¿A quién no le gustan los bollos rellenos de jamón y queso? Son perfectos para el desayuno, la merienda, un picnic o incluso como un delicioso tentempié. Esta receta casera te guiará paso a paso para que puedas preparar unos bollos irresistibles, suaves por dentro y dorados por fuera. Olvídate de las versiones industriales y disfruta del sabor auténtico de la cocina hecha en casa.

Ingredientes Necesarios

Antes de empezar, asegúrate de tener todos los ingredientes a mano. La calidad de los ingredientes influirá directamente en el sabor final de tus bollos.

  • Para la Masa:
    • 500 gramos de harina de trigo (fuerza media)
    • 250 ml de leche tibia
    • 50 gramos de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
    • 25 gramos de levadura fresca (o 7 gramos de levadura seca)
    • 50 gramos de azúcar
    • 1 huevo (tamaño L)
    • 5 gramos de sal
  • Para el Relleno:
    • 200 gramos de jamón cocido, en lonchas
    • 200 gramos de queso (tipo emmental, gouda o mozzarella), en lonchas o rallado
  • Para Pincelar:
    • 1 huevo batido
    • Semillas de sésamo (opcional)

Consideraciones sobre los ingredientes:

  • Harina: La harina de fuerza media (W entre 180 y 220) es ideal para este tipo de masas, ya que permite un buen desarrollo del gluten, lo que resulta en bollos esponjosos. Evita harinas con demasiada fuerza (W > 250), ya que la masa podría resultar demasiado elástica y difícil de manejar. Si no encuentras harina de fuerza media, puedes mezclar harina de fuerza y harina floja a partes iguales.
  • Levadura: La levadura fresca es preferible por su sabor y capacidad de fermentación, pero la levadura seca es una alternativa válida y más fácil de encontrar. Asegúrate de comprobar la fecha de caducidad de la levadura seca.
  • Leche: La leche debe estar tibia (alrededor de 30-35°C) para activar la levadura correctamente. No uses leche caliente, ya que podría matar la levadura.
  • Mantequilla: La mantequilla debe estar a temperatura ambiente para incorporarse fácilmente a la masa y contribuir a su suavidad. Puedes usar mantequilla derretida, pero el resultado final podría ser ligeramente diferente.
  • Queso: Elige un queso que se derrita bien y tenga un sabor que te guste. El emmental, el gouda y la mozzarella son buenas opciones. También puedes usar una mezcla de quesos.
  • Jamón: Utiliza jamón cocido de buena calidad para un sabor óptimo. Puedes usar jamón serrano, pero ten en cuenta que su sabor es más intenso y podría dominar el de los bollos.

Preparación de la Masa

La clave para unos bollos perfectos reside en una masa bien trabajada. Sigue estos pasos con atención:

  1. Activar la Levadura: En un recipiente pequeño, disuelve la levadura fresca en la leche tibia junto con una cucharadita de azúcar. Remueve suavemente y deja reposar durante unos 10 minutos, hasta que aparezca una capa de espuma en la superficie. Esto indica que la levadura está activa. Si usas levadura seca, mézclala directamente con la harina.
  2. Mezclar los Ingredientes Secos: En un bol grande, mezcla la harina, el azúcar y la sal. Haz un hueco en el centro.
  3. Añadir los Ingredientes Húmedos: Vierte la mezcla de levadura en el hueco de la harina. Agrega el huevo y la mantequilla a temperatura ambiente.
  4. Amasar: Mezcla todos los ingredientes con una cuchara de madera o espátula hasta que se forme una masa pegajosa. Luego, transfiere la masa a una superficie enharinada y amasa durante unos 10-15 minutos, hasta que esté suave, elástica y ya no se pegue a las manos. Si tienes una amasadora, puedes usarla para amasar la masa durante unos 8-10 minutos.
  5. Primer Levado: Forma una bola con la masa y colócala en un bol ligeramente engrasado. Cubre el bol con un paño húmedo o film transparente y deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1-1.5 horas, o hasta que la masa duplique su tamaño. La temperatura ideal para el levado es de alrededor de 25-28°C. Si hace frío, puedes colocar el bol en el horno precalentado a la temperatura más baja durante unos minutos y luego apagarlo.

Consejos para un amasado perfecto:

  • Si la masa está demasiado pegajosa, añade un poco más de harina, una cucharada a la vez.
  • Si la masa está demasiado seca, añade un poco más de leche, una cucharadita a la vez.
  • Amasa con movimientos enérgicos y regulares.
  • Si usas una amasadora, comienza a baja velocidad y aumenta gradualmente la velocidad a medida que la masa se va integrando.

Formado y Relleno de los Bollos

Una vez que la masa haya levado, es hora de dar forma a los bollos y rellenarlos.

