Las albóndigas con huevo son un plato tradicional y reconfortante, perfecto para cualquier ocasión. Esta receta combina la jugosidad de la carne con la suavidad del huevo cocido en su interior, todo bañado en una deliciosa salsa. A continuación, te guiaremos paso a paso para que puedas preparar este plato en casa de manera fácil y exitosa;
Comienza cocinando los 6 huevos que irán dentro de las albóndigas. Colócalos en una olla con agua fría, asegurándote de que estén completamente cubiertos. Lleva el agua a ebullición y, una vez que hierva, reduce el fuego y cocina durante 10-12 minutos. Retira los huevos del agua caliente y colócalos en un recipiente con agua fría para detener la cocción y facilitar el pelado. Pélalos y resérvalos.
En un bol grande, mezcla la carne picada, la cebolla picada, el ajo picado y el perejil picado. En un recipiente aparte, remoja el pan rallado en la leche durante unos minutos hasta que se ablande. Exprime el exceso de leche y añade el pan rallado a la mezcla de carne. Agrega los 2 huevos, sal y pimienta al gusto. Mezcla bien todos los ingredientes con las manos hasta obtener una masa homogénea y manejable. Es importante no amasar en exceso para evitar que las albóndigas queden duras.
Toma una porción de la masa de carne y aplástala en la palma de tu mano. Coloca un huevo duro pelado en el centro de la masa y envuélvelo completamente con la carne, dándole forma de albóndiga. Asegúrate de que el huevo esté bien cubierto para que no se salga durante la cocción. Repite este proceso con el resto de la masa y los huevos. Es preferible hacer las albóndigas de un tamaño similar para que se cocinen uniformemente.
En una sartén grande, calienta abundante aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Fríe las albóndigas por tandas, asegurándote de que se doren por todos los lados. No sobrecargues la sartén para que las albóndigas se cocinen de manera uniforme. Retira las albóndigas de la sartén y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Este paso sella la carne y ayuda a que las albóndigas mantengan su forma durante la cocción en la salsa.
En una cazuela grande, calienta un poco de aceite de oliva virgen extra a fuego medio. Sofríe la cebolla picada y el ajo picado hasta que estén dorados y fragantes. Si deseas añadir pimiento rojo, agrégalo en este momento y sofríe hasta que esté tierno. Añade el tomate triturado, el azúcar, la hoja de laurel, sal, pimienta y pimentón dulce (si lo usas). Cocina la salsa a fuego lento durante unos 15-20 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que se espese ligeramente.
Añade las albóndigas fritas a la cazuela con la salsa de tomate. Vierte el caldo de carne o agua hasta que las albóndigas estén casi cubiertas por la salsa. Cocina a fuego lento durante al menos 30-40 minutos, o hasta que las albóndigas estén completamente cocidas y la salsa haya espesado. Remueve ocasionalmente para evitar que se peguen al fondo de la cazuela. La cocción lenta permite que los sabores se mezclen y que las albóndigas absorban la salsa, quedando más jugosas y sabrosas.
Retira la hoja de laurel antes de servir. Sirve las albóndigas con huevo calientes, acompañadas de arroz blanco, puré de patatas, pasta o simplemente con pan para mojar en la deliciosa salsa. Espolvorea un poco de perejil fresco picado por encima para decorar y añadir un toque de frescura.
La clave para unas albóndigas con huevo perfectas reside en la calidad de los ingredientes y en la paciencia durante la cocción. Utilizar carne fresca y de buena calidad, cocinar la salsa a fuego lento y no apresurar el proceso de cocción de las albóndigas en la salsa garantizará un resultado delicioso y satisfactorio.
Las albóndigas con huevo son una fuente importante de proteínas, gracias tanto a la carne como al huevo. También aportan vitaminas y minerales presentes en los vegetales de la salsa. Sin embargo, es importante tener en cuenta que también pueden ser altas en grasas, dependiendo del tipo de carne utilizada y de la cantidad de aceite empleado en la fritura. Para una versión más saludable, considera utilizar carne magra y hornear las albóndigas en lugar de freírlas.
Las albóndigas con huevo son un plato versátil y delicioso que se adapta a diferentes gustos y preferencias. Con esta receta fácil y detallada, podrás preparar este plato clásico en casa y disfrutar de un festín de sabores y texturas. ¡Buen provecho!
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