Las albóndigas a la jardinera son un plato clásico de la cocina española, apreciado por su sabor reconfortante y su versatilidad. Esta receta, transmitida de generación en generación, combina la sencillez de las albóndigas con la riqueza nutritiva y el colorido de las verduras. Más allá de una simple comida, las albóndigas a la jardinera representan un vínculo con la tradición y un homenaje a los sabores caseros.
Ingredientes (para 4-6 personas)
- Para las albóndigas:
- 500g de carne picada mixta (ternera y cerdo)
- 1 huevo
- 50g de pan rallado
- 2 dientes de ajo, picados finamente
- Un manojo de perejil fresco, picado
- Sal y pimienta al gusto
- Harina para rebozar
- Aceite de oliva virgen extra para freír
- Para la salsa a la jardinera:
- 1 cebolla grande, picada finamente
- 2 zanahorias, peladas y cortadas en rodajas
- 1 pimiento verde, picado
- 1 pimiento rojo, picado
- 200g de guisantes (frescos o congelados)
- 200g de judías verdes, cortadas
- 400g de tomate triturado
- 1 vaso de vino blanco (opcional)
- Caldo de carne o agua
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal, pimienta, laurel y tomillo al gusto
- Una pizca de azúcar (para corregir la acidez del tomate, si es necesario)
Preparación paso a paso
Paso 1: Preparación de las albóndigas
- En un bol grande, mezcla la carne picada, el huevo, el pan rallado, el ajo picado, el perejil picado, la sal y la pimienta.
- Amasa bien con las manos hasta obtener una mezcla homogénea. La clave está en amasar lo suficiente para que la carne ligue y las albóndigas no se deshagan al freír.
- Forma pequeñas bolas con la masa. El tamaño ideal es aproximadamente del tamaño de una nuez grande.
- Enharina las albóndigas ligeramente. Esto ayudará a que se doren mejor al freír y a que la salsa se adhiera a ellas.
Paso 2: Fritura de las albóndigas
- Calienta abundante aceite de oliva virgen extra en una sartén grande a fuego medio. La cantidad de aceite debe ser suficiente para cubrir las albóndigas hasta la mitad.
- Fríe las albóndigas en tandas, evitando amontonarlas en la sartén, hasta que estén doradas por todos lados.
- Retira las albóndigas de la sartén y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Paso 3: Preparación de la salsa a la jardinera
- En una cazuela grande, calienta un poco de aceite de oliva virgen extra a fuego medio.
- Sofríe la cebolla picada hasta que esté transparente y ligeramente dorada. Este paso es fundamental para desarrollar el sabor dulce de la cebolla y evitar que quede cruda en la salsa.
- Añade las zanahorias en rodajas y los pimientos picados y sofríe durante unos minutos más, hasta que estén ligeramente blandos.
- Incorpora el tomate triturado, sal, pimienta, laurel, tomillo y, si es necesario, una pizca de azúcar.
- Si se utiliza vino blanco, añádelo ahora y deja que se evapore el alcohol durante un par de minutos. El vino blanco aporta un toque de acidez y complejidad a la salsa.
- Cocina la salsa a fuego lento durante al menos 20 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que se haya espesado y los sabores se hayan integrado.
Paso 4: Cocción de las albóndigas en la salsa
- Añade las albóndigas fritas a la cazuela con la salsa.
- Incorpora los guisantes y las judías verdes.
- Añade caldo de carne o agua suficiente para cubrir las albóndigas y las verduras.
- Lleva la salsa a ebullición, luego reduce el fuego a bajo, tapa la cazuela y cocina a fuego lento durante al menos 30 minutos, o hasta que las verduras estén tiernas y las albóndigas hayan absorbido los sabores de la salsa. Cuanto más tiempo se cocinen a fuego lento, más sabrosas estarán.
Paso 5: Servir
- Sirve las albóndigas a la jardinera calientes, acompañadas de arroz blanco, puré de patatas o pan para mojar en la deliciosa salsa.
