Las albóndigas en salsa verde con patatas son un plato de cuchara tradicional español, perfecto para los días fríos. Su sabor reconfortante y su facilidad de preparación lo convierten en un favorito en muchos hogares. Esta receta combina la jugosidad de las albóndigas con la frescura de la salsa verde y la suavidad de las patatas, creando una experiencia gastronómica completa y satisfactoria. Aunque la receta base es sencilla, existen multitud de variantes que se adaptan a los gustos y preferencias de cada cocinero. En este artículo, exploraremos la receta clásica, consejos para perfeccionarla y algunas variaciones interesantes.

Ingredientes (para 4 personas)

  • Para las albóndigas:
    • 500g de carne picada mixta (ternera y cerdo)
    • 1 huevo
    • 2 dientes de ajo picados
    • 50g de pan rallado
    • Perejil fresco picado (un puñado)
    • Sal y pimienta al gusto
    • Harina para rebozar
    • Aceite de oliva virgen extra para freír
  • Para la salsa verde:
    • 1 cebolla mediana picada
    • 2 dientes de ajo picados
    • 1 pimiento verde italiano picado
    • 50ml de vino blanco (opcional)
    • 500ml de caldo de pollo (o agua)
    • Perejil fresco picado (un manojo)
    • Harina (1 cucharada)
    • Aceite de oliva virgen extra
    • Sal y pimienta al gusto
  • Para las patatas:
    • 500g de patatas (preferiblemente variedades que no se deshagan)

Preparación Paso a Paso

1. Preparación de las Albóndigas: La Base del Sabor

El primer paso, y quizás el más importante, es la preparación de las albóndigas. La calidad de la carne picada juega un papel fundamental. Lo ideal es utilizar una mezcla de carne de ternera y cerdo, en una proporción de 70/30 o 60/40 respectivamente. Esta combinación aporta jugosidad y sabor a la albóndiga. Evita utilizar carne excesivamente magra, ya que resultará seca después de la cocción.

  1. En un bol grande, mezcla la carne picada, el huevo, los ajos picados, el pan rallado, el perejil picado, la sal y la pimienta. Asegúrate de que todos los ingredientes estén bien integrados.
  2. Humedece tus manos con un poco de agua para evitar que la carne se pegue. Forma pequeñas bolas del tamaño deseado. Recuerda que durante la cocción, las albóndigas tienden a hincharse ligeramente.
  3. Pasa las albóndigas por harina, sacudiendo el exceso. Este paso es crucial para sellar la albóndiga y evitar que se deshaga durante la fritura y la cocción en la salsa.
  4. En una sartén grande, calienta abundante aceite de oliva virgen extra a fuego medio-alto. Fríe las albóndigas por todos los lados hasta que estén doradas. No es necesario cocinarlas por completo, ya que terminarán de cocinarse en la salsa. Retira las albóndigas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

2. Elaboración de la Salsa Verde: El Alma del Plato

La salsa verde es el corazón de este plato. Su frescura y sabor herbáceo complementan a la perfección la carne de las albóndigas. La clave para una salsa verde deliciosa reside en la calidad de los ingredientes y en el punto de cocción.

  1. En la misma sartén donde freíste las albóndigas (retirando el exceso de aceite), sofríe la cebolla picada a fuego medio hasta que esté transparente y ligeramente dorada. Este paso requiere paciencia, ya que una cebolla bien pochada aporta dulzor y profundidad de sabor a la salsa.
  2. Añade los ajos picados y el pimiento verde picado. Sofríe durante unos minutos más, hasta que el pimiento esté tierno. Evita quemar el ajo, ya que amargaría la salsa.
  3. Opcionalmente, añade el vino blanco y deja que se evapore el alcohol durante un par de minutos. El vino blanco aporta un toque de acidez y complejidad a la salsa. Si no deseas utilizar vino, puedes omitir este paso.
  4. Espolvorea la harina sobre el sofrito y rehoga durante un minuto. Este paso ayuda a espesar la salsa. Asegúrate de que la harina se cocine bien para evitar que la salsa tenga sabor a harina cruda.
  5. Vierte el caldo de pollo (o agua) poco a poco, removiendo constantemente para evitar que se formen grumos. Lleva a ebullición y luego reduce el fuego a bajo. Cocina a fuego lento durante unos 15-20 minutos, hasta que la salsa haya espesado ligeramente.
  6. Incorpora el perejil fresco picado. El perejil aporta frescura y un toque de color a la salsa. Reserva un poco de perejil para decorar al final.
  7. Tritura la salsa con una batidora de mano hasta obtener una textura fina y homogénea. Si prefieres una salsa con trozos, puedes omitir este paso.
  8. Prueba la salsa y ajusta de sal y pimienta al gusto.

3. Cocción de las Patatas: El Complemento Perfecto

Las patatas son el acompañamiento ideal para las albóndigas en salsa verde. Absorben los sabores de la salsa y aportan una textura suave y reconfortante. La elección de la variedad de patata es importante. Opta por variedades que no se deshagan durante la cocción, como la patata monalisa o la patata kennebec.

