Las albóndigas caseras en salsa son un plato que evoca recuerdos de la infancia‚ sabores reconfortantes y la calidez de un hogar. En esta receta‚ inspirada en el estilo de Karlos Arguiñano‚ exploraremos cómo preparar unas albóndigas jugosas y deliciosas‚ bañadas en una salsa rica y sabrosa que hará las delicias de todos.

Ingredientes (para 4 personas)

  • Para las albóndigas:
  • 500g de carne picada mixta (ternera y cerdo)
  • 1 huevo mediano
  • 50g de pan rallado
  • 1 diente de ajo‚ picado finamente
  • Un puñado de perejil fresco‚ picado
  • Sal y pimienta al gusto
  • Harina para rebozar
  • Aceite de oliva virgen extra para freír
  • Para la salsa:
  • 1 cebolla mediana‚ picada finamente
  • 2 dientes de ajo‚ picados finamente
  • 1 pimiento verde italiano‚ picado finamente
  • 400g de tomate triturado (natural o en conserva)
  • 1 vaso de vino blanco seco
  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • 1 hoja de laurel
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta al gusto
  • Opcional: Un pellizco de azúcar para corregir la acidez del tomate

Elaboración Paso a Paso

1. Preparación de las Albóndigas

El secreto de unas albóndigas jugosas reside en la calidad de la carne y en la correcta hidratación del pan rallado. No escatimemos en la calidad de la carne‚ buscando un equilibrio entre la jugosidad de la ternera y el sabor del cerdo.

  1. En un bol grande‚ mezcla la carne picada con el huevo‚ el pan rallado‚ el ajo picado‚ el perejil picado‚ la sal y la pimienta.
  2. Amasa con las manos hasta que todos los ingredientes estén bien integrados. La mezcla debe ser homogénea y manejable.
  3. Deja reposar la mezcla en el frigorífico durante al menos 30 minutos. Esto permitirá que los sabores se mezclen y que el pan rallado se hidrate correctamente.
  4. Pasado el tiempo de reposo‚ forma las albóndigas. Coge porciones de la mezcla con una cuchara y dales forma redonda con las manos. El tamaño ideal es aproximadamente como una nuez grande.
  5. Enharina ligeramente las albóndigas. Esto ayudará a que se doren y a que la salsa se espese un poco.
  6. Calienta abundante aceite de oliva virgen extra en una sartén grande a fuego medio.
  7. Fríe las albóndigas en tandas‚ dorándolas por todos los lados. No las sobrecargues la sartén para que se doren uniformemente.
  8. Retira las albóndigas de la sartén y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

2. Preparación de la Salsa

La salsa es el alma de este plato. Una buena salsa debe ser sabrosa‚ equilibrada y con la textura adecuada. El sofrito es la base de la salsa‚ así que dedícale tiempo y cariño.

  1. En una cazuela grande‚ calienta un poco de aceite de oliva virgen extra a fuego medio.
  2. Añade la cebolla picada y sofríela hasta que esté transparente y ligeramente dorada.
  3. Agrega el ajo picado y el pimiento verde picado y sofríe durante unos minutos más‚ hasta que estén tiernos.
  4. Incorpora el tomate triturado‚ el pimentón dulce y la hoja de laurel.
  5. Vierte el vino blanco y deja que se evapore el alcohol durante unos minutos.
  6. Salpimienta al gusto. Si el tomate es muy ácido‚ añade un pellizco de azúcar para corregir la acidez.
  7. Baja el fuego y cocina la salsa a fuego lento durante al menos 30 minutos‚ removiendo de vez en cuando para que no se pegue. La salsa debe reducirse y espesarse ligeramente.
  8. Retira la hoja de laurel.

3. Cocción Final de las Albóndigas en la Salsa

Este es el momento en que las albóndigas y la salsa se unen para crear una sinfonía de sabores. Dale tiempo a las albóndigas para que se impregnen de la salsa.

  1. Añade las albóndigas a la cazuela con la salsa.
  2. Remueve suavemente para que las albóndigas se impregnen bien de la salsa.
  3. Cocina a fuego lento durante al menos 15 minutos‚ removiendo de vez en cuando. La salsa debe espesar aún más y las albóndigas deben estar completamente cocidas y jugosas.

