículo te guiará a través de una receta tradicional, detallando cada paso para que logres una carne guisada excepcional, sin necesidad de atajos․

¿Por qué Guisar Carne Sin Olla de Presión?

Aunque la olla de presión reduce significativamente el tiempo de cocción, guisar a fuego lento en una olla tradicional ofrece varias ventajas:

  • Control de la Textura: Permite supervisar de cerca la terneza de la carne, evitando que se deshaga demasiado․
  • Desarrollo de Sabores: La cocción lenta permite que los sabores se mezclen y se intensifiquen gradualmente, resultando en un guiso más complejo y sabroso․
  • Tradición y Paciencia: Guisar sin olla de presión es un acto de paciencia y dedicación, una forma de conectar con las raíces culinarias y disfrutar del proceso de elaboración․
  • Evita la Sobre-Cocción: Es más fácil controlar el punto exacto de cocción, lo que resulta crucial para evitar una textura gomosa o seca․

Ingredientes Esenciales

La calidad de los ingredientes es fundamental para un buen guiso․ Aquí te presentamos una lista completa:

  • Carne: 1 kg de carne para guisar (falda, aguja, morcillo, o cualquier corte con grasa intramuscular que se ablande con la cocción prolongada)․ La falda, por ejemplo, es una excelente opción por su sabor y textura․
  • Cebolla: 2 cebollas medianas, finamente picadas․
  • Ajo: 4 dientes de ajo, picados o laminados․
  • Pimiento: 1 pimiento verde y 1 pimiento rojo, picados en trozos pequeños․
  • Tomate: 500 g de tomate triturado o 4 tomates maduros rallados․
  • Patatas: 750 g de patatas, peladas y cortadas en trozos medianos․ Las patatas "monalisa" o "kennebec" son buenas opciones porque mantienen su forma durante la cocción․
  • Zanahorias: 2 zanahorias medianas, peladas y cortadas en rodajas․
  • Guisantes (opcional): 200 g de guisantes congelados o frescos (añadir al final de la cocción)․
  • Vino Tinto: 200 ml de vino tinto de buena calidad (un Rioja o un Ribera del Duero funcionan muy bien)․
  • Caldo de Carne: 1 litro de caldo de carne casero o de buena calidad (puede ser de brick)․
  • Aceite de Oliva Virgen Extra: Cantidad necesaria․
  • Laurel: 2 hojas de laurel․
  • Pimentón Dulce: 1 cucharadita․
  • Pimentón Picante (opcional): 1/2 cucharadita (si te gusta el toque picante)․
  • Sal: Al gusto․
  • Pimienta Negra: Recién molida, al gusto․
  • Hierbas Aromáticas (opcional): Un ramito de tomillo fresco o romero․
  • Harina (opcional): Una cucharada para espesar la salsa․

Preparación Paso a Paso

Sigue estos pasos detalladamente para lograr una carne guisada perfecta:

  1. Preparar la Carne: Corta la carne en trozos de tamaño similar (aproximadamente 3-4 cm)․ Salpimienta generosamente․ Si deseas, puedes pasar los trozos de carne por harina antes de dorarlos, esto ayudará a espesar la salsa․
  2. Sellar la Carne: Calienta aceite de oliva en una olla grande o cazuela de fondo grueso a fuego medio-alto․ Sella la carne por todos lados hasta que esté dorada․ Esto sella los jugos y le da un sabor más intenso al guiso․ Retira la carne de la olla y reserva․
  3. Sofrito Aromático: En la misma olla, añade un poco más de aceite si es necesario․ Sofríe la cebolla picada hasta que esté transparente y comience a dorarse․ Agrega el ajo picado y cocina por un minuto más, teniendo cuidado de que no se queme․
  4. Añadir las Verduras: Incorpora los pimientos picados y las zanahorias en rodajas․ Sofríe las verduras hasta que estén tiernas, aproximadamente 5-7 minutos․
  5. El Tomate: Agrega el tomate triturado o rallado a la olla․ Cocina a fuego medio, removiendo ocasionalmente, hasta que el tomate haya perdido su acidez y se haya concentrado, aproximadamente 10-15 minutos․ Este paso es crucial para un buen sabor․
  6. Incorporar la Carne y el Vino: Vuelve a colocar la carne en la olla․ Vierte el vino tinto y deja que se evapore el alcohol durante un par de minutos․ Esto realza los sabores del guiso․
  7. Especias y Caldo: Añade el pimentón dulce (y el picante, si lo usas), las hojas de laurel, y las hierbas aromáticas (si las usas)․ Remueve bien para que las especias se integren․ Vierte el caldo de carne hasta cubrir la carne․ Si no tienes suficiente caldo, puedes añadir agua caliente․
  8. Cocción Lenta: Lleva el guiso a ebullición, luego reduce el fuego a bajo, tapa la olla y cocina a fuego lento durante al menos 2-3 horas, o hasta que la carne esté muy tierna y se deshaga fácilmente con un tenedor․ Remueve ocasionalmente para evitar que se pegue al fondo․ Si ves que el guiso se está secando demasiado, añade un poco más de caldo․
  9. Añadir las Patatas: Aproximadamente 30-45 minutos antes de que la carne esté lista, añade las patatas cortadas en trozos․ Asegúrate de que las patatas estén cubiertas por el caldo․ Si es necesario, añade más caldo o agua caliente․
  10. Guisantes (opcional): Si usas guisantes, añádelos 10 minutos antes de terminar la cocción․
  11. Rectificar el Sabor: Prueba el guiso y ajusta la sal y la pimienta si es necesario․ Si la salsa está demasiado líquida, puedes retirarla de la olla y reducirla en una sartén aparte․ Si está demasiado espesa, añade un poco más de caldo․
  12. Reposo: Una vez listo, retira la olla del fuego y deja reposar el guiso durante al menos 15-20 minutos antes de servir․ Esto permite que los sabores se asienten y se intensifiquen aún más․

