Las albóndigas con tomate son un plato clásico y reconfortante que evoca recuerdos de hogar․ Tradicionalmente, la salsa de tomate se elabora desde cero, pero hoy en día, el tomate triturado de lata ofrece una alternativa rápida y práctica sin sacrificar el sabor․ Esta receta se centra en maximizar el sabor y la textura, incluso utilizando ingredientes sencillos․

Ingredientes:

  • Para las albóndigas:
    • 500g de carne picada mixta (ternera y cerdo, o solo ternera)
    • 1 huevo
    • 50g de pan rallado
    • 2 cucharadas de leche
    • 1 diente de ajo, picado finamente
    • 1/4 cebolla pequeña, picada finamente
    • Perejil fresco picado (al gusto)
    • Sal y pimienta negra recién molida (al gusto)
    • Aceite de oliva virgen extra para freír
  • Para la salsa de tomate:
    • 1 lata grande (800g) de tomate triturado
    • 1/2 cebolla, picada finamente
    • 2 dientes de ajo, picados finamente
    • 1 cucharadita de azúcar (opcional, para equilibrar la acidez)
    • 1 cucharadita de orégano seco
    • 1 hoja de laurel
    • Aceite de oliva virgen extra
    • Sal y pimienta negra recién molida (al gusto)
    • Un chorrito de vino tinto (opcional, para un sabor más profundo)

Preparación:

Paso 1: Preparación de las Albóndigas

En un bol grande, combina la carne picada, el huevo, el pan rallado, la leche, el ajo picado, la cebolla picada, el perejil picado, la sal y la pimienta․ Mezcla bien con las manos (¡no tengas miedo de ensuciarte!) hasta que todos los ingredientes estén integrados․ No amases en exceso, ya que las albóndigas podrían quedar duras․

Humedece ligeramente tus manos con agua para evitar que la carne se pegue․ Toma pequeñas porciones de la mezcla y forma albóndigas del tamaño deseado․ Lo ideal es que sean de tamaño similar para que se cocinen de manera uniforme․

Calienta abundante aceite de oliva virgen extra en una sartén grande a fuego medio-alto․ Fríe las albóndigas en tandas, asegurándote de no sobrecargar la sartén․ Dóralas por todos los lados hasta que estén bien selladas․ No es necesario que estén completamente cocidas por dentro en este punto, ya que terminarán de cocinarse en la salsa․

Retira las albóndigas de la sartén y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa․ Reserva․

Paso 2: Preparación de la Salsa de Tomate

En la misma sartén donde freíste las albóndigas (desecha el exceso de aceite, dejando solo un par de cucharadas), añade la cebolla picada y el ajo picado․ Sofríe a fuego medio hasta que estén transparentes y fragantes, aproximadamente 5-7 minutos․ Vigila que no se quemen, ya que amargarían la salsa․

Si utilizas vino tinto, añádelo a la sartén y deja que se reduzca durante un par de minutos para evaporar el alcohol․ Esto intensificará el sabor de la salsa․

Añade el tomate triturado de lata, el azúcar (si lo usas), el orégano seco y la hoja de laurel․ Sazona con sal y pimienta al gusto․ Lleva la salsa a ebullición, luego reduce el fuego a bajo, tapa y deja que hierva a fuego lento durante al menos 30 minutos, removiendo ocasionalmente․ Cuanto más tiempo hierva a fuego lento, más se intensificarán los sabores․

Retira la hoja de laurel de la salsa․

Paso 3: Cocinar las Albóndigas en la Salsa

Añade las albóndigas a la salsa de tomate․ Asegúrate de que estén bien cubiertas por la salsa․ Si la salsa está demasiado espesa, puedes añadir un poco de agua o caldo de pollo․

Vuelve a tapar la sartén y deja que las albóndigas se cocinen a fuego lento en la salsa durante al menos 20-30 minutos más, o hasta que estén completamente cocidas y la salsa haya espesado․ Remueve ocasionalmente para evitar que se peguen al fondo de la sartén․

Paso 4: Servir

Sirve las albóndigas con tomate bien calientes․ Puedes acompañarlas con arroz blanco, pasta, puré de patatas o pan crujiente para mojar en la deliciosa salsa․