Consejos y Trucos para unas Albóndigas Perfectas

  • La calidad de la carne: Utiliza carne picada de buena calidad‚ preferiblemente una mezcla de ternera y cerdo. La proporción ideal es 70% ternera y 30% cerdo. Esto asegura un equilibrio entre sabor y jugosidad.
  • La hidratación del pan rallado: Remoja el pan rallado en leche o caldo antes de añadirlo a la carne. Esto ayudará a que las albóndigas queden más jugosas.
  • El reposo de la masa: Deja reposar la masa de las albóndigas en el frigorífico durante al menos 30 minutos. Esto permitirá que los sabores se mezclen y que la masa se compacte‚ facilitando la formación de las albóndigas.
  • El tamaño de las albóndigas: No hagas las albóndigas demasiado grandes‚ ya que tardarán más en cocinarse y podrían quedar secas por dentro. El tamaño ideal es aproximadamente como una nuez grande;
  • El sofrito: Dedícale tiempo y cariño al sofrito. Sofríe la cebolla‚ el ajo y el pimiento a fuego lento hasta que estén bien pochados. Esto liberará sus sabores y dará profundidad a la salsa.
  • El vino blanco: Utiliza un vino blanco seco de buena calidad. El vino blanco aportará acidez y complejidad a la salsa.
  • El tiempo de cocción: No te apresures en la cocción de la salsa. Cocina la salsa a fuego lento durante al menos 30 minutos para que se reduzca y se espese.
  • La textura de la salsa: Si prefieres una salsa más fina‚ puedes triturarla con una batidora de mano antes de añadir las albóndigas.
  • El toque final: Espolvorea un poco de perejil fresco picado sobre las albóndigas antes de servir. Esto les dará un toque de frescura y color.
  • La presentación: Sirve las albóndigas en un plato hondo‚ acompañadas de un poco de salsa y una guarnición de arroz blanco‚ puré de patatas o patatas fritas.

Variantes de la Receta

La receta de las albóndigas caseras en salsa es muy versátil y se puede adaptar a diferentes gustos y preferencias. Aquí te presento algunas variantes:

  • Albóndigas en salsa de tomate y champiñones: Añade champiñones laminados a la salsa de tomate. Los champiñones aportarán un sabor terroso y una textura agradable a la salsa.
  • Albóndigas en salsa agridulce: Añade un poco de vinagre de módena y azúcar moreno a la salsa de tomate. El vinagre y el azúcar crearán un equilibrio de sabores agridulces que hará las delicias de los paladares más exigentes.
  • Albóndigas en salsa de almendras: Tuesta unas almendras laminadas y tritúralas con un poco de caldo de pollo. Añade la pasta de almendras a la salsa de tomate. La salsa de almendras aportará un sabor suave y cremoso a las albóndigas.
  • Albóndigas en salsa picante: Añade un poco de guindilla picada a la salsa de tomate. La guindilla aportará un toque picante que despertará tus sentidos.
  • Albóndigas rellenas de queso: Rellena las albóndigas con un trozo de queso antes de freírlas. El queso se derretirá durante la cocción y creará un interior cremoso y delicioso.

Maridaje

Las albóndigas caseras en salsa maridan muy bien con vinos tintos jóvenes y afrutados‚ como un Rioja o un Ribera del Duero. También puedes acompañarlas con un vino blanco seco y fresco‚ como un Albariño o un Verdejo.

Consideraciones Nutricionales

Las albóndigas caseras en salsa son un plato nutritivo y completo que aporta proteínas‚ hidratos de carbono y grasas. Es importante elegir carne picada de buena calidad y controlar la cantidad de aceite utilizada en la fritura. También es recomendable acompañarlas de una guarnición saludable‚ como arroz integral o verduras al vapor.

Para una versión más ligera‚ puedes hornear las albóndigas en lugar de freírlas. También puedes utilizar carne picada de pollo o pavo en lugar de carne picada de ternera y cerdo.

Conclusión

Las albóndigas caseras en salsa Arguiñano son un plato clásico que nunca pasa de moda. Con esta receta‚ podrás preparar unas albóndigas jugosas y deliciosas‚ bañadas en una salsa rica y sabrosa que hará las delicias de todos. Anímate a probarla y disfruta de un plato lleno de sabor y recuerdos.

¡Buen provecho!

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