  1. Pela y corta las patatas en trozos medianos. El tamaño de los trozos dependerá de tus preferencias. Recuerda que cuanto más pequeños sean los trozos, más rápido se cocinarán.
  2. Añade las patatas a la salsa verde. Asegúrate de que las patatas estén cubiertas por la salsa.
  3. Incorpora las albóndigas a la salsa. Remueve suavemente para que las albóndigas queden impregnadas de la salsa.
  4. Cocina a fuego lento durante unos 20-25 minutos, o hasta que las patatas estén tiernas. Remueve ocasionalmente para evitar que las patatas se peguen al fondo de la olla.

4. Servir y Degustar: Un Placer para los Sentidos

Una vez que las patatas estén tiernas y la salsa haya espesado, las albóndigas en salsa verde con patatas están listas para servir. Sirve el plato caliente, espolvoreando perejil fresco picado por encima. Puedes acompañar este plato con un trozo de pan crujiente para mojar en la deliciosa salsa. También puedes añadir un chorrito de aceite de oliva virgen extra justo antes de servir para realzar el sabor.

Consejos y Trucos para unas Albóndigas Perfectas

  • La calidad de la carne: Como se mencionó anteriormente, la calidad de la carne picada es crucial. Elige carne fresca y de buena calidad, preferiblemente de carnicería.
  • El pan rallado: Utiliza pan rallado de buena calidad. Puedes utilizar pan rallado seco o pan rallado fresco. Si utilizas pan rallado fresco, asegúrate de escurrirlo bien antes de añadirlo a la carne.
  • El remojo del pan: Algunas recetas sugieren remojar el pan rallado en leche antes de añadirlo a la carne. Esto ayuda a que las albóndigas queden más jugosas. Sin embargo, si utilizas pan rallado fresco, no es necesario remojarlo.
  • El reposo de la masa: Después de mezclar todos los ingredientes, deja reposar la masa de las albóndigas en el frigorífico durante al menos 30 minutos. Esto permite que los sabores se mezclen y que la masa se compacte, lo que facilita la formación de las albóndigas.
  • El tamaño de las albóndigas: El tamaño de las albóndigas es una cuestión de preferencia personal. Sin embargo, es importante que todas las albóndigas tengan un tamaño similar para que se cocinen de manera uniforme.
  • La fritura de las albóndigas: No frías las albóndigas en exceso. El objetivo es dorarlas por fuera, no cocinarlas por completo. Terminarán de cocinarse en la salsa.
  • El espesor de la salsa: Si la salsa queda demasiado líquida, puedes espesarla añadiendo un poco de harina de maíz disuelta en agua fría. Si la salsa queda demasiado espesa, puedes añadir un poco de caldo de pollo o agua.
  • El punto de cocción de las patatas: No cocines las patatas en exceso. Deben estar tiernas, pero no deshechas.
  • El toque final: Justo antes de servir, puedes añadir un chorrito de nata líquida a la salsa para darle un toque más cremoso.

Variaciones de la Receta

La receta de albóndigas en salsa verde con patatas es muy versátil y se puede adaptar a los gustos y preferencias de cada cocinero. Aquí te presento algunas variaciones interesantes:

  • Albóndigas de pescado: Sustituye la carne picada por pescado blanco picado (merluza, bacalao, etc.). Añade un poco de gambas picadas para darle más sabor.
  • Albóndigas de pollo o pavo: Sustituye la carne picada por carne picada de pollo o pavo. Añade un poco de hierbas provenzales para darle un toque diferente.
  • Albóndigas vegetarianas: Sustituye la carne picada por lentejas cocidas, arroz integral cocido, quinoa cocida o una mezcla de verduras picadas (zanahoria, calabacín, cebolla, etc.). Añade un poco de queso rallado para darle más sabor.
  • Salsa verde con guisantes: Añade un puñado de guisantes a la salsa verde durante los últimos minutos de cocción.
  • Salsa verde con espinacas: Añade un puñado de espinacas frescas a la salsa verde durante los últimos minutos de cocción.
  • Salsa verde picante: Añade una guindilla picante picada a la salsa verde durante el sofrito de la cebolla.
  • Patatas panaderas: En lugar de cocer las patatas en la salsa, puedes freírlas en rodajas y añadirlas al plato justo antes de servir.
  • Añadir zanahoria: Incorporar zanahoria en rodajas o trozos pequeños junto con las patatas para un toque de dulzor y color.
  • Usar hierbas frescas diferentes: Sustituir parte del perejil por cilantro, albahaca o una mezcla de hierbas frescas para variar el sabor de la salsa verde.

Conclusión

Las albóndigas en salsa verde con patatas son un plato clásico y sabroso que nunca falla. Su sencillez de preparación y su sabor reconfortante lo convierten en una opción ideal para cualquier ocasión; Anímate a preparar esta receta y experimenta con las diferentes variaciones para encontrar tu versión favorita. ¡Buen provecho!

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