El calabacín con jamón y queso rebozado es una receta sencilla, rápida y deliciosa que puede servir como aperitivo, entrante o incluso como plato principal acompañado de una ensalada fresca. Su versatilidad y sabor la convierten en una opción ideal para cualquier ocasión, desde una comida familiar hasta una cena informal con amigos. Esta preparación combina la suavidad del calabacín, el sabor salado del jamón, la cremosidad del queso y el crujiente del rebozado, creando una experiencia gustativa irresistible.

Orígenes y Popularidad

Si bien no existe una historia documentada sobre el origen exacto de esta receta, la combinación de calabacín, jamón y queso es un clásico en la cocina mediterránea. El rebozado, una técnica culinaria utilizada en todo el mundo, añade una textura crujiente que complementa a la perfección los ingredientes principales. Su popularidad radica en su facilidad de preparación, los ingredientes accesibles y, sobre todo, su delicioso sabor que gusta tanto a niños como a adultos.

Ingredientes Necesarios

La belleza de esta receta reside en su simplicidad. Los ingredientes son fáciles de encontrar y es probable que ya tengas algunos en tu despensa. Aquí tienes una lista detallada:

  • Calabacines: 2 calabacines medianos, firmes y sin magulladuras. El tamaño ideal es aquel que te permita cortar rodajas manejables para rellenar.
  • Jamón Cocido: 150 gramos de jamón cocido de buena calidad, cortado en lonchas finas. Puedes usar jamón serrano si prefieres un sabor más intenso, pero el jamón cocido es más suave y generalmente gusta más a los niños.
  • Queso: 150 gramos de queso que funda bien, como mozzarella, havarti, gouda o queso cheddar suave. La elección del queso dependerá de tu gusto personal. Un queso con un sabor pronunciado puede dominar el plato, mientras que uno más suave permitirá que los demás ingredientes brillen.
  • Harina de Trigo: Cantidad necesaria para el rebozado. La harina ayuda a que el huevo se adhiera mejor al calabacín.
  • Huevo: 2 huevos batidos. El huevo proporciona la humedad necesaria para que el pan rallado se adhiera y, al freírse, crea una capa dorada y crujiente.
  • Pan Rallado: Cantidad necesaria para el rebozado. Puedes usar pan rallado tradicional o pan rallado panko para una textura aún más crujiente.
  • Aceite de Oliva Virgen Extra: Para freír. El aceite de oliva virgen extra aporta un sabor característico y es más saludable que otros aceites vegetales.
  • Sal y Pimienta Negra Molida: Al gusto, para sazonar. La sal realza los sabores de los ingredientes, mientras que la pimienta negra añade un toque de sabor picante.
  • Opcional: Hierbas provenzales, ajo en polvo, pimentón dulce o picante para sazonar el rebozado. Estas especias añaden un toque extra de sabor y personalidad a la receta.

Preparación Paso a Paso

La preparación de esta receta es muy sencilla y no requiere habilidades culinarias avanzadas. Sigue estos pasos y disfruta de un resultado espectacular:

  1. Preparación de los Calabacines: Lava y seca los calabacines. Corta los extremos y luego córtalos en rodajas de aproximadamente 1 cm de grosor. Si los calabacines son muy grandes, puedes cortarlos por la mitad a lo largo antes de cortarlos en rodajas.
  2. Rellenar las Rodajas: Coloca una rodaja de calabacín sobre una superficie de trabajo. Pon encima una loncha de jamón cocido y una porción de queso. Cubre con otra rodaja de calabacín, formando un sándwich. Asegúrate de que el jamón y el queso no sobresalgan demasiado para evitar que se salgan durante la fritura.
  3. Rebozado: Prepara tres platos hondos. En uno, coloca la harina. En otro, bate los huevos con sal, pimienta y las especias opcionales que desees. En el tercero, coloca el pan rallado.
  4. Rebozar los Sándwiches de Calabacín: Pasa cada sándwich de calabacín primero por la harina, asegurándote de cubrirlo completamente. Luego, sumérgelo en el huevo batido, dejándolo escurrir el exceso. Finalmente, cúbrelo con pan rallado, presionando ligeramente para que se adhiera bien. Asegúrate de que el rebozado sea uniforme para que la fritura sea pareja;
  5. Freír: Calienta abundante aceite de oliva virgen extra en una sartén grande a fuego medio-alto. Cuando el aceite esté caliente, pero no humeante, fríe los sándwiches de calabacín rebozados en tandas, sin amontonarlos en la sartén. Fríe durante 2-3 minutos por cada lado, o hasta que estén dorados y crujientes. Vigila la temperatura del aceite para evitar que se quemen.
  6. Escurrir: Retira los sándwiches de calabacín fritos de la sartén y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Esto ayudará a que queden más crujientes.
  7. Servir: Sirve el calabacín con jamón y queso rebozado caliente, solo o acompañado de tu salsa favorita. Puedes acompañarlo con una ensalada fresca para equilibrar la fritura.

