El caldo de pollo es un plato reconfortante y nutritivo, ideal para cualquier época del año. Esta versión gourmet, enriquecida con el sabor ahumado y salado del jamón, eleva el caldo a un nivel superior, transformándolo en una experiencia culinaria sofisticada y deliciosa. Esta receta casera te guiará paso a paso para crear un caldo que deleitará a tu paladar y reconfortará tu alma.

¿Por qué agregar jamón al caldo de pollo?

La adición de jamón al caldo de pollo no es solo una cuestión de sabor, sino también de complejidad y profundidad. El jamón, especialmente si es de buena calidad (como jamón ibérico o serrano), aporta:

  • Umami: El jamón es rico en glutamatos, que proporcionan ese sabor "umami" tan apreciado, que realza y equilibra los demás sabores.
  • Salinidad: La sal del jamón sazona el caldo de forma natural, reduciendo la necesidad de añadir sal adicional.
  • Aroma ahumado: El proceso de curación del jamón le confiere un aroma ahumado sutil pero distintivo que complementa a la perfección el sabor del pollo y las verduras.
  • Textura: Los trozos de jamón en el caldo aportan una textura masticable que contrasta con la suavidad del caldo y las verduras.
  • Nutrientes: El jamón aporta proteínas adicionales y algunos minerales importantes.

Ingredientes para el Caldo Gourmet de Pollo con Jamón

Lista de Ingredientes

  • 1.5 kg de carcasa de pollo (o muslos y contramuslos, si lo prefieres)
  • 150-200 gramos de jamón serrano o ibérico (hueso y/o trozos), cortado en cubitos o lonchas gruesas
  • 2 cebollas medianas, peladas y cortadas en cuartos
  • 2 zanahorias grandes, peladas y cortadas en rodajas
  • 2 puerros (la parte blanca), lavados y cortados en rodajas
  • 2 ramas de apio, lavadas y cortadas en trozos
  • 4 dientes de ajo, pelados y ligeramente machacados
  • 1 hoja de laurel
  • Unas ramitas de perejil fresco
  • 10-12 granos de pimienta negra
  • Sal al gusto (ten en cuenta la salinidad del jamón)
  • 3 litros de agua fría (aproximadamente)
  • Opcional: Un trozo de hueso de rodilla de ternera para mayor colágeno y sabor.
  • Opcional: Un chorrito de vino blanco seco.

Preparación del Caldo Gourmet de Pollo con Jamón: Paso a Paso

Instrucciones Detalladas

  1. Preparación inicial: Lava bien la carcasa de pollo (o las piezas de pollo que utilices) bajo agua fría. Si usas huesos de jamón, enjuágalos también para eliminar el exceso de sal. Si usas pollo entero, retira el exceso de grasa.
  2. Sofrito (opcional pero recomendado): En una olla grande (de al menos 5 litros), calienta un poco de aceite de oliva a fuego medio. Sofríe la carcasa de pollo o las piezas de pollo hasta que estén ligeramente doradas por todos lados. Esto ayudará a intensificar el sabor del caldo. Retira el pollo y reserva. En la misma olla, sofríe las verduras (cebolla, zanahoria, puerro y apio) durante unos 5-7 minutos, hasta que estén blandas y ligeramente doradas. Añade el ajo machacado en los últimos minutos para que no se queme. El sofrito potencia los sabores del caldo de manera significativa.
  3. Cocción del caldo: Vuelve a colocar el pollo en la olla junto con las verduras. Añade el jamón (hueso y/o trozos), la hoja de laurel, el perejil y los granos de pimienta. Vierte el agua fría hasta cubrir todos los ingredientes. Si utilizas hueso de rodilla de ternera, añádelo ahora. Si deseas añadir vino blanco, este es el momento.
  4. Primer hervor y desespumado: Lleva el caldo a ebullición a fuego alto. Una vez que hierva, reduce el fuego a bajo, de manera que el caldo burbujee suavemente. Con una espumadera, retira la espuma y las impurezas que se formen en la superficie. Este paso es crucial para obtener un caldo limpio y claro. Continúa desespumando durante los primeros 30 minutos de cocción.
  5. Cocción a fuego lento: Tapa parcialmente la olla y cocina el caldo a fuego lento durante al menos 2-3 horas. Cuanto más tiempo se cocine, más intenso será el sabor. Si usas una olla de cocción lenta, cocina a baja temperatura durante 6-8 horas.
  6. Colado y enfriamiento: Una vez que el caldo esté listo, retira la olla del fuego y deja que se enfríe ligeramente. Cuela el caldo a través de un colador de malla fina o un colador forrado con una gasa para eliminar los sólidos. Desecha los huesos, las verduras y las hierbas. Si lo deseas, puedes reservar la carne del pollo para usarla en otras preparaciones (como croquetas, ensaladas o rellenos).
  7. Desgrasado (opcional): Si quieres un caldo más ligero, puedes desgrasarlo. Refrigera el caldo durante al menos 4 horas o toda la noche. La grasa se solidificará en la superficie y podrás retirarla fácilmente con una cuchara.
  8. Sazonado final: Prueba el caldo y sazona con sal al gusto. Ten en cuenta que el jamón ya aporta sal, así que es posible que no necesites añadir mucha sal adicional. Si lo deseas, puedes añadir un poco de pimienta negra recién molida.
  9. Servir: Sirve el caldo caliente, solo o con fideos, arroz, verduras picadas, huevo duro picado o trocitos de jamón. También puedes usarlo como base para sopas, guisos y salsas.

