Los canelones son un plato clásico y reconfortante, perfecto para cualquier ocasión. Esta receta combina la riqueza de la carne picada con la suavidad del paté para crear un relleno irresistible. A continuación, te guiaremos paso a paso para que puedas preparar unos canelones espectaculares en casa.
Ingredientes:
- Para los Canelones:
- 1 paquete de placas de canelones (precocidas o para remojar, según la marca)
- Para el Relleno:
- 500g de carne picada mixta (cerdo y ternera)
- 1 cebolla grande, picada finamente
- 2 dientes de ajo, picados
- 100g de paté (de cerdo, pato o el que prefieras)
- 50ml de vino blanco seco
- 200g de tomate triturado
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta negra recién molida
- Nuez moscada (opcional)
- Hierbas provenzales (opcional)
- Para la Bechamel:
- 50g de mantequilla
- 50g de harina
- 500ml de leche entera
- Sal
- Pimienta blanca
- Nuez moscada (opcional)
- Para Gratinar:
- Queso rallado (parmesano, grana padano, emmental, o una mezcla)
Preparación:
Paso 1: Preparar el Relleno
- Sofríe la base: En una sartén grande, calienta un buen chorro de aceite de oliva a fuego medio. Añade la cebolla picada y sofríe hasta que esté transparente y ligeramente dorada, aproximadamente 5-7 minutos. Agrega el ajo picado y cocina por un minuto más, teniendo cuidado de que no se queme.
- Dora la carne: Incorpora la carne picada a la sartén y desmenúzala con una cuchara de madera. Cocina a fuego medio-alto, removiendo con frecuencia, hasta que la carne esté dorada por todos lados. Asegúrate de que no queden trozos grandes de carne cruda.
- Desglasa con vino: Vierte el vino blanco en la sartén y sube el fuego para que el alcohol se evapore. Remueve bien para que se desprendan los jugos caramelizados del fondo de la sartén, lo que aportará mucho sabor al relleno.
- Añade el tomate y las especias: Incorpora el tomate triturado, sal, pimienta negra, nuez moscada (si la usas) y hierbas provenzales (si las usas). Reduce el fuego a bajo, tapa la sartén y cocina a fuego lento durante al menos 30 minutos, o hasta que la salsa haya espesado y los sabores se hayan integrado. Remueve ocasionalmente para evitar que se pegue.
- Incorpora el paté: Retira la sartén del fuego y añade el paté desmenuzado. Remueve bien hasta que el paté se haya incorporado completamente al relleno y la mezcla sea homogénea. Prueba y rectifica de sal si es necesario.
- Enfriar ligeramente: Deja que el relleno se enfríe ligeramente antes de rellenar los canelones. Esto facilitará el proceso y evitará que se rompan las placas.
Paso 2: Preparar la Bechamel
- Prepara el roux: En una cacerola mediana, derrite la mantequilla a fuego medio. Añade la harina y remueve constantemente con unas varillas durante 2-3 minutos, hasta que la harina esté cocida y tenga un color dorado claro. Este proceso se llama "roux" y es la base de la bechamel. Es importante no quemar la harina, ya que amargaría la salsa.
- Añade la leche gradualmente: Retira la cacerola del fuego y añade un poco de leche fría. Remueve enérgicamente con las varillas hasta que no queden grumos. Vuelve a poner la cacerola al fuego y añade el resto de la leche poco a poco, removiendo constantemente con las varillas para evitar que se formen grumos.
- Cocina a fuego lento: Cocina la bechamel a fuego lento, removiendo continuamente con las varillas, hasta que espese y tenga la consistencia deseada. Esto puede tardar unos 10-15 minutos. Es importante no dejar de remover para evitar que se pegue al fondo de la cacerola.
- Sazona: Sazona la bechamel con sal, pimienta blanca y nuez moscada (si la usas). Prueba y rectifica de sal si es necesario.
Paso 3: Rellenar los Canelones
- Prepara las placas: Si utilizas placas de canelones precocidas, sigue las instrucciones del paquete para hidratarlas. Normalmente, se sumergen en agua caliente durante unos minutos hasta que estén blandas y flexibles. Si utilizas placas para remojar, simplemente sigue las instrucciones del paquete.
- Rellena los canelones: Extiende una placa de canelón sobre una superficie limpia. Coloca una porción generosa de relleno de carne y paté en un extremo de la placa. Enrolla la placa alrededor del relleno para formar un cilindro.
- Coloca los canelones en una fuente: Coloca los canelones rellenos en una fuente para horno previamente engrasada con mantequilla o aceite de oliva. Coloca los canelones uno al lado del otro, con la costura hacia abajo para que no se abran durante la cocción.