Espolvorea con perejil fresco picado antes de servir para darle un toque de frescura․

Consejos y Variaciones:

  • Tipo de Carne: Puedes utilizar carne picada de pollo, pavo o incluso una mezcla de diferentes tipos de carne․ La carne de cerdo aporta jugosidad, mientras que la ternera proporciona sabor․
  • Hierbas Aromáticas: Experimenta con diferentes hierbas aromáticas como albahaca, tomillo o romero para darle un toque diferente a la salsa․
  • Verduras: Añade otras verduras picadas a la salsa, como pimiento rojo, zanahoria o apio, para aumentar su valor nutricional y sabor․ Sofríelas junto con la cebolla y el ajo․
  • Picante: Si te gusta el picante, añade una pizca de pimentón picante o unas rodajas de guindilla a la salsa․
  • Queso: Espolvorea queso rallado (parmesano, mozzarella o grana padano) sobre las albóndigas antes de servir para un toque extra de sabor․
  • Pan Rallado: Utiliza pan rallado casero para una textura más crujiente․ Si no tienes, puedes tostar rebanadas de pan y triturarlas․
  • Huevo: El huevo ayuda a ligar la carne y el pan rallado, pero si eres alérgico, puedes sustituirlo por una cucharada de puré de patata o calabacín rallado․
  • Sin Gluten: Para una versión sin gluten, utiliza pan rallado sin gluten y asegúrate de que todos los demás ingredientes sean también sin gluten․
  • Para Bebés y Niños Pequeños: Omite la sal o utiliza muy poca․ Asegúrate de que las albóndigas estén bien cocidas y córtalas en trozos pequeños para evitar el riesgo de atragantamiento․ Puedes triturar la salsa para obtener una textura más suave․
  • Cocción Lenta (Slow Cooker): Para una cocción aún más lenta y un sabor más profundo, puedes cocinar las albóndigas con tomate en una olla de cocción lenta (slow cooker) durante 6-8 horas a baja temperatura․
  • Congelar: Las albóndigas con tomate se congelan muy bien․ Déjalas enfriar por completo antes de congelarlas en un recipiente hermético o en bolsas para congelar․ Para descongelar, déjalas en el refrigerador durante la noche o caliéntalas directamente en una olla a fuego lento․

El Secreto está en la Sencillez y la Paciencia

Aunque esta receta utiliza tomate triturado de lata para mayor comodidad, el secreto para unas albóndigas con tomate deliciosas radica en la sencillez de los ingredientes y la paciencia en la cocción․ Un sofrito bien hecho con cebolla y ajo es fundamental para construir una base de sabor sólida․ La cocción lenta de la salsa permite que los sabores se desarrollen y se mezclen, creando un plato reconfortante y lleno de sabor․

Más Allá de la Receta: Explorando las Raíces Culinarias

Las albóndigas, en sus diversas formas, son un plato presente en numerosas culturas alrededor del mundo․ Desde las "meatballs" italianas hasta las "kofta" árabes y las "frikadeller" escandinavas, cada región ha adaptado este plato a sus propios ingredientes y tradiciones culinarias․ La versión española, con su rica salsa de tomate, es un ejemplo de la influencia mediterránea y la importancia de los productos locales․

El uso del tomate triturado de lata, si bien moderno, es una adaptación a los tiempos actuales, donde la rapidez y la conveniencia son cada vez más valoradas․ Sin embargo, es importante recordar que la calidad de los ingredientes sigue siendo fundamental para obtener un buen resultado final․ Un buen tomate triturado de lata, elaborado con tomates maduros y de buena calidad, puede ser un excelente punto de partida para una salsa deliciosa․

Conclusión: Un Plato Versátil para Todas las Ocasiones

Las albóndigas con tomate triturado de lata son un plato versátil que se adapta a cualquier ocasión․ Desde una comida rápida entre semana hasta una cena familiar especial, este plato siempre es bien recibido․ Con esta receta sencilla y rápida, podrás disfrutar de un clásico reconfortante en poco tiempo, sin sacrificar el sabor ni la calidad․

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