Consejos y Trucos para un Caldo Gourmet Perfecto

  • Calidad de los ingredientes: Utiliza ingredientes frescos y de buena calidad. La calidad del pollo y del jamón influirá directamente en el sabor del caldo. Prioriza las carcasas de pollo orgánico o de corral para un sabor más intenso. El jamón ibérico o serrano de alta calidad marcará una gran diferencia;
  • Huesos: Añadir huesos de pollo (carcasas, cuellos, patas) es fundamental para obtener un caldo rico en colágeno, que le dará una textura gelatinosa y un sabor más profundo. Si tienes tiempo, puedes tostar los huesos en el horno antes de añadirlos al caldo para intensificar su sabor.
  • Verduras: No escatimes en las verduras. La cebolla, la zanahoria, el puerro y el apio son la base aromática del caldo. Puedes añadir otras verduras como nabo, chirivía o incluso un trozo de calabaza para darle un toque diferente.
  • Hierbas y especias: El laurel y el perejil son clásicos en el caldo de pollo, pero puedes experimentar con otras hierbas como tomillo, romero o salvia. Los granos de pimienta negra entera aportan un toque sutil pero importante.
  • Tiempo de cocción: La paciencia es clave para un buen caldo. Cocinarlo a fuego lento durante varias horas permite que los sabores se desarrollen y se mezclen a la perfección. No te apresures.
  • Desespumado: No te saltes el paso de desespumar el caldo. Eliminar las impurezas garantiza un caldo limpio y claro.
  • Desgrasado: Si prefieres un caldo más ligero, desgrásalo después de enfriarlo en la nevera.
  • Congelación: El caldo de pollo se congela muy bien. Puedes congelarlo en porciones individuales para tenerlo siempre a mano para tus recetas. Utiliza recipientes herméticos o bolsas de congelación. Etiqueta los recipientes con la fecha para controlar la frescura.
  • Variaciones: Experimenta con diferentes ingredientes para personalizar tu caldo. Puedes añadir jengibre fresco, chile o salsa de soja para darle un toque asiático. O puedes añadir tomate triturado, pimentón o azafrán para una versión más española.
  • Para principiantes: Si es la primera vez que haces caldo, no te abrumes. Sigue la receta paso a paso y no tengas miedo de experimentar. El caldo de pollo es un plato muy versátil y tolerante.
  • Para profesionales: Considera la técnica del "consomé" para una clarificación extrema del caldo. Emplea una "barda" (carne picada, claras de huevo, verduras) que, al cocerse, atrapará las impurezas, dejando un caldo cristalino.
  • Consideraciones sobre la sal: La cantidad de sal necesaria variará dependiendo del jamón utilizado. El jamón ibérico suele ser más salado que el jamón serrano. Prueba el caldo regularmente durante la cocción y ajusta la sal al final. Es mejor quedarse corto de sal al principio, ya que siempre puedes añadir más al final.

Beneficios del Caldo de Pollo con Jamón

Además de su delicioso sabor, el caldo de pollo con jamón ofrece una serie de beneficios para la salud:

  • Hidratación: El caldo es una excelente fuente de hidratación, especialmente importante cuando estás enfermo o deshidratado.
  • Nutrientes: El caldo aporta vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales.
  • Colágeno: El caldo rico en huesos es una excelente fuente de colágeno, que es beneficioso para la piel, las articulaciones y los huesos.
  • Alivio de los síntomas del resfriado: El caldo caliente ayuda a descongestionar las vías respiratorias y alivia el dolor de garganta.
  • Fácil digestión: El caldo es fácil de digerir, lo que lo convierte en un alimento ideal para personas con problemas digestivos.
  • Reconfortante: El caldo de pollo tiene un efecto reconfortante y relajante, ideal para cuando te sientes estresado o cansado.

Conclusión

El caldo gourmet de pollo con jamón es una receta casera deliciosa y nutritiva que puedes disfrutar en cualquier momento. Con ingredientes sencillos y un poco de paciencia, puedes crear un caldo que deleitará a tu paladar y te reconfortará. No dudes en experimentar con diferentes ingredientes y especias para personalizar tu caldo y hacerlo aún más especial. ¡Buen provecho!

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