Consejos y Trucos para un Resultado Perfecto

Aquí tienes algunos consejos adicionales para asegurarte de que tu calabacín con jamón y queso rebozado quede perfecto:

  • Secar los Calabacines: Si los calabacines están muy húmedos, sécalos con papel de cocina antes de rellenarlos. Esto ayudará a que el rebozado se adhiera mejor.
  • Congelar los Sándwiches: Si quieres preparar esta receta con antelación, puedes rebozar los sándwiches de calabacín y congelarlos antes de freírlos. Cuando los vayas a usar, fríelos directamente congelados, aumentando ligeramente el tiempo de cocción.
  • Variaciones en el Relleno: Experimenta con diferentes tipos de jamón y queso. Puedes usar jamón serrano, pavo, bacon, queso de cabra, queso azul o cualquier otra combinación que te guste. También puedes añadir otros ingredientes al relleno, como champiñones salteados, cebolla caramelizada o pimientos asados.
  • Rebozado sin Gluten: Si eres intolerante al gluten, puedes usar harina sin gluten y pan rallado sin gluten para el rebozado.
  • Freír en Freidora de Aire: Para una opción más saludable, puedes freír los sándwiches de calabacín en una freidora de aire. Rocíalos con un poco de aceite en spray antes de freírlos durante unos 10-12 minutos a 180°C, dándoles la vuelta a mitad de cocción.
  • Salsas para Acompañar: El calabacín con jamón y queso rebozado combina muy bien con una variedad de salsas, como salsa de tomate casera, mayonesa, salsa tártara, salsa de queso, salsa de yogur con hierbas o incluso un simple alioli.

Variaciones Creativas de la Receta

Una vez que domines la receta básica, puedes experimentar con diferentes variaciones para adaptarla a tus gustos y preferencias. Aquí te presento algunas ideas:

  • Calabacín Relleno de Ricotta y Espinacas: Sustituye el jamón y el queso por una mezcla de ricotta, espinacas salteadas, ajo y nuez moscada. Esta versión vegetariana es igual de deliciosa y nutritiva.
  • Calabacín con Gambas y Ajo: Rellena las rodajas de calabacín con gambas salteadas con ajo y perejil. Esta opción es perfecta para los amantes de los mariscos.
  • Calabacín con Pisto Manchego: Rellena las rodajas de calabacín con pisto manchego, un guiso tradicional de verduras. Esta versión es ideal para aprovechar las verduras de temporada.
  • Calabacín con Sobrasada y Miel: Rellena las rodajas de calabacín con sobrasada y un chorrito de miel. La combinación de dulce y salado es sorprendente y deliciosa.
  • Mini Brochetas de Calabacín Rebozado: Corta el calabacín en cubos pequeños, rellénalos con jamón y queso, reboza y fríe. Luego, ensártalos en brochetas y sírvelos como aperitivo.

Beneficios Nutricionales del Calabacín

Además de ser delicioso, el calabacín es una verdura muy saludable. Es bajo en calorías, rico en fibra, vitaminas y minerales. Aquí te presento algunos de sus beneficios nutricionales:

  • Bajo en Calorías: El calabacín es una excelente opción para personas que están cuidando su peso o siguiendo una dieta baja en calorías.
  • Rico en Fibra: La fibra del calabacín ayuda a regular el tránsito intestinal, prevenir el estreñimiento y promover la sensación de saciedad.
  • Fuente de Vitaminas: El calabacín es rico en vitaminas A, C y del grupo B, que son esenciales para el buen funcionamiento del organismo.
  • Aporta Minerales: El calabacín contiene minerales como potasio, magnesio y calcio, que son importantes para la salud ósea, muscular y nerviosa.
  • Antioxidantes: El calabacín contiene antioxidantes que ayudan a proteger las células del daño causado por los radicales libres, previniendo enfermedades crónicas.

Consideraciones Finales

El calabacín con jamón y queso rebozado es una receta versátil, fácil de preparar y deliciosa que puede adaptarse a diferentes gustos y preferencias. No dudes en experimentar con diferentes ingredientes y técnicas para crear tu propia versión única de este clásico plato. ¡Buen provecho!

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