En el corazón de Asturias, donde la tradición se entrelaza con la calidad, encontramos Carnes Picazo Armando Palacio Valdés, una empresa familiar que ha sabido mantener viva la esencia de la ganadería y la carnicería artesanal durante generaciones. Más que un simple negocio, Carnes Picazo representa un compromiso con el sabor auténtico, el respeto por el animal y la conservación de las prácticas ancestrales que definen la identidad asturiana.
La historia de Carnes Picazo se remonta a los albores del siglo XX, cuando Armando Palacio Valdés, un visionario ganadero, decidió apostar por la cría de ganado autóctono en las verdes praderas asturianas. Su pasión por la calidad y el bienestar animal sentaron las bases de lo que hoy es una empresa de referencia en el sector cárnico. Inicialmente, la producción se centraba en abastecer a la comunidad local, pero con el paso del tiempo, la reputación de Carnes Picazo se extendió por toda la región y más allá.
La clave del éxito reside en la transmisión de conocimientos y valores de generación en generación. Los descendientes de Armando Palacio Valdés han continuado su legado, adaptándose a los nuevos tiempos sin renunciar a la esencia de la tradición. La empresa ha invertido en tecnología y modernización, pero siempre manteniendo el respeto por los métodos artesanales que garantizan la calidad y el sabor inigualable de sus productos.
Carnes Picazo se distingue por su compromiso con la calidad en cada etapa del proceso, desde la cría del ganado hasta la elaboración de los productos. La empresa trabaja principalmente con razas autóctonas asturianas, como la Asturiana de los Valles, conocida por su carne tierna y sabrosa. Los animales se crían en libertad, pastando en praderas naturales y alimentándose de hierba fresca y cereales de la región. Este tipo de alimentación, rica en nutrientes y fibra, contribuye a la salud y el bienestar del ganado, lo que se traduce en una carne de mayor calidad.
Además de la alimentación, Carnes Picazo presta especial atención al manejo del ganado. Los animales se crían en un ambiente tranquilo y respetuoso, evitando el estrés y garantizando su bienestar. La empresa cuenta con veterinarios especializados que supervisan la salud del ganado y aseguran el cumplimiento de las normas de bienestar animal.
Una vez que el ganado alcanza la madurez óptima, se sacrifica de forma humanitaria y se somete a un proceso de maduración en seco que realza su sabor y terneza. La maduración en seco es una técnica ancestral que consiste en colgar la carne en un ambiente controlado durante un período de tiempo determinado. Durante este proceso, las enzimas naturales de la carne descomponen las fibras musculares, lo que la hace más tierna y sabrosa.
Posteriormente, la carne se despieza y se elaboran los diferentes productos de forma artesanal. Los carniceros de Carnes Picazo son expertos en su oficio, con años de experiencia y un profundo conocimiento de la carne. Utilizan técnicas tradicionales para cortar y preparar la carne, garantizando la máxima calidad y el mejor sabor.
Carnes Picazo ofrece una amplia variedad de productos, desde cortes de carne fresca hasta elaborados tradicionales. Entre los productos más destacados se encuentran:
Además de estos productos, Carnes Picazo ofrece una amplia variedad de elaborados tradicionales, como callos a la asturiana, fabada asturiana y otros platos típicos de la región. Todos los productos se elaboran con ingredientes frescos y de primera calidad, siguiendo las recetas tradicionales y garantizando el sabor auténtico de la cocina asturiana.
Carnes Picazo es consciente de la importancia de la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente. La empresa ha implementado una serie de medidas para reducir su impacto ambiental, como la utilización de energías renovables, la gestión eficiente de los recursos hídricos y la reducción de los residuos. Además, Carnes Picazo colabora con ganaderos locales que comparten su compromiso con la sostenibilidad y el bienestar animal.
La empresa también promueve la educación ambiental entre sus empleados y clientes, concienciando sobre la importancia de consumir productos locales y de temporada, y de apoyar a las empresas que apuestan por la sostenibilidad.
Carnes Picazo Armando Palacio Valdés es mucho más que una simple carnicería. Es un símbolo de la tradición, la calidad y el compromiso con la tierra asturiana. La empresa ha sabido mantener viva la esencia de la ganadería y la carnicería artesanal durante generaciones, ofreciendo productos de la máxima calidad y sabor. Si buscas una experiencia gastronómica auténtica y un producto con historia, Carnes Picazo es la elección perfecta.
Puedes encontrar los productos de Carnes Picazo Armando Palacio Valdés en:
Carnes Picazo Armando Palacio Valdés representa un legado de sabor y tradición que continúa deleitando a los paladares más exigentes. Su compromiso con la calidad, el bienestar animal y la sostenibilidad la convierten en una empresa ejemplar que merece ser reconocida y apoyada. Al elegir Carnes Picazo, no solo estás comprando carne, estás apoyando una forma de vida, una tradición y un futuro más sostenible para Asturias.
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