- Opcionalmente, puedes espolvorear perejil fresco picado por encima para decorar y añadir un toque de frescura.
Trucos y Consejos
- Calidad de la carne: Utiliza carne picada de buena calidad para obtener un mejor sabor y textura. La mezcla de ternera y cerdo es la más tradicional, pero puedes utilizar solo ternera o solo cerdo si lo prefieres.
- Pan rallado: El pan rallado ayuda a ligar la carne y a que las albóndigas queden más jugosas. Puedes utilizar pan rallado casero o comprado. Si utilizas pan rallado casero, asegúrate de que esté bien seco.
- Ajo y perejil: No escatimes en ajo y perejil, ya que aportan mucho sabor a las albóndigas. Utiliza ajo fresco y perejil fresco para obtener los mejores resultados.
- Sofrito: Un buen sofrito es la base de una buena salsa. Cocina la cebolla y las verduras a fuego lento hasta que estén blandas y ligeramente doradas para que desarrollen su sabor dulce.
- Vino blanco: El vino blanco es opcional, pero añade un toque de acidez y complejidad a la salsa. Si no quieres utilizar vino blanco, puedes sustituirlo por caldo de carne o agua.
- Tiempo de cocción: Cocina las albóndigas a fuego lento durante el tiempo suficiente para que las verduras estén tiernas y las albóndigas hayan absorbido los sabores de la salsa. Cuanto más tiempo se cocinen, más sabrosas estarán.
- Congelar: Las albóndigas a la jardinera se pueden congelar perfectamente. Deja que se enfríen por completo antes de congelarlas en un recipiente hermético. Para descongelarlas, déjalas en el frigorífico durante la noche o caliéntalas directamente en una cazuela a fuego lento.
- Variaciones: Puedes añadir otras verduras a la salsa, como champiñones, calabacín o berenjena. También puedes utilizar diferentes tipos de carne, como pollo o pavo.
- Para niños: Si vas a preparar albóndigas a la jardinera para niños, puedes triturar la salsa con una batidora para que sea más fácil de comer. También puedes cortar las albóndigas en trozos más pequeños;
Variaciones de la receta
- Albóndigas a la jardinera con patatas: Añade patatas cortadas en cubos a la salsa junto con las otras verduras.
- Albóndigas a la jardinera con arroz: Sirve las albóndigas a la jardinera sobre una cama de arroz blanco.
- Albóndigas a la jardinera con huevo duro: Añade huevos duros cortados por la mitad a la salsa justo antes de servir.
- Albóndigas a la jardinera picantes: Añade una guindilla picada a la salsa para darle un toque picante.
Consideraciones nutricionales
Las albóndigas a la jardinera son un plato nutritivo y equilibrado que proporciona proteínas, hidratos de carbono y vitaminas. La carne picada es una buena fuente de proteínas, hierro y zinc. Las verduras aportan vitaminas, minerales y fibra. Es importante utilizar aceite de oliva virgen extra para cocinar, ya que es una grasa saludable. Controla la cantidad de sal que añades a la receta, ya que un exceso de sal puede ser perjudicial para la salud. Si estás siguiendo una dieta baja en carbohidratos, puedes reducir la cantidad de pan rallado que utilizas para preparar las albóndigas y utilizar menos patatas o arroz para acompañar el plato.
Conclusión
Las albóndigas a la jardinera son un plato clásico y versátil que se puede adaptar a diferentes gustos y preferencias. Con esta receta, podrás disfrutar de un plato sabroso y reconfortante que te transportará a la cocina de tu abuela. ¡Anímate a prepararlas y sorprende a tus familiares y amigos con este delicioso plato!
Esta receta, aunque tradicional, puede ser adaptada a los tiempos modernos, utilizando ingredientes de proximidad y técnicas de cocina más saludables. Lo importante es mantener la esencia del plato: la combinación de sabores y la sensación de confort que proporciona. Las albóndigas a la jardinera son más que una receta, son una experiencia culinaria que merece ser compartida.
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