  1. Desgasificar la Masa: Presiona suavemente la masa para desgasificarla (eliminar el aire).
  2. Dividir la Masa: Divide la masa en porciones iguales. El tamaño de las porciones dependerá del tamaño que quieras para tus bollos. Para bollos de tamaño mediano, divide la masa en unas 12-15 porciones.
  3. Formar los Bollos: Forma pequeñas bolas con cada porción de masa.
  4. Rellenar los Bollos: Aplasta ligeramente cada bola con la palma de la mano para formar un disco. Coloca una o dos lonchas de jamón y queso en el centro del disco. Dobla los bordes de la masa hacia el centro y pellízcalos para sellar el relleno. Asegúrate de que el relleno esté bien cerrado para que no se salga durante el horneado.
  5. Segundo Levado: Coloca los bollos rellenos en una bandeja para hornear cubierta con papel de horno. Deja espacio entre los bollos para que puedan expandirse durante el segundo levado. Cubre los bollos con un paño húmedo o film transparente y deja reposar durante unos 30-45 minutos, o hasta que estén ligeramente hinchados.

Variaciones en el relleno:

  • Puedes añadir otros ingredientes al relleno, como aceitunas, pimientos, tomate seco o hierbas aromáticas.
  • Para una versión vegetariana, puedes rellenar los bollos con espinacas y queso ricotta, o con champiñones salteados y queso gruyere.
  • También puedes hacer bollos dulces rellenándolos con crema pastelera, chocolate o dulce de leche.

Horneado y Finalización

El horneado es el paso final para transformar tus bollos en una deliciosa realidad;

  1. Precalentar el Horno: Precalienta el horno a 180°C (calor arriba y abajo).
  2. Pincelar: Bate un huevo en un recipiente pequeño y pincela suavemente la superficie de los bollos con el huevo batido. Esto les dará un bonito color dorado durante el horneado.
  3. Decorar (Opcional): Espolvorea semillas de sésamo sobre los bollos pincelados con huevo.
  4. Hornear: Hornea los bollos durante unos 15-20 minutos, o hasta que estén dorados. Vigila los bollos durante el horneado para que no se quemen.
  5. Enfriar: Retira los bollos del horno y déjalos enfriar sobre una rejilla antes de servir.

Consejos para un horneado perfecto:

  • Si tu horno tiende a quemar los bollos por arriba, puedes cubrirlos con papel de aluminio durante los últimos minutos de horneado.
  • Para comprobar si los bollos están completamente horneados, puedes insertar un palillo en el centro de uno de ellos. Si el palillo sale limpio, los bollos están listos.

Conservación

Los bollos rellenos de jamón y queso están más ricos recién hechos, pero también se pueden conservar durante unos días.

  • Conservación a Temperatura Ambiente: Guarda los bollos en un recipiente hermético o bolsa de plástico a temperatura ambiente durante un máximo de 2 días.
  • Conservación en el Congelador: Para una conservación más prolongada, puedes congelar los bollos. Envuelve cada bollo individualmente en film transparente y luego colócalos en un recipiente hermético o bolsa de congelación. Los bollos congelados se pueden conservar durante un máximo de 2-3 meses. Para descongelar, déjalos reposar a temperatura ambiente durante unas horas o caliéntalos en el horno a baja temperatura.

Errores Comunes y Soluciones

Incluso los cocineros más experimentados pueden cometer errores. Aquí tienes algunos errores comunes al hacer bollos rellenos de jamón y queso y cómo solucionarlos:

  • Masa que no leva:
    • Causa: Levadura inactiva, temperatura demasiado baja, demasiada sal.
    • Solución: Comprueba la fecha de caducidad de la levadura, asegúrate de que la leche esté tibia, no uses demasiada sal. Si la masa no leva, puedes intentar añadir un poco más de levadura (previamente activada en leche tibia) y dejar reposar en un lugar más cálido.
  • Bollos duros:
    • Causa: Amasado insuficiente, demasiada harina, horneado excesivo.
    • Solución: Amasa la masa el tiempo suficiente para desarrollar el gluten, no añadas demasiada harina, vigila los bollos durante el horneado y retíralos del horno cuando estén dorados.
  • Relleno que se sale:
    • Causa: Relleno excesivo, sellado incorrecto.
    • Solución: No pongas demasiado relleno en los bollos, asegúrate de sellar bien los bordes de la masa.

Conclusión

Ahora ya tienes todo lo que necesitas para preparar unos deliciosos bollos rellenos de jamón y queso caseros. ¡Anímate a probar esta receta y sorprende a tus amigos y familiares con tu talento culinario! Recuerda que la práctica hace al maestro, así que no te desanimes si no te salen perfectos a la primera. Cada vez que prepares esta receta, irás perfeccionando tu técnica y obteniendo resultados aún mejores. ¡Buen provecho!

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