Paso 4: Hornear los Canelones
- Cubre con bechamel: Vierte la bechamel caliente sobre los canelones, asegurándote de que queden bien cubiertos.
- Espolvorea con queso: Espolvorea generosamente con queso rallado.
- Gratina: Hornea en el horno precalentado a 180°C (350°F) durante unos 20-25 minutos, o hasta que el queso esté dorado y burbujeante.
- Reposa: Retira los canelones del horno y déjalos reposar durante unos minutos antes de servir. Esto permitirá que los sabores se asienten y que la bechamel se espese ligeramente.
Consejos y Trucos:
- Variaciones del relleno: Puedes añadir otros ingredientes al relleno, como champiñones picados, aceitunas, pimientos, o incluso un poco de foie gras para una versión más lujosa.
- Paté casero: Si quieres, puedes preparar tu propio paté casero. Hay muchas recetas disponibles en línea.
- Bechamel sin grumos: El secreto para una bechamel sin grumos es añadir la leche fría poco a poco y remover constantemente con las varillas. Si te salen grumos, puedes pasar la salsa por un colador fino.
- Placas de canelones caseras: Si te animas, puedes preparar tus propias placas de canelones caseras. Necesitarás harina, huevos, aceite y sal. Hay muchas recetas disponibles en línea.
- Congelar los canelones: Puedes congelar los canelones ya rellenos y cubiertos con bechamel antes de hornearlos. Para descongelarlos, déjalos en el refrigerador durante la noche y luego hornéalos como se indica en la receta. También puedes hornearlos directamente congelados, pero tardarán más tiempo en cocinarse.
- Hierbas frescas: Para un toque de frescura, puedes espolvorear los canelones con hierbas frescas picadas, como perejil o albahaca, antes de servir.
- Prepara con antelación: Puedes preparar el relleno y la bechamel con antelación y guardarlos en el refrigerador hasta el momento de rellenar y hornear los canelones.
- Presentación: Sirve los canelones calientes, acompañados de una ensalada fresca o un poco de pan crujiente.
- Para principiantes: Si eres principiante, puedes usar placas de canelones precocidas de buena calidad y paté comprado en la tienda. Esto te ahorrará tiempo y esfuerzo.
- Para profesionales: Si eres un cocinero experimentado, puedes experimentar con diferentes tipos de carne, paté y quesos para crear tu propia versión única de los canelones. También puedes añadir un toque de sofisticación con ingredientes como trufas o aceite de trufa.
- Evitando clichés: Evita la frase "¡un plato para chuparse los dedos!". En su lugar, describe los sabores y la textura del plato de manera más precisa y evocadora.
- Evitando concepciones erróneas: Asegúrate de que la carne esté bien cocida antes de añadir el paté. La carne poco cocida puede ser peligrosa para la salud. Además, ten en cuenta que el paté ya contiene sal, así que sazona el relleno con moderación.
Consideraciones Adicionales:
La importancia de la calidad de los ingredientes: La calidad de los ingredientes es fundamental para el éxito de cualquier receta. Utiliza carne picada fresca y de buena calidad, un paté que te guste y un queso rallado que se funda bien. Si utilizas ingredientes de baja calidad, el resultado final no será tan bueno.
El papel del vino blanco: El vino blanco no solo añade sabor al relleno, sino que también ayuda a desglasar la sartén y a suavizar la carne. Utiliza un vino blanco seco de buena calidad, como un Sauvignon Blanc o un Chardonnay. Si no tienes vino blanco, puedes sustituirlo por caldo de pollo o agua.
La consistencia de la bechamel: La consistencia de la bechamel es importante para que los canelones queden cremosos y jugosos. La bechamel debe ser lo suficientemente espesa como para cubrir los canelones, pero no tan espesa como para que se seque en el horno. Si la bechamel está demasiado espesa, puedes añadir un poco más de leche. Si está demasiado líquida, puedes cocinarla a fuego lento durante unos minutos más.
El punto de gratinado: El punto de gratinado es importante para que los canelones tengan un aspecto apetitoso. El queso debe estar dorado y burbujeante, pero no quemado. Si el queso se está quemando demasiado rápido, puedes cubrir la fuente con papel de aluminio durante los últimos minutos de cocción.
La digestión: Los canelones son un plato contundente, por lo que se recomienda servirlos con una ensalada fresca para facilitar la digestión.
Conclusión:
Con esta receta detallada, podrás preparar unos canelones de carne picada y paté deliciosos y caseros que impresionarán a tus invitados. No tengas miedo de experimentar con diferentes ingredientes y sabores para crear tu propia versión única de este plato clásico. ¡Buen provecho!
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