Trucos y Consejos para un Guiso Excepcional

  • La Calidad de la Carne: Invierte en un buen corte de carne para guisar․ La falda, el morcillo o la aguja son excelentes opciones․ Busca cortes con grasa intramuscular, ya que esta grasa se derretirá durante la cocción, dando sabor y jugosidad al guiso․
  • El Sofrito: No te apresures con el sofrito․ Cocinar las verduras a fuego lento permite que liberen sus sabores y endulcen el guiso․ El tomate debe cocinarse hasta que pierda su acidez y se concentre․
  • El Vino: Utiliza un vino tinto de buena calidad que te guste beber․ El vino aportará complejidad y profundidad de sabor al guiso․
  • El Caldo: Un buen caldo de carne casero es la base de un guiso delicioso․ Si no tienes tiempo de hacerlo, utiliza un caldo de carne de buena calidad, preferiblemente bajo en sodio․
  • La Cocción Lenta: La paciencia es clave para un buen guiso․ Cocinar la carne a fuego lento durante varias horas permite que se ablande y se impregne de los sabores del sofrito y las especias․
  • El Reposo: Dejar reposar el guiso antes de servir permite que los sabores se asienten y se intensifiquen․
  • Espesar la Salsa: Si deseas una salsa más espesa, puedes pasar los trozos de carne por harina antes de dorarlos․ También puedes retirar un poco de caldo y mezclarlo con una cucharadita de maicena antes de volver a incorporarlo al guiso․ Otra opción es triturar parte de las verduras cocidas con una batidora de mano․
  • Congelar el Guiso: La carne guisada se puede congelar perfectamente․ Déjala enfriar por completo antes de guardarla en un recipiente hermético en el congelador․ Para descongelar, déjala en el refrigerador durante la noche o utiliza el microondas․
  • Variaciones: Puedes personalizar tu carne guisada añadiendo otras verduras como champiñones, setas, calabacín o pimientos del piquillo․ También puedes añadir legumbres como garbanzos o lentejas para hacer un plato aún más completo․
  • Hierbas Frescas: Añadir hierbas frescas picadas al final de la cocción, como perejil, cilantro o cebollino, le dará un toque de frescura al guiso․
  • Un Toque Picante: Si te gusta el picante, puedes añadir una guindilla o unas gotas de salsa picante al guiso․
  • El Corte de las Patatas: Para que las patatas suelten almidón y espesen la salsa, puedes "cascarlas" en lugar de cortarlas limpiamente con un cuchillo․ Para ello, clava el cuchillo en la patata y gira hasta que se rompa․

Maridaje: ¿Con qué acompañar tu Carne Guisada?

La carne guisada es un plato contundente que marida bien con vinos tintos de cuerpo medio y taninos suaves, como un Rioja crianza, un Ribera del Duero joven o un vino de la variedad Merlot․ También puedes acompañarla con una cerveza negra o tostada․ Como guarnición, un puré de patatas cremoso, arroz blanco o una ensalada verde fresca complementarán a la perfección el sabor del guiso․

Conclusión

Preparar carne guisada sin olla de presión es un proceso que requiere tiempo y dedicación, pero el resultado final es un plato lleno de sabor y tradición que vale la pena el esfuerzo․ Siguiendo esta receta y los consejos que te hemos dado, podrás disfrutar de una carne guisada tierna, jugosa y deliciosa que te transportará a los sabores de la cocina de la abuela․ ¡Buen provecho!

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