La cinta de lomo rellena al horno es un plato clásico y versátil, perfecto para cualquier ocasión, desde una comida familiar hasta una celebración especial. Esta receta, con jamón y queso, es especialmente deliciosa y fácil de preparar. A continuación, te guiaremos paso a paso para que puedas crear una cinta de lomo rellena que impresionará a todos.
La cinta de lomo es una pieza de carne magra y sabrosa que se presta muy bien a ser rellena. Su forma alargada facilita el proceso de rellenado y permite una cocción uniforme. Además, el relleno de jamón y queso añade un toque de sabor y jugosidad que eleva este plato a otro nivel. Pero, ¿por qué jamón y queso específicamente? La respuesta es simple: la combinación de la salinidad del jamón y la cremosidad del queso crea un equilibrio perfecto que complementa el sabor suave de la carne de cerdo.
Comienza por preparar la cinta de lomo. Lávala y sécala bien con papel de cocina. Luego, con un cuchillo largo y afilado, ábrela en forma de libro. Ten cuidado de no cortarla completamente; la idea es obtener una superficie plana donde colocar el relleno. Si la cinta de lomo es muy gruesa, puedes aplanarla ligeramente con un mazo de cocina para que quede más uniforme.
Una vez abierta la cinta de lomo, sazónala generosamente con sal, pimienta, ajo picado y hierbas provenzales. Asegúrate de que todas las partes de la carne estén bien cubiertas con los condimentos. Este paso es crucial para darle sabor a la carne y equilibrar la salinidad del jamón y la cremosidad del queso. Puedes dejarla marinar en la nevera durante al menos 30 minutos para que los sabores se integren mejor.
Ahora viene la parte divertida: rellenar la cinta de lomo. Comienza colocando una capa de lonchas de jamón sobre la superficie de la carne, asegurándote de cubrirla completamente. Luego, añade una capa de lonchas de queso sobre el jamón. Puedes superponer las lonchas ligeramente para que el relleno quede más uniforme. Si quieres añadir otros ingredientes, como pimientos asados, champiñones salteados o espinacas, este es el momento de hacerlo. La clave es no sobrecargar la cinta de lomo para que se pueda enrollar fácilmente.
Con cuidado, enrolla la cinta de lomo sobre sí misma, comenzando por uno de los extremos. Asegúrate de que el relleno quede bien apretado dentro de la carne. Una vez enrollada, átala con hilo de cocina en varios puntos a lo largo de toda la longitud para que mantenga su forma durante la cocción. Es importante que el hilo esté bien ajustado, pero no demasiado apretado para que no se rompa la carne. Si no tienes hilo de cocina, puedes usar palillos de dientes para sujetar los bordes.
En una sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva virgen extra a fuego medio-alto. Sella la cinta de lomo por todos lados hasta que esté dorada. Este paso es fundamental para sellar los jugos de la carne y darle un color atractivo. No es necesario cocinarla completamente en este punto; solo dorarla por fuera. Una vez dorada, retírala de la sartén y colócala en una fuente para horno.
Precalienta el horno a 180°C (350°F). Hornea la cinta de lomo durante aproximadamente 45-60 minutos, o hasta que esté completamente cocida. El tiempo de cocción dependerá del tamaño de la cinta de lomo y de la potencia de tu horno. Para asegurarte de que está lista, puedes usar un termómetro de cocina. La temperatura interna debe alcanzar los 70°C (160°F). Si ves que la superficie se dora demasiado rápido, puedes cubrirla con papel de aluminio durante los últimos minutos de cocción.
Mientras la cinta de lomo está en el horno, puedes preparar la salsa. En la misma sartén donde doraste la carne, añade un poco más de aceite de oliva y sofríe la cebolla picada hasta que esté transparente. Luego, añade el vino blanco y deja que se reduzca a la mitad. Agrega el caldo de carne y cocina a fuego lento durante unos 15-20 minutos para que la salsa se espese. Si quieres una salsa más espesa, puedes disolver una cucharada de harina de trigo en un poco de agua fría y añadirla a la sartén. Cocina durante unos minutos más hasta que la salsa tenga la consistencia deseada. Sazona con sal y pimienta al gusto.
Una vez que la cinta de lomo esté cocida, retírala del horno y déjala reposar durante al menos 10 minutos antes de cortarla. Esto permitirá que los jugos se redistribuyan por toda la carne, lo que la hará más jugosa y sabrosa. Retira el hilo de cocina y corta la cinta de lomo en rodajas de aproximadamente 1-2 cm de grosor. Sirve la cinta de lomo rellena caliente, acompañada de la salsa (si la has preparado) y de tus guarniciones favoritas, como patatas asadas, verduras al vapor o una ensalada fresca.
La receta de la cinta de lomo rellena es muy versátil y se puede adaptar a tus gustos y preferencias. Aquí te presentamos algunas variaciones:
Esta receta funciona por varias razones. En primer lugar, la cinta de lomo es una pieza de carne magra y sabrosa que se presta muy bien a ser rellena. En segundo lugar, la combinación de jamón y queso es un clásico que siempre funciona. La salinidad del jamón y la cremosidad del queso se complementan a la perfección y realzan el sabor de la carne. En tercer lugar, la técnica de cocción al horno permite que la carne se cocine de manera uniforme y conserve su jugosidad. Por último, la salsa (opcional) añade un toque de sabor extra y hace que el plato sea aún más delicioso.
La cinta de lomo rellena, como cualquier plato, debe consumirse con moderación como parte de una dieta equilibrada. La cinta de lomo es una buena fuente de proteínas y hierro, pero también contiene grasas saturadas y colesterol. El jamón y el queso también son ricos en grasas y sodio. Por lo tanto, es importante controlar las porciones y elegir ingredientes de buena calidad. Puedes optar por jamón ibérico bajo en sal y queso con menos grasa. Además, puedes añadir verduras al relleno para aumentar el contenido de fibra y nutrientes.
La cinta de lomo rellena al horno con jamón y queso es un plato delicioso y versátil que puedes preparar para cualquier ocasión. Con esta receta, podrás crear una cinta de lomo jugosa, sabrosa y que impresionará a todos tus invitados. No tengas miedo de experimentar con diferentes ingredientes y adaptarla a tus gustos y preferencias. ¡